Los expertos en educación son contundentes: Entre más temprana sea la edad a la que un niño reciba la enseñanza formal del inglés u otro idioma, mejor será el aprendizaje, comprensión y motivación para percibir la lengua extranjera como algo natural y no complicado. Por eso, su recomendación es impartir clases desde preescolar, cuando tienen entre 4 y 5 años.
Sin embargo, pasar del consejo a la práctica en la educación pública ha sido una carrera de obstáculos desde 1998, cuando arrancó el primer plan piloto de enseñanza del inglés en preescolar, el cual, en estos 24 años, solo ha logrado alcanzar al 17,7% de niños matriculados (22.000 pequeños). El discurso ha llegado más alto que la realidad: en el 2018 el Gobierno anunció que al 2022 el 100% de los niños en preescolar estarían ya inmersos en el inglés, lo cual se incumplió.
El 17,7% refleja el gran abismo con la educación en centros privados donde el inglés llega al 87,6% de los niños en preescolar (13.000 chiquitos). Mientras tanto, en las modalidades subvencionadas (instituciones privadas que reciben algún aporte económico por parte del Estado) el 93,8% de los estudiantes de preescolar (1.057) tiene acceso a clases de inglés, según datos suministrados por el mismo Ministerio de Educación Pública (MEP).
Así, en todo el país, incluyendo centros públicos, privados y subvencionados, el idioma inglés solo llega al 26% (36.000) de los 138.377 estudiantes matriculados el año pasado en ese nivel.
Los números dejan ver, eso sí, que los centros públicos desoyen a las voces expertas, como el Programa Estado de la Educación, que desde hace años insiste en que resulta más beneficioso enseñar un segundo idioma en edad temprana porque los niños “desarrollan maneras más flexibles de raciocinio para la resolución de problemas”.
LEA MÁS: Sindicato pide a MEP pagar incentivo a maestros de preescolar con inglés avanzado
El por qué hay una baja cobertura, lo explica Manuel Rojas, asesor del Despacho Académico del MEP y representante de la Alianza para el Bilingüismo (ABi). Dice que para poder impartir el idioma a más preescolares se requiere incrementar el presupuesto para contratar docentes. Pero, además, es vital encontrar el perfil de educadores que el Ministerio busca: profesionales con nivel de dominio lingüístico C1 (avanzado) y, a la vez, expertos en la enseñanza de preescolar.
“Asegurar que todos los centros alcancen esa cobertura (100% de preescolar) no puede ocurrir de la noche a la mañana por los problemas fiscales y el perfil docente que necesitamos. La cantidad de docentes especializados se está formando en este momento, pero (para avanzar) estamos capacitando a docentes (de planilla) para que alcancen el nivel B2 para que pasen a la parte bilingüe. Con las clases presenciales, estos resultados van a mejorar en el corto y mediano plazo”, manifestó Rojas.
Actualmente, el MEP tiene 300 educadores especializados en preescolar bilingüe, cuando en el 2018 eran 92.
La última de las iniciativas para fortalecer la enseñanza del inglés en preescolar fue la ABi, que se presentó en agosto del 2018 y busca convertir a Costa Rica en un país bilingüe para el 2040. El objetivo final es generar condiciones de reactivación económica en el país, principalmente en regiones fronterizas y costeras, mediante las alianzas público-privadas que promuevan en la población costarricense el aprendizaje del idioma inglés.
Con la Alianza, el MEP se comprometió, entre otras cosas, a la universalización del inglés desde el preescolar para el año 2022, pero, a la fecha, solo se ha llegado a ese 17,7% de cobertura.
LEA MÁS: ‘Costa Rica será un país bilingüe’: Presidente anuncia seis acciones para universalizar el Inglés
Otro proyecto con similares objetivos fue el anunciado en 2008, cuando se creó el programa Costa Rica Multilingüe, que abarcaba a los ministerios de la Presidencia, Educación Pública, Comercio Exterior y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), con el fin de fortalecer la enseñanza de inglés en todos los niveles educativos, desde preescolar hasta universitario.
Como parte de la ABI, en febrero del 2020, el Gobierno dio a conocer el plan bajo el nombre “Hacia la Costa Rica Bilingüe” que promete que para el 2040, todos los estudiantes que están en el colegio pueden entender, conversar y escribir fluidamente en inglés.
Para lograr la sostenibilidad del plan y que se mantenga más allá de este gobierno, el Consejo Superior de Educación (CSE) aprobó en febrero del 2021 la Política Educativa de Promoción de Idiomas y su Plan de Acción 2021-2040, como instrumento de planificación general y estratégica, que servirá de guía para su implementación.
Incluye cinco ejes de acción, como la universalización de un segundo idioma desde preescolar, lo cual implica un proceso de ampliación de cobertura en todas las modalidades; fortalecer el perfil de contratación docente mediante la modificación de requisitos para otorgar las categorías profesionales para la enseñanza del inglés y la actualización de la malla curricular.
Rojas añadió que el alcance de la meta de universalización del inglés va a estar sujeta a la inversión que el país haga en cuanto a la enseñanza de preescolar bilingüe.
“El crecimiento es de un 5% anual, si se mantiene, en el 2040 alcanzaríamos al 100%. Sin embargo, si hay mayor inversión de presupuesto y capacitación esto se podría reducir muchísimo prácticamente al 2030 o 2035″, explicó.
Brecha en primaria y bajos resultados
De acuerdo con el informe del Departamento de Estadística del MEP, en 2020, la cobertura de la enseñanza del inglés a los alumnos matriculados en la escuela era mayor al 90% tanto en centros públicos, privados y subvencionados.
Sin embargo, eso no era así si se analiza la cobertura por tipo de centro educativo. Por ejemplo, solo el 64,4% de las escuelas públicas (2.378) imparten lecciones de Inglés; en el caso de las privadas, es el 99,7% (321) y en las subvencionadas, el 100% (18).
No necesariamente la mayor cobertura de inglés en la educación pública significa mayor desempeño de los estudiantes en esa lengua. Según las pruebas de Dominio lingüístico que la Universidad de Costa Rica (UCR) realizó a 3.011 estudiantes de quinto grado el año anterior, la mayoría se ubicó en el nivel más bajo de lo esperado.
Esa prueba divide el desempeño de los niños en bandas que son la PreA1 (la más básica), A1, A1+, A2, A2+ (la más alta). De acuerdo con el programa de estudios, los niños de quinto deben salir con el nivel A1+, pero el 66% se ubicó en la banda anterior, la A1; el 25% en A1+ y el 7,4% en la A2.
Esas pruebas también las realizaron el año anterior 71.000 estudiantes de último año de colegio como requisito para egresarse. Clasifican a los alumnos en escalas de desempeño, según las bandas establecidas por el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL), en los niveles de A1 (principiante) y A2 (dominio básico o elemental del idioma), de B1 (preintermedio), B2 (dominio intermedio) y C1 (avanzado).
Los colegiales, según su plan de estudios, deben ubicarse en las bandas B1 o B2 (preintermedio e intemedio) según la oferta educativa que cursan.
Sin embargo, el 75% de los alumnos evaluados egresaron con el nivel A1 y A2; en el B1 se colocó el 18% de los estudiantes; en el B2 estaba el 6% de los jóvenes y en el C1 apenas quedó ubicado el 0,5% de los alumnos.
LEA MÁS: Solo una cuarta parte de los costarricenses habla inglés
LEA MÁS: País pone en marcha estrategia para tener población bilingüe
LEA MÁS: País pone en marcha estrategia para tener población bilingüe
LEA MÁS: MEP pretende que en el 2040 todos los colegiales conversen, entiendan y escriban en inglés
LEA MÁS: Prueba de inglés desnuda dramático abismo entre colegios públicos y privados