Limón marca la historia de Costa Rica porque allí, en su cuarto y último viaje, arribó Cristóbal Colón en 1502. Primero, sus naves bordearon la isla Quiribrí –como la llamaban los aborígenes– y días después sus tripulantes desembarcaron a casi un kilómetro de distancia, en Cariay, el único poblado en tierra firme.
Este domingo 24 de junio, 50 jóvenes limonenses redescubrieron esa historia de su ciudad en un concurso transformado en juego educativo, que los llevó a encontrarse con los sitios más emblemáticos de este puerto caribeño.
En un solo día, desde plena mañana hasta el atardecer, vivieron "516 años en un día", como se tituló este juego en alusión a los años transcurridos desde la llegada del almirante.
Los 50 muchachos, todos mayores de 12 años, se apuntaron a conocer la historia del cacao en la empresa Chocolate Adventure Company, de George Grant; visitaron su céntrica Casa de la Cultura; fueron al sitio donde se levantó el pilar de unión de los negros en Limón, el que fuera el Black Star Line; caminaron hasta el estadio de béisbol Big Boy, también a la catedral limonense, la Biblioteca Pública y al nuevo edificio de la Municipalidad de Limón que tiene una arquitectura de aires caribeños.
El cierre de este histórico recorrido fue un encuentro directo con los sitios donde Colón puso sus ojos y sus pies.
Desde barrio Los Cocos, cerca de lo que en 1502 era el poblado indígena de Cariay (hoy Cieneguita), tomaron una lancha de la empresa Isla Uvita Ecotours que los llevó directo a Quiribrí, la hermosísima isla Uvita en la cual desembarcó el navegante genovés ese 25 de setiembre de 1502 y que la bautizó La Huerta por su hermoso color selvático que aún hoy conserva.
Formados en grupos, los muchachos recibieron charlas históricas en los ocho puntos visitados y luego se sometieron a responder preguntas sobre lo aprendido. En cada sitio se tomaron fotos y ganó el grupo llamado Caribeños al ataque reviviendo la Historia.
“Con esta actividad, pretendemos ayudar a que los jóvenes limonenses conozcan algo de la rica historia, cultura y presente de Limón. A la vez, los estimulamos a que permanezcan en el colegio, porque los elegidos son alumnos con muy buenas notas y quisimos darles un premio”, dijo Linda de Donder, de la Fundación Tejedores de Sueños, que apoya a alumnos en pobreza tanto de Limón como de otros puntos de Costa Rica.
Tejedores de Sueños, junto con el Consejo de la Persona Joven de Limón, organizaron el juego con el respaldo del alcalde Néstor Mattis Williams.
"Es importante mencionar el impresionante apoyo voluntario que tuvimos de la Municipalidad de Limón y del pueblo limonense, porque todos, absolutamente todos los acompañantes y los de las charlas, se apuntaron gratis, por amor a Limón. Y con mucho amor y entusiasmo", dijo de Donder, quien agregó que fue la Universidad Estatal a Distancia la que aportó voluntarios para que dieran el “alimento” con el que se nutrieron los jóvenes: la historia de Limón.