La "tradición" de portones abiertos del Liceo de Costa Rica llegó a su fin.
Este lunes, los cerca de 800 estudiantes se encontraron con la novedad, luego de semana y media de suspensión de clases por las investigaciones en torno a la muerte de Sebastián Díaz, alumno de sétimo año, quien falleció atropellado por el tren
Además del control de paso en los portones, los jóvenes se encontraron con agentes de seguridad privada.
"Lo que esta pasando es que se van a mantener cerrados, se controlará el paso de un lado a otro. La Junta contrató seguridad privada, que se va a mantener solo por una semana, y, además, se está contando con el apoyo de la Fuerza Pública que esa sí se se va a mantener.
"Era una tradición mantener los portones abiertos, pero ahora hay como buena disposición del ambiente del Liceo para que se puedan cerrar", explicó Katia Grosser, directora de Vida Estudiantil del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Antes del fallecimiento de Sebastián, el 28 de febrero, los portones de este colegio se mantenían abiertos ya que los alumnos tenían que cruzar la calle para ir de un edificio a otro.
El martes anterior, el Gobierno anunció que convocó a sesiones extraordinarias el proyecto de ley que propone cerrar el paso por el bulevar público que queda entre los dos edificios principales de la institución.
Aquella será otra respuesta a la muerte del colegial, cuyo deceso se produjo cuando salió en su hora de almuerzo. Se investiga si se debió a un supuesto reto.
También se investiga supuestas prácticas de bullying o matonismo, denunciadas mediante redes sociales por padres de familia o exalumnos.
LEA MÁS: OIJ no encuentra, por ahora, prueba de que colegial fallecido actuara por presión
Hasta el momento, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no ha encontrado evidencia de que la presión de terceros provocara la muerte del estudiante.
LEA MÁS: Gobierno convocó proyecto que cierra paso por bulevar del Liceo de Costa Rica
Socialización
Este lunes, los estudiantes tuvieron un proceso de dinámicas para abordar temores como forma de dar un inicio guiado a las lecciones luego de la muerte del joven.
Grosser explicó que a los sétimos y quintos años se les convocó en la mañana y a los octavos, novenos y décimos, en la tarde.
En cada uno de los turnos se inició sesión para que trabajaron los pensamientos y emociones.
"Hubo un espacio para que los alumnos expresaran, por ejemplo, la cercanía que tenían con el chico (Sebastián) lo inesperado del evento. Hablaron de lo mucho que los lastimó el ambiente que se hizo contra ellos, en redes sociales y gente de la calle; se sentían atacados, se sintieron culpabilizados.
"Hablaron de cómo pueden sentirse más seguros y de qué practicas les permitirán tener una convivencia más armónica", explicó Grosser.
Finalmente, los alumnos tuvieron una sesión en el gimnasio en grupos, cantaron el himno del Liceo y levantaron en su totalidad la bandera, la cual estaba a media asta.
Muchos padres de familia acudieron para acompañar a sus hijos en este reinicio de lecciones. Uno de ellos fue Jorge Valverde, cuyo hijo cursa sétimo año en la institución.
“Durante estos días hemos conversado sobre la importancia del respeto hacia las demás personas y de ayudar y denunciar hechos raros. También hemos hablado de la precaución ante cualquier peligro fuera del centro educativo”; explicó Valverde, luego de dejar a su hijo en la puerta del Liceo de Costa Rica.