Yadir Masís Campos, uno de los docentes de la Escuela Quebrada de Pérez Zeledón, se hizo presente este martes en la Comisión de Juventud, Niñez y Adolescencia de la Asamblea Legislativa y alzó la voz por la educación costarricense, al afirmar que con el pasar del tiempo va perdiendo calidad.
“Sabemos que la educación está muriendo en Costa Rica por muchos aspectos, los que somos docentes hace años hemos visto un cambio increíble en la educación (...) ahora hay varios factores, la falta de respeto, pérdida de valores, pérdida de autoridad de docentes y ahora la infraestructura”, manifestó el maestro.
Masís acudió a Cuesta de Moras junto con Denia Barrantes y Roxana Porras, directora y miembro de la Junta de Educación, respectivamente. Fueron con el objetivo de solicitar ayuda para tener una “escuela digna” que mejore la situación de sus 186 estudiantes.
Este centro educativo tiene 86 años por lo que el deterioro en su infraestructura es evidente; incluso tiene orden de cierre por parte del Ministerio de Salud. Barrantes alegó que llevan años solicitando una nueva infraestructura sin tener ninguna respuesta por parte del Ministerio de Educación Pública (MEP).
“‘Que se tienen que ir de aquí', dice el Ministerio de Salud, ¿para dónde? no tenemos a dónde irnos”, declaró Barrantes.
El docente comentó que dos de las aulas no tienen cielorraso e incluso partes de la escuela les ha caído encima a los estudiantes.
“Tuve que cambiar las puertas de los baños de hombres y mujeres porque los teníamos cubiertos con cartulina y no hay presupuesto. Se cambiaron las puertas pero los marcos se quiebran. Hace años, a los chicos de sexto grado les cayó encima parte del cielorraso; gracias a Dios es puro comején porque sino hubiera sido un accidente grave”, explicó Masís.
Desde la Junta, Porras aseguró que han hecho todo lo posible por beneficiar a su comunidad estudiantil pero la urgencia de una solución está ganando la partida.
“Si ustedes llegan a la institución a las 10 a. m, los niños están bañados en sudor porque no hay cielorraso, si llueve hay que ver las goteras (...) necesitamos abrir los ojos y ayudar a la educación”, alegó Porras.
El diputado del Frente Amplio, Jonathan Acuña, calificó como una barbaridad que las autoridades educativas no presten la suficiente atención a estas problemáticas.
“Al MEP, le importan muy poco las zonas rurales de nuestro país, le importa muy poco lo que ocurre fuera de la GAM”, sentenció Acuña.
De acuerdo con datos de la Dirección de Infraestructura Educativa (DIE) del Ministerio, actualmente hay 126 escuelas incluidas en la categoría de “riesgo inminente” después de la temporada de lluvias del 2022. Otros 78 centros educativos tienen una orden de cierre, desalojo o demolición.
Además tienen 1.004 órdenes sanitarias, las cuales el MEP no podrá atender el próximo año por falta de presupuesto.