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El Ministerio de Educación Pública (MEP) afirmó que los 396 pupitres que la Junta Administrativa del Conservatorio de Castella reportó este jueves como desaparecidos, en realidad fueron desechados debido al deterioro que provocó un mal manejo.
“Según informes de la Dirección del centro educativo, durante el periodo de pandemia, dichos muebles debían guardarse y como el centro educativo no contaba con espacios apropiados para su almacenamiento, los embodegó (en el mismo centro educativo) en recintos que no contribuyeron a su adecuada conservación. Al cabo de un tiempo, el mobiliario había sufrido un nivel de deterioro que obligó a darlos de baja”, informó el MEP, este viernes.
De acuerdo con sus explicaciones, el mismo centro educativo hizo un acta para desafectar los bienes por medio de la Dirección Regional y luego “fueron dados de baja”. En otras palabras, los escritorios no están en el centro educativo porque durante las vacaciones se los llevaron a desechar debido al deterioro.
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La presidenta de la Junta, Yorlene Víquez Estevanovich, dijo que el colegio interpuso una denuncia el jueves ante el MEP ya que este un día antes del inicio de lecciones, se percataron del faltante de mesas y no sabían qué ocurrió con ellas.
El faltante afectó a un 36% de estudiantes del centro educativo y ocurre en momentos en que la Junta Administrativa acababa de reparar cerca de 100 mesas para la entrada a clases.
Dijo que le preocupaba la situación porque en los últimos dos años recibieron varios pupitres nuevos, producto de una donación del Club Rotario y no habían recibido ninguna solicitud oficial del centro educativo para adquirir, sustituir o reparar mesas.
Agregaron que si se hubieran desechado, trasladado o donado tales mesas, desconocía el criterio que se usó para tomar la decisión.
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“Debido a esta situación, no fue posible revisarlos ni gestionar su eventual reparación como parte de la presentación del inicio del curso lectivo, como lo ha hecho la Junta Administrativa de forma proactiva en años anteriores”, finalizó.
Según el MEP, gracias al apoyo de exalumnos, profesores y gestiones de la Dirección Regional, se han podido conseguir donaciones de otros colegios, así como del Centro Cultural Costarricense Norteamericano, para sustituir las mesas.
