Después de que la ministra de Educación, Anna Katharina Müller, anunció su plan para fusionar 800 centros educativos pequeños en “megacentros”, con el objetivo de “abaratar costos y brindar mejor calidad”; surgió la preocupación de si este implicará la desaparición de las escuelas unidocentes, que son aquellas con menos de 30 alumnos.
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Leonardo Sánchez, viceministro administrativo del Ministerio de Educación Pública (MEP), aclaró que el concepto de megacentros no tiene que ver con escuelas con gran cantidad de alumnos, sino más bien de centros que ofrezcan más servicios a los estudiantes.
Explicó, por ejemplo, que en lugar de que haya dos escuelas unidocentes, una muy cerca de la otra, con pocos alumnos y muchas carencias, estas “se fusionen” y se les den mayores servicios educativos a los niños, como un currículum más completo y mejor infraestructura.
Sánchez, sin embargo, reconoce que no será posible en todos los casos, como ocurre con escuelas unidocentes que están en zonas muy remotas, y que no tienen las condiciones geográficas para fusionarse. Esas, dijo, seguirían funcionando.
“Los centros unidocentes se han colocado muy cerca unos de otros, en algunas zonas hay clústeres. En estos casos, siempre y cuando existan las condiciones, la idea es que estos estudiantes puedan ir a esos centros educativos, a través de transporte estudiantil. Nadie está hablando de cerrar las escuelas unidocentes, ni de que un estudiante tenga que trasladarse más de 5 kilómetros, ni cruzar ríos o montañas; es optimizar el sistema, siempre y cuando esté a una distancia prudente y exista transporte estudiantil o público”, manifestó el funcionario.
El Consejo Académico del Centro de Investigación y Docencia en Educación de la Universidad Nacional (CIDE-UNA), rechazó el plan de crear estos megacentros, anunciado en agosto ante los diputados de la Comisión Especial de Educación.
Los académicos manifestaron su temor de que dejen de existir escuelas en zonas muy alejadas, con lo cual muchos niños quedarían sin acceso a la educación.
Sánchez insistió en que eso no ocurrirá.
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De acuerdo con el viceministro, al fusionarse dos o más centros educativos en uno solo, los docentes que laboraban en estas escuelas unidocentes se trasladarían al megacentro para continuar ahí sus labores.
“La idea es más que cerrar el centro educativo, es darle la oportunidad a los estudiantes de gozar la mejor educación posible y la escuela unidocente que no se pueda fusionar, se fortalecerá”, agregó.
El origen
La idea de los megacentros surge de la recomendación que hizo el VII informe del Estado de la Educación, en 2019, sobre la posibilidad de agrupar escuelas unidocentes que estén a menos de cinco kilómetros entre sí, de modo tal que se pudiera contar con un centro bien equipado en vez de varios con muchas necesidades.
Se concluyó en ese informe que cerca de un 40% de las escuelas unidocentes (638) está dentro de un radio menor a 1.750 metros. La Nación publicó a finales del 2020, que el MEP mantenía 30 escuelas con un solo estudiante y 616 menos de 10, debido a la caída en la natalidad y la movilización migratoria.
Al 2022, 97 centros escuelas unidocentes habían cerrado en los últimos años por falta de alumnos.
De los 4.585 centros educativos del país, 1.467 son escuelas unidocentes. Atienden a un total de 79.330 niños y niñas residentes en territorios rurales, indígenas, costeros, fronterizos y agrícolas, entre otros.
Con Banco Mundial
Según explicó Sánchez, la idea es que si una escuela unidocente tiene campo para ampliarse y dar lugar a un megacentro se hará, si no, se construiría una nueva que recoja la matrícula de varias pequeñas escuelas a las que los alumnos asistirían con ayuda del transporte del MEP.
Dijo que, con el Banco Mundial esperan conceptualizar cómo será el megacentro y confían tenerlo este año, eso incluye definir cómo será esa estructura, qué servicios tendrá y cuál será su costo.
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¿Cómo se financiará? Dada la situación fiscal del país, Sánchez adelantó que para la construcción o mejora de infraestructura para megacentros se echaría mano de alianzas público-privadas, aunque no detalló más.
“Vamos a trabajar de la mano con el Banco Mundial, ellos tienen un grupo expertos en educación y vamos a empezar a partir de octubre a tener mesa de trabajo para empezar a diseñar esta propuesta para que sea lo más robusta posible”, informó el funcionario.
El Estado de la Educación tiene estudios sobre los posibles centros a fusionar.