Durante 14 años, los 619 funcionarios de oficinas centrales del Ministerio de Educación Pública (MEP) trabajaron en el edificio Rofas, ubicado al frente del Hospital San Juan de Dios, en la capital.
Sin embargo, entre abril y mayo del 2021, una parte del personal se mudará a la Torre Mercedes, en paseo Colón, y otra a un edificio propiedad de Corporación BCT, en Avenida Central de San José.
A Torre Mercedes también se trasladarán otras unidades, como la dirección de Programas de Equidad, que hoy tiene a sus 114 funcionarios en el edificio Ebbalar, antiguo edificio Numar.
Wilber Ching, oficial mayor del MEP, explicó que el objetivo de este cambio es producir un ahorro en el alquiler de edificios de la institución.
Actualmente, en San José centro, el Ministerio alquila cuatro edificios para albergar a cerca de 1.900 funcionarios administrativos de oficinas centrales.
El primero es Rofas, del que ocupan tres pisos y pagan ¢96 millones mensuales.
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El segundo es el edificio Ebbalar, por el que pagan ¢29 millones al mes.
El tercero es el edificio Raventós, con un costo de ¢99 millones al mes, y el cuarto es el inmueble Comercial Paseo Colón, que demanda ¢32 millones por mes y que alberga la dirección de Gestión y Evaluación de la Calidad.
Según Ching, se prescindirá de los alquileres de Rofas y Ebbalar, que cuestan ¢125 millones mensuales.
En su lugar, el MEP pagará ¢100 millones mensuales en Torre Mercedes, propiedad del Fondo Inmobiliario del Banco de Costa Rica (BCR), y ¢31 millones en el edificio de Corporación BCT.
A este último inmueble será trasladado el personal de Recursos Humanos, que hoy está en el edificio Rofas.
Chin argumentó que en Rofas, con un nuevo avalúo, la mensualidad podría subir de ¢96 millones a ¢131 millones en el 2021, debido a que debían ajustar el mobiliario y el equipo de climatización.
Al no pagar ese monto de alquiler, según el oficial mayor, el Ministerio prevé una contención de gasto por ¢372 millones anuales.
Añadió que, en Torre Mercedes, el monto de alquiler incluye reparaciones, mobiliario, cuota de mantenimiento, seguridad, espacios de parqueo, planta eléctrica y climatización, además de las obligaciones regulares que debe ofrecer un edificio.
En el caso del edificio de Corporación BCT, el funcionario declaró que este tiene 100 espacios más de trabajo que el edificio Ebbalar y que ofrece las reparaciones, mobiliario, cuota de mantenimiento, sistema de circuito cerrado, espacios de parqueo, planta eléctrica, climatización e ingreso con control de acceso.
Ching afirmó que, en Rofas, no hay planta eléctrica y, si hay un apagón, se suspenden las labores.
"Con los nuevos alquileres, reducimos los metros alquilados y eso permite ahorrar en gastos operativos (limpieza, seguridad, servicios públicos, fumigación). En Rofas, alquilamos 8.250 metros cuadrados y en el Ebbalar 2.800 metros. Se va a reducir a la mitad la contratación de metros cuadrados”, manifestó el funcionario.
Explicó que, en Rofas, por ejemplo, había que pagar varios oficiales 24/7 para la seguridad y, en estos nuevos edificios, se requerirán menos oficiales y solo contratados en horas laborales.
Se proyecta una disminución en el gasto operativo de alrededor de ¢200 millones anuales, dijo.
Nuevo concepto
El teletrabajo durante la pandemia llegó para quedarse. Chin explicó que se le ha encargado a la Oficialía Mayor una política de teletrabajo que permita que los servidores puedan desempeñarse tanto desde sus casas como en el lugar de trabajo y, a su vez, que disminuya el alquiler de metros cuadrados.
Además, se eliminan las usuales oficinas con paredes, las que reducen hasta en un 50% el espacio.
Se prevé oficinas para las jefaturas; sin embargo, los funcionarios con puesto de profesional y otros podrán acceder a un espacio de trabajo temporal adecuado para realizar sus tareas. También se mantienen espacios para reuniones.