Como sucedió con las pruebas estandarizadas de abril, el Ministerio de Educación Pública (MEP) tampoco dará temarios para la evaluación que realizarán entre octubre y noviembre los estudiantes de último año de escuela y colegio.
En cambio, el Ministerio ofrecerá una guía que indica la cantidad de ítems a evaluar en cada materia y los aspectos que serán cuestionados. Estos exámenes representarán el 40% de la calificación final de cada asignatura.
Los alumnos de sexto grado deberán responder 120 preguntas, mientras que los estudiantes de 11° año en colegios académicos, y 12° año en técnicos, tendrán 175 preguntas.
Esta información se encuentra disponible en la página del MEP para primaria y secundaria. Las autoridades del MEP argumentaron que la guía fue elaborada por asesores nacionales y regionales del país.
Álvaro Artavia, director de Gestión y Evaluación de la Calidad del Ministerio, explicó que están trabajando en un “cambio de mentalidad”.
“Un temario no es apropiado porque me daría una lista de temas y lo que buscamos es enfocarnos en las habilidades que están contenidas en los programas de estudio. Sin embargo, uno de los requisitos para cualquier prueba, especialmente las que tienen calificación, es contar con una tabla de especificaciones, la cual ya está publicada en el sitio web y todos los centros educativos la tienen”, aseguró.
Melvin Chaves, viceministro académico, recordó que durante 30 años, desde la implementación del examen de bachillerato en Costa Rica, las personas se han basado en temarios y han memorizado los libros sin saber resolver problemas.
No obstante, dijo, las evaluaciones no deben basarse en la memorización por lo que es necesario hacer un cambio cultural en el que se enfatice más en el desarrollo de habilidades y destrezas, así como la forma en que los estudiantes abordan un problema.
En criterio de Pablo Chaverri, académico de la Universidad Nacional (UNA), la guía presentada por el MEP es preocupante por la cantidad “excesiva” de preguntas para una sola prueba.
“Sería sumamente agotador y, por lo tanto, la prueba perdería validez como evidencia del desempeño de los estudiantes. Esto se debe a que el MEP ha propuesto, en la reforma del reglamento de evaluación de los aprendizajes, realizar un solo examen para todas las materias básicas, lo cual es exagerado, desproporcionado e injusto”, afirmó Chaverri.
Las primeras pruebas nacionales, que no tenían valor, revelaron que cuatro de cada diez estudiantes de sexto grado se encuentran en nivel básico o en nivel rojo.
En cuanto a los estudiantes de último año de colegio, la cifra asciende a cinco de cada diez, también en nivel básico o rojo.
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