Las aulas costarricenses reciben cada vez menos niños. La población escolar entre 6 y 11 años ha disminuido en 57.000 personas en los últimos 18 años, y nada indica que el proceso se revierta.
Por el contrario, proyecciones realizadas por el Estado de la Educación advierten de un “fuerte descenso” en la matrícula para el 2024 que incluso podría obligar el cierre de instituciones por falta de alumnos, traslados de personal y cambios en los requerimientos de funcionarios en algunas zonas, según lo indicó el VII Informe del Estado de la Educación, presentado en agosto.
La advertencia se realizó con base en estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y del Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica.
A pesar de estas circunstancias, el Ministerio de Educación Pública Pública (MEP) engordará su planilla para el 2020 con la contratación de 525 docentes, según el plan de gastos del próximo año presentado por el Ministerio de Hacienda al Congreso.
Con ese engrosamiento, la cantidad de funcionarios del MEP llegará a 86.672 en 2020.
El pago de los nuevos trabajadores, la mayoría docentes, tendrá un costo anual de ¢3.738 millones. Con ese monto, más los aumentos por costo de vida, las remuneraciones que paga el Ministerio pasarán de ¢1,578 billones (millones de millones) en 2019 a ¢1,589 billones en 2020. La diferencia es de ¢11.525 millones.
“Se registra un crecimiento del 0,8% (en remuneraciones) con respecto al 2019, con una participación del 59,5% dentro del presupuesto total del MEP, el crecimiento se evidencia por la incorporación de 525 plazas nuevas. La inclusión de puestos adicionales genera el aumento en los pluses asociados y, adicionalmente, se incorpora la previsión de pago de resoluciones administrativas, costo de vida e incentivo por laborar en zonas de menor desarrollo (IDS) y aumenta los grupos profesionales (Ley de carrera docente)”, indica el proyecto de presupuesto.
La ministra Guiselle Cruz justificó las plazas adicionales para el 2020 las que, según dijo, son principalmente para ampliar la matrícula en preescolar.
"Es importante saber que esas plazas en general las pedimos para la atención de la cobertura en los servicios de cuido para dar educación en esos servicios, para eso está la mayoría de plazas que pedimos en el presupuesto 2020”, dijo Cruz
También Reynaldo Ruiz, director de Planificación Institucional del Ministerio, manifestó que, en general, esas plazas responden a la ampliación de cobertura mediante la dotación de códigos nuevos a los jardines de niños independientes y los que se encuentran anexos a las escuelas; así como la ampliación y mejora de la cobertura del servicio en los centros de la Red de Cuido, es decir orientado a los menores de 4 años.
Asimismo, mencionó la ampliación del servicio de bilingüismo y la atención de estudiantes con necesidades educativas especiales, así como servicios de seguridad y limpieza.
Sin embargo, según el desglose de las 525 plazas que este medio solicitó al MEP, solo 142 son para contratar docentes de preescolar. En este nivel, se planea aumentar la cobertura que actualmente está en el 80% para los niños de Interactivo II ( de 3 a 4 años) y en un 88% para los niños de Transición ( de 5 a 6 años).
Se presupuestaron, además, 100 plazas para docentes de primaria, 130 para profesores de enseñanza técnico-profesional; 31 plazas de profesional del servicio civil 1B (como, por ejemplo, profesionales en Orientación); 28 puestos de asistente de educación especial y tres para educación indígena.
Por último, se solicitaron 91 plazas entre auxiliares de vigilancia de los centros educativos, cocineros, bibliotecólogos y conserjes.
Según Ruiz, estas contrataciones “no representan un gasto para el MEP” (a pesar de que costarán ¢3.738 millones más en la partida de remuneraciones para el 2020 ) porque el presupuesto del Ministerio para el 2020 no sobrepasa el del 2019, que es de ¢2,6 billones.
“En un contexto de presupuesto con cero crecimiento que fue con lo que se formuló para el año 2020, la inclusión de estos puestos nuevos no es resultado ni representa una erogación de gastos adicionales, en otras palabras, más bien, por el contrario, surgen de economías y racionalización de rubros en la partida remuneraciones que históricamente ha presentado subejecuciones importantes y se ha logrado ajustar más cercano a lo real”, expresó el funcionario.
Menos niños en las aulas
Proyección de la población en edad de asistir a primaria y preescolar.
FUENTE: INEC, CCP-UCR || J.C. / LA NACIÓN.
Oportunidad desaprovechada
Las contrataciones se dan en a pesar de que en los últimos seis años el MEP ha tenido que cerrar 57 centros educativos, la mayoría de ellos unidocentes (de al menos 30 alumnos).
El 2014 fue el año en el que más escuelas cerraron; un total de 14. En 2017 también hubo cierres, 12.
Los docentes que se quedaron sin niños para enseñar, no se despidieron, sino que se reubicaron en otros centros.
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“No podemos asociar baja de matrícula en baja de inversión, jamás. Nosotros lo que estamos diciendo con la situación del bono demográfico es que estamos haciendo estudios para poder hacer cambios significativos como bajar cantidad de estudiantes por docente, es un cambio que han hecho los demás países y es significativo en que eso mejora la calidad de la educación", dijo la ministra Cruz
Esos cambios, sin embargo, han tardado en llegar.
Según el VII Informe del Estado de la Educación, la baja en la matrícula, lejos de ser una amenaza, brinda la oportunidad de gestionar políticas y recursos que permitan mejorar la calidad de la oferta educativa en las aulas de primaria, pero el país no está avanzando con la celeridad requerida para aprovecharla.
Desde el anterior Informe, se sugirió la posibilidad de agrupar escuelas unidocentes ubicadas a distancias de menos de cinco kilómetros entre sí, de modo tal que se pudiera contar con un centro bien equipado que brinde a los niños de zonas rurales una educación de calidad, en lugar de varios planteles con graves carencias de infraestructura, docentes y recursos.
Se realizó un análisis de proximidad, que implicó el cálculo de la distancia entre una escuela y otra, y una estimación de radios de cobertura de cada plantel. Se hizo con el propósito de identificar la cantidad de niños con edades de 6 a 12 años en cada área de influencia.
“Se concluyó que cerca de un 40% de las escuelas unidocentes (638) está dentro de un radio menor a 1.750 metros, y que en 2016 casi dos terceras partes de ellas tenían diez alumnos o menos en un área de influencia de 5.000 metros. Conocer la estructura de la red actual de centros pequeños es un insumo de gran utilidad para acometer la tarea de mejorar la calidad de los servicios educativos”, señaló.
El Estado de la Educación explicó que en otros lugares donde no se puedan consolidar las escuelas, pueden formarse redes locales de varias escuelas unidocentes cercanas, mediante las cuales se busque optimizar el servicio educativo y el uso de los recursos disponibles.
La ministra de Educación considera que sí están aprovechando la baja en la matrícula y que, en estos momento están haciendo un ejercicio para identificar si se pueden agrupar escuelas unidocentes.
“En realidad el bono demográfico es una coyuntura que se viene dando, se está analizando. Con el cambio demográfico se tiene la oportunidad de mejorar la calidad de educación, se tienen menos alumnos por grupo, los docentes pueden tener una persona que los acompañe para mejorar su práctica pedagógica”, expresó la funcionaria.