La ministra de Educación, Anna Katharina Müller, presentará ante el Consejo Superior de Educación (CSE) una propuesta para disminuir el porcentaje ponderado de la Prueba Nacional Estandarizada.
En la actualidad, la segunda ronda de los exámenes que el Ministerio de Educación Pública (MEP) aplicará en noviembre a estudiantes de último año de escuela y colegio, representa el 40% de la calificación final y, por lo tanto, de la obtención del título de primaria o secundaria. El restante 60% se obtiene de los resultados en las materias.
Este lunes, a las 8:25 a. m., La Nación solicitó al MEP, vía WhatsApp, más información sobre la propuesta que Müller presentará, no obstante, se indicó que se esperará a la decisión del CSE para hacer comentarios al respecto.
Según el Ministerio, la decisión se basa en la evaluación de los resultados de la prueba piloto realizada en abril con el objetivo de que los estudiantes pudieran familiarizarse con el formato de la prueba.
El problema es que los datos proporcionados no ofrecieron una visión clara del estado de la educación. De acuerdo con las conclusiones que divulgó la institución, los alumnos, tanto de primaria como de secundaria, se dividen en los niveles básico, intermedio y avanzado, sin que se informara de los criterios para establecer cada categoría.
Bajo esta clasificación, el 40% de los estudiantes de sexto grado se ubica en el nivel básico. Entre los jóvenes de último año de colegio, esta cifra asciende a un 50% en nivel básico.
A raíz de la incertidumbre, estudiantes de secundaria se han manifestado para solicitar la suspensión de las próximas pruebas o la reducción del peso en la evaluación.
En respuesta, la ministra hizo un llamado a los alumnos “para que no permitan ser influenciados por quienes persiguen otros intereses”.
“Entendemos sus inquietudes. Cuando propusimos que la Prueba Nacional Estandarizada incorporara un diagnóstico, lo hicimos con el fin de determinar cuán cerca se encuentran los estudiantes de primaria y secundaria de sus objetivos de salida, a fin de plantear soluciones. Los estudiantes también son parte de las soluciones y por eso es vital escuchar sus voces”, afirmó.
La ministra anunció que intensificará un proceso de diálogo con estudiantes a lo largo y ancho del país.
Pruebas cuestionadas
Las críticas en torno a estas pruebas se dieron desde el anuncio de su aplicación, pues académicos y asesores del MEP cuestionaron la metodología y confiabilidad. Tales dudas persisten.
El pasado 25 de julio, la Comisión Interinstitucional de Estándares de Calidad para Pruebas Estandarizadas de Alto Impacto en el Contexto Académico y Profesional Costarricense, en conjunto con el Colectivo Mujeres por Costa Rica, reiteraron su desconfianza en estas evaluaciones.
A través de un comunicado, expresaron su preocupación porque los datos dados a conocer por el MEP puedan llevar a lecturas incorrectas o interpretaciones diversas. Advirtieron de que esta situación podría tener efectos negativos en el proceso educativo de los estudiantes y en la formulación de políticas educativas.