En la Escuela Miguel Aguilar Bonilla, ubicada en El Palmar de San Rafael de Heredia, los niños solo reciben tres horas de clases al día debido a que el Ministerio de Salud clausuró la mitad de la institución cuando la pared del gimnasio se vino abajo.
Se deshabilitó el segundo pabellón, por lo que hubo que acomodar a todos los estudiantes en el primer pabellón, desde kínder hasta sexto grado, con horarios reducidos de tres horas al día para cada grupo.
El dinero para arreglar la pared lo tienen depositado desde hace tiempo en la caja única, pero no pueden usarlo hasta que la Dirección de Infraestructura Educativa (DIE) del Ministerio de Educación Pública (MEP) se los autorice.
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“Nosotros ya tenemos absolutamente todo para que la DIE nos mande la carta donde nos autoriza, porque esa plata la tenemos; nosotros tenemos en Caja Única del Estado ¢54 millones para infraestructura, entonces no ocupamos ni el dinero. De hecho, hasta hubo una donación de una arquitecta que hizo todo el trabajo previo para empezar a construir, pero con el cambio de gobierno todo se paralizó”, dijo la directora de la escuela, Beatriz Chaves.
Las necesidades de infraestructura en los centros educativos crecen todos los días, hay más de 900 órdenes sanitarias; el dinero para hacerle frente a estas necesidades existe, pero el MEP es incapaz de ponerlo a trabajar y ejecutarlo.
Prueba de ello es que, a la fecha, las Juntas de Educación tienen depositados, desde hace años, ₡95.000 millones en sus cuentas de Caja Única para reparar los centros educativos, ese monto se ha mantenido constante en los años, está allí sin ningún uso porque su ejecución depende de que la DIE lo autorice al avanzar con los proyectos.
“Esos ₡95.000 millones han estado históricamente en caja única y ahí sí es un problema de gestión del MEP, en conjunto con las juntas, porque esa plata tiene años de estar ahí. Lo que nos preocupa a nosotros es la pérdida de valor de los recursos en el tiempo. El poder adquisitivo de esos recursos a las Juntas les permite comprar cada vez menos y esto es un problema”, explicó Leonardo Sánchez, viceministro administrativo del MEP.
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Sánchez dijo que una consecuencia es que ya el dinero y el proyecto original, por el cual se depositaron esos recursos, ya no encaja al haber pasado tanto tiempo desde que se realizó el depósito.
“La respuesta a por qué existe esa plata en Caja Única del Estado pasa por la incapacidad que ha tenido históricamente el MEP para poder ejecutar en tiempo y forma y de manera eficiente. Nosotros queremos mover esa plata, sin embargo, en muchos casos esa plata ya no es suficiente para el proyecto”, agregó Sánchez.
¿Qué van a hacer?
Para el funcionario, la solución para la construcción y reparación no pasa por darle más plata cada vez al MEP, sino buscar otros mecanismos.
Agregó que en este momento el inventario nacional de centros educativos tiene como objetivo identificar en qué estado están esos recursos con respecto al proyecto qué se había planteado inicialmente, y cuáles son los cuellos de botella que han hecho que no se ejecuten.
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“Sí hay que dejar claro que hay que mejorar enormemente la gestión y mejorar la gestión no pasa precisamente porque el MEP no es constructor, pasa por mover ese recursos que tenemos ahora y hacer otro tipo de estrategias para la construcción de centros educativos”, detalló.
Explicó que la DIE tendría “muchísimo trabajo” en los próximos tres años si se pone a mover esos ₡95.000 millones.
Paralelamente, agregó van a tener que buscar otra metodología de construcción de centros educativos.
“En esa metodología, yo no visualizo al MEP construyendo”, dijo.