Cinco meses después de realizadas las pruebas nacionales estandarizadas de octubre del 2023, el Ministerio de Educación Pública (MEP) divulgó en su página web los resultados de los exámenes que se aplicaron a 108.000 alumnos de sexto grado, colegiales de undécimo, y de duodécimo año de liceos técnicos.
Igual que ocurrió en julio del año pasado con los resultados de pruebas nacionales diagnósticas, el Ministerio utilizó un esquema ambiguo para presentar estos resultados, al distribuir a los estudiantes en las categorías “básico, intermedio y avanzado”, usando los colores del semáforo como indicadores, donde verde es el avanzado y rojo, el básico. No obstante, no indica criterios para cada una de esas categorías o niveles.
En la información que estuvo colgada en el sitio del Ministerio durante la mañana del miércoles –pues a la 1:30 p. m. ya había sido eliminada– no se proporcionan cifras generales del desempeño a nivel nacional, sino que se presentan por materia, dirección regional, sexo, zona y tipo de institución, es decir, primaria y secundaria, centros educativos diurnos, nocturnos y técnicos.
Estas fueron evaluaciones sumativas, es decir, con peso en la nota final de los estudiantes de un 30%. En primaria la realizaron 72.240 niños de escuelas públicas y privadas. En secundaria, los 36.140 alumnos de colegios académicos diurnos, públicos y privados.
Uno de los aspectos que resalta es que predominó el nivel intermedio en las asignaturas tanto de primaria como secundaria. Asimismo, persisten debilidades en Matemáticas tanto en escolares como colegiales, aunque también llaman la atención los bajos rendimientos en Ciencias y Cívica.
Sobre estos datos, La Nación solicitó al MEP una posición, sin embargo, se alegó que el informe será presentado oficialmente hasta el viernes.
“Eso nos deja en un limbo”
Pablo Chaverri Chaves, académico e investigador del Centro de Investigación y Docencia en Educación de la Universidad Nacional (CIDE-UNA), consideró que la forma en la que el MEP insiste en reportar los resultados es “bastante superficial” porque se clasifica a los estudiantes en tres categorías sin determinar cómo se establecen esos rangos y se restringe la oportunidad de dar una descripción más detallada de cada nivel.
“Además, esas categorías presentan problemas conceptuales. Por ejemplo, el nivel avanzado se define como satisfactorio, el intermedio como parcial, y el básico como elemental. Un nivel parcial puede ser cualquier cosa que no sea absoluta y eso nos deja en un limbo”, declaró Chaverri.
Señaló la necesidad de añadir un puntaje en el informe, saber cuántas preguntas se realizaron y el nivel de dificultad de estas y si se asociaban a los descriptores de nivel de las materias. También destacó la importancia de conocer los aspectos técnicos del análisis para comprender cómo llegó el MEP a esos resultados.
Esa, dijo, es la única forma de tener certeza de que no son resultados acomodados arbitrariamente, sino que existió un método de análisis sistemático, cuidadoso, válido y confiable que nos dé certeza de que lo que se está haciendo es correcto.
La Nación también solicitó el criterio al Estado de la Educación, del Programa Estado de la Nación (PEN), pero indicaron que hasta no analizar los resultados no se referirían.
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En primaria
Entre los resultados de primaria, el nivel avanzado es el de menor porcentaje en tres de las cuatro materias evaluadas. Solo en Estudios Sociales, la mayoría, un 34,85% de los niños aparecen en nivel avanzado; 33,88% en nivel intermedio y 31,27% en nivel básico.
Matemáticas, materia en la que los estudiantes consistentemente presentan mayor debilidad, es en la que menos escolares presentan un nivel avanzado: tan solo un 25,3%. No obstante, llama la atención de que la mayoría de ellos, 40%, se ubica en nivel intermedio y 34% en básico.
En el caso de Español, la mayoría de los niños aparecen en nivel intermedio, el 38,69%. en nivel básico, 32,56% y en avanzado, 28,75%. Finalmente, en Ciencias, la mayoría, el 36,39%, se ubica en básico; 35% en intermedio y 28,48% en avanzado.
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Al revisar los resultados por direcciones regionales, es preocupante el desempeño en Matemáticas de tres direcciones regionales. Es el caso de Sulá, en el sur de Limón, donde 61% están en nivel básico, mientras que, en Limón, 49%, y en la Zona Norte-Norte, 49%.
En el otro extremo, los que presentan mejor desempeño en Matemáticas, están en las direcciones regionales de San José Norte, Aguirre y Heredia.
En San José Norte, un 34% se ubica en nivel avanzado; en Aguirre, 34% y en Heredia, 32%.
Secundaria
La evaluación de los 36.140 alumnos de colegios diurnos académicos determinó que, en cuatro de cinco materias, la mayoría se ubica en el nivel intermedio.
La diferencia se da en Cívica, donde el grupo más numeroso, el 37,8%, apenas está en un nivel básico; 33,99% en intermedio y 28,53% en avanzado.
Ciencias registra, entre los colegiales de académicos diurnos, el menor porcentaje en nivel avanzado, con solo el 23%; mientras que 44% tiene un conocimiento intermedio y 32% un nivel básico.
En Matemáticas, el porcentaje en nivel avanzado es de 24%; mientras que 40% se ubica en nivel intermedio y 36% en básico.
Español, sin embargo, no está lejos de la situación de Matemáticas. Solo un 24% registra una categoría de avanzado; 42% nivel intermedio y 33% básico.
Finalmente, en el caso de Estudios Sociales, 37% quedó en nivel intermedio; 31% en avanzado y 30,95% en básico.
Al observar por dirección regional, Cívica tiene la mayor cantidad de personas en nivel básico y Limón es donde más se acentúa este fenómeno, con 57,35% de los alumnos. Le siguen la Zona Norte-Norte con 56%, y Santa Cruz con 55,41%.
Críticas reiterativas
En 2023 la Comisión Interinstitucional de Estándares de Calidad para Pruebas Estandarizadas de Alto Impacto en el Contexto Académico y Profesional Costarricense, junto con el Colectivo Mujeres por Costa Rica, criticó la metodología de semáforo mediante la cual se expusieron los resultados.
El principal cuestionamiento es que eso imposibilita cualquier intento de generar, en forma válida, interpretaciones útiles y confiables para diagnosticar el logro educativo.
De hecho, en ese momento alertaron de que esta situación podría generar consecuencias negativas en el proceso educativo estudiantil y en la toma de decisiones de política educativa.
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Igualmente, los sindicatos del MEP expresaron que los resultados sin puntaje irrespetan las dimensiones técnico-científicas de la evaluación de los aprendizajes.
De acuerdo con la información del Ministerio de las pruebas nacionales diagnósticas de aquel momento, cuatro de cada diez estudiantes de sexto grado estaban en un nivel básico; mientras que, entre los alumnos de último año de colegio, la cifra ascendía a 5 de cada 10.
No obstante, en ese momento tampoco se divulgaron los criterios para asignar cada una de esas categorías, por lo que los resultados no permitieron conocer el estado de la educación nacional.
En 2023, el 70% de los centros educativos aplicó los exámenes digitalmente, es decir, online. Esas son las instituciones que tenían conectividad o equipos. Mientras que el 25% de escuelas y colegios que no tenían “luz o equipo”, realizaron las evaluaciones offline, con dispositivos fuera de línea o material impreso.
Para 2024, este mes se realizaron las primeras pruebas nacionales diagnósticas, mientras que las sumativas se prevén para octubre. Esta vez pesarán un 40% de la nota final.