MEP necesita aplicar pruebas FARO para descubrir tamaño del ‘hueco académico’ que pandemia dejó en alumnos

Exámenes permitirán ver efecto del rezago en aprendizajes; ese estado de situación será la base para desarrollar planes de mejora

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No serán en mayo y junio, pero las pruebas FARO deben realizarse este año. La razón es que serán esas evaluaciones las que le permitirán descubrir al Ministerio de Educación Pública (MEP) el tamaño de lo que han llamado “el hueco académico” que dejó la pandemia en alumnos de escuelas y colegios.

Ese vacío en aprendizajes lo conocen los docentes y los centros educativos, pero la información no existe a nivel central, no está sistematizada.

Por eso, para tener una idea de la magnitud del problema es que el MEP debe hacer los esfuerzos por concretar las pruebas Fortalecimiento de Aprendizajes para la Renovación de Oportunidades (FARO), como lo planteó la viceministra académica, Melania Brenes, en el seno del Consejo Superior de Educación (CSE), desde el 22 de enero.

La siguiente medición sería en 2022, cuando se realicen los diagnósticos del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA).

Brenes llama “hueco académico” al porcentaje de habilidades y conocimientos no desarrollados en cada asignatura, pues con la emergencia sanitaria que comenzó en Costa Rica en marzo del 2020, hubo que priorizar temas en cada programa de estudio. El resto quedó sin verse.

En ese año, dijo la funcionaria, el MEP puso a disposición de los educadores una herramienta digital llamada Hedimep que permitió, al centro educativo, sistematizar la información de los aprendizajes alcanzados y generar los informes descriptivos de los logros que cada estudiante tuvo al cerrar el curso lectivo.

El problema es que la herramienta tuvo un alcance local y no permite reunir los datos generales.

“Este año se está trabajando en el sistema de evaluación que permita tener, eventualmente, en línea, el nivel de logro obtenido por los chicos en cada objetivo de aprendizaje. Eso es algo que está pendiente, que se pudo sistematizar a través de la herramienta local que es Hedimep, pero que a nivel nacional, se hubiera tenido la posibilidad de tener el sistema para que los docentes lo incluyeran y sistematizaran los resultados de evaluación”, expresó.

De haber sido así, en este momento se tendrían los datos en línea e identificado ese “hueco academico”.

Como no ocurrió, MEP tiene puesta la confianza en que los resultados de FARO den señales de la situación y, más tarde, PISA.

Dado el impacto actual de la ola pandémica, el Ministerio informó el viernes de que reprogramará las pruebas previstas para mayo y junio, que aplicaría a estudiantes de sexto grado, undécimo y duodécimo (colegios técnicos). Aún no define la nueva fecha.

Por ahora, mantiene en el calendario los exámenes para estudiantes de quinto grado, los que se realizarían del 26 al 29 de octubre, así como los de décimo y undécimo (en colegios técnicos), del 23 al 26 de noviembre.

¿Qué información dará FARO?

Con la aplicación de las pruebas FARO, el Ministerio de Educación busca recolectar evidencias de logro en las habilidades y aprendizajes esperados en las asignaturas evaluadas de cada uno de los estudiantes, en la primaria y la secundaria.

“Para poder tomar decisiones prontas y oportunas para el mejoramiento de los resultados”, adelantó la viceministra.

En otras palabras, los resultados le permitirán al país tener un “estado de la situación de los aprendizajes de los estudiantes”, el cual será la base para desarrollar planes de acción para la mejora del proceso de enseñanza y aprendizaje.

“Estos planes de mejora se formularán con base en los resultados obtenidos por el estudiantado en las pruebas. En una situación de pandemia como la que vivimos desde el año 2020, contar con los resultados de las pruebas FARO, será de gran utilidad para mejorar los procesos de aprendizaje”, aseguró Brenes.

Isabel Román, directora del Estado de la Educación, advirtió de que a partir de esos resultados deberán definirse estrategias remediales para todos los niveles del sistema educativo. El objetivo, enfatizó, debe ser evitar que “los daños temporales se vuelvan permanentes” para una generación “que el país no se puede dar el lujo de perder”.

Los niños y jóvenes que serán evaluados, no solo vivieron los efectos de la educación a distancia en pandemia, sino también el impacto de la huelga de tres meses en 2018, y las interrupciones, también por huelgas, en 2019.

Tres asignaturas

FARO evaluará los aprendizajes en Matemáticas, Ciencias (habilidades obtenidas en Física, Química y Biología; ya no se escogerá una), y Español (no se dividirá en Redacción y Ortografía).

El año anterior, por la pandemia, se suspendieron las clases presenciales desde marzo y solo se dieron clases a distancia con brechas relevantes en acceso tecnológico. Cerca de 350.000 alumnos carecen de Internet y equipo para contactar a su maestro a distancia.

De todos los contenidos que los alumnos debieron recibir el 2020, el MEP estimó que solo se iba a poder impartir el 50% de ellos en cada una de las asignaturas.El 50% restante que no se pudo conocer se iba distribuir a lo largo del 2021, año en que se retornó a la educación presencial combinada con la educación a distancia.

En ambos años, se suprimieron los exámenes tradicionales y la promoción y avance se ha calculado con base en trabajos y el desempeño de los alumnos con las guías que se envían al hogar.

El MEP dijo en abril a La Nación que no garantizaba el aprendizaje de alumnos con la evaluación implementada por huelga y pandemia.

Diagnósticos realizados por universidades públicas a estudiantes de primer ingreso, comenzaron a evidenciar esos vacíos.