En el 2015, el director de una sección nocturna del colegio técnico profesional (CTP), en Calle Blancos, San José, reportó al MEP la matrícula de 112 personas en las especialidades técnicas y que los profesores impartirían 230 lecciones.
Ese mismo año, otro director de una sección nocturna de un CTP, en Heredia, registró ante el Ministerio de Educación Pública (MEP) a 101 estudiantes matriculados en las especialidades y 184 lecciones por pagar a los docentes.
Sin embargo, una auditoría interna del mismo Ministerio reveló, hace dos semanas, que esos datos "no eran reales" y esto originó el pago de lecciones "que no correspondían".
Los auditores visitaron al azar varios de los 83 centros educativos técnicos nocturnos del MEP que ofrecen especialidades para el público en general, como dibujo arquitectónico, secretariado, contabilidad, eletromecánica o informática en redes.
La investigación descubrió, por ejemplo, que en el caso del colegio en Calle Blancos, se infló en 30 el número de alumnos, pues realmente eran 82 y no 112. También la cifra de lecciones de acuerdo con la matrícula, eran 214 y no 230. Así, el MEP pagó 16 de más.
En el caso de Heredia, la auditoría detectó 24 estudiantes menos. Confirmó que había 77 y no 101 como notificó el director y que el pago de lecciones debió ser de 160 y no 184. La situación se repetía en los otros colegios con la matrícula reportada en 2014 y 2015.
"El pago de lecciones y recargos se realiza a la libre y se puede afirmar que no son los reales, pues de acuerdo con los lineamientos establecidos, las cifras no son reportadas por los directores en los informes de la matrícula. Es decir, no se practican las auditorías de matrícula necesarias, por parte de los supervisores en los diferentes centros educativos, con el fin de fundamentar objetivamente la asignación del recurso humano y financiero", dijo la auditoría sobre las Secciones Técnicas Nocturnas (STN) de los CTP.
Estas especialidades solo se dan en los colegios técnicos profesionales, duran tres años, y nacieron en el 2008 con el objetivo de dar nuevas oportunidades para los jóvenes y adultos que deseen aprender un trabajo, permitiéndoles obtener un título de técnico medio.
El requisito para matricular es concluir la educación diversificada y/o el bachillerato. Además, se pueden inscribir las personas que solo tienen noveno año aprobado, sin embargo, esta población debe matricularse en alguno de los programas de educación abierta para sacar su bachillerato.
Según datos del MEP, para el 2017, la matrícula en esas secciones fue de 14.152 estudiantes.
Tras una visita hecha por la auditoría del MEP a cinco colegios en el 2014, se detectó que los porcentajes de estudiantes que aparecían de más constituían un 20%. En el 2015, visitaron otros cinco colegios, diferentes a los del 2014, y el porcentaje de alumnos de más era 18,88%. Cabe destacar que para dicho análisis no fueron considerados los estudiantes que desertaron, nunca llegaron, o se trasladaron tras matricularse.
En el caso de las lecciones pagadas que no correspondían, la investigación reveló que en el 2014, en los cinco colegios visitados fueron un 12,32%, o sea 192. En 2015, fueron 11,24% (112) lecciones que el MEP pagó de más.
"La falta de cumplimiento por parte de los directores y de los supervisores de realizar auditorajes ha propiciado el pago de lecciones que no corresponden, lo cual constituye un detrimento a las arcas del Estado", advierte el informe.
Iván Mena, director general Educación Técnica y Capacidades Emprendedoras del MEP, adujo que la matrícula fue reportada por los directores en marzo y que la auditoría fue hecha en octubre y que, en efecto, disminuyó el número de estudiantes porque hubo deserción.
Sin embargo, como se dijo anteriormente, la auditoría señaló que, para identificar a los estudiantes reportados de más, no se tomaron en cuenta los alumnos que desertaron, nunca llegaron o se trasladaron.
Mena añadió que el informe es una "buena" guía para evaluar y determinar ajustes.
"Dentro de los análisis se están estableciendo indicadores para la toma de decisiones. Sí es importante determinar la oportunidad de centralizar algunos servicios, sobre todo en aquellas regiones en las que se tiene mayor concentración de los servicios indicados", explicó Mena.
Otros pagos indebidos
Cuando la cantidad de estudiantes disminuye por debajo de las rangos mínimos de matrícula en las secciones técnicas nocturnas, el MEP estableció que las clases se deben dar por medio de tutorías, lo que origina que al docente se les disminuyan las lecciones. Sin embargo, según la auditoría, la baja en la matrícula no fue reportada al MEP y al docente se le pagó la misma cantidad de lecciones.
Por ejemplo, en el CTP de Liberia, en el 2014, había un grupo en la especialidad de Electromecánica de siete estudiantes. Se reportó al MEP el pago de 24 lecciones por ese grupo, sin embargo, según la auditoría, el número de lecciones que correspondían, de acuerdo a la matrícula, que estaba por debajo del mínimo, eran 12. Esto mismo ocurrió en siete colegios visitados entre 2014 y 2015.
¿Se va a investigar? Yaxinia Díaz, directora de Recursos Humanos del MEP, respondió que el informe está en etapa de análisis "para subsanar las recomendaciones".
La investigacion, además, no encontró "asidero legal" para que el Ministerio le pague un recargo de 40% a los docentes por dar lecciones de 60 minutos cuando en realidad cada lección que se da es de 45 minutos.
"En aspectos de decisiones operativas, es altamente grave el riesgo de las implicaciones de una resolución que a criterio de esta Dirección de Auditoría Interna adolece (sic) del asidero legal correspondiente", explica el informe.
Se le consultó al MEP el presupuesto de las secciones técnicas nocturnas (STN), pero Iván Mena informó que el CTP es una sola institución que cuenta con sección nocturna por lo tanto reciben un solo presupuesto, o sea, no se tiene segregado.
Evolución
El informe criticó el "acelerado" incremento de las secciones técnicas nocturnas en los CTP, las cuales pasaron de 10, en el 2010, a 83 en el 2014.
Según la investigación, no se observaron registros correspondientes a estudios, encuestas y evaluaciones sobre la población interesada, la oferta laboral de la zona y la infraestructura del centro educativo.
"La planificación en la apertura de las secciones nocturnas se denota particularmente errática, lo cual se refleja, entre otros hechos, en situaciones de centros educativos operando en zonas geográficas de cercanía próxima, lo que conlleva un despilfarro de recursos en el rubro de salarios públicos.
"Igualmente, en la creación de algunas secciones nocturnas no se evidencian estudios técnicos pertinentes y formales, conllevando incluso la oposición del mismo sector docente", informó la investigación.
Pocos graduados
La investigación evidenció el porcentaje sostenido de deserción de esta modalidad y la baja promoción de graduados. Este fenómeno, consideran, probablemente se deba a que los programas de estudio y las metodologías de aprendizaje "no están adecuados" para las personas que atienden.
Por ejemplo, en el 2014, la matrícula inicial fue de 9.966 alumnos, desertaron 2.840 y solo se graduaron 725. En el 2013, las inscripciones llegaron a las 6.906, 1.937 alumnos desertaron y se graduaron 314.
"La variable de graduados muestra un crecimiento muy lento en relación a la matrícula inicial e incluso la cantidad de estudiantes que desertaron logra triplicar aquellos que alcanzaron concluir exitosamente el programa. Se identifica que a partir del año 2006 la deserción no ha bajado de un 20%, mientras la cifra de graduados alcanza como su punto máximo un 27,35% en el 2010", indica el informe.
La auditoría no encontró medidas o propuestas para contrarrestar la deserción e incrementar la promoción de graduados, que permita impulsar el desarrollo de esa modalidad.
Para Iván Mena, director general Educación Técnica y Capacidades Emprendedoras del MEP, "lo exitoso del programa trasciende lo numérico".
"Radica en la oportunidad que se ofrece a la sociedad costarricense. Los resultados que se rescatan de un informe de auditoría deben de ser atendidos también en el contexto educativo y pedagógico, no exclusivamente en términos económicos, las inversiones en la educación son inversiones y no necesaria ni exclusivamente gastos.
"En la balanza debemos de colocar los gastos versus los beneficios de los que sí lograron graduarse y considerar definitivamente la movilidad social ascendente que estas graduaciones significan", dijo el funcionario.