Lo dice una ley. Los futuros maestros a los que el Ministerio de Educación Pública (MEP) dé una plaza en propiedad deberán haber superado la denominada prueba de idoneidad. El problema es que hasta el momento se desconoce cómo será, cuándo estará lista y cuándo se podrá aplicar el examen.
La razón de esta falta de respuestas es que el grupo de trabajo que integran el MEP y el Servicio Civil para elaborar e implementar la evaluación no sesiona desde el anterior Gobierno. El último encuentro fue el 7 de abril.
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La Dirección General de Servicio Civil (DGSC) confirmó que la ministra de Educación, Anna Katharina Müller, no los ha convocado para continuar con el trabajo para diseñar y aplicar el examen. El propósito de la prueba es asegurarse de que los docentes que lleguen a las aulas en los próximos años posean los conocimientos y las destrezas para la enseñanza de niños y jóvenes. El fin último es elevar la calidad del servicio educativo.
Fue en el 2020 que se reformó el artículo 55 del Estatuto de Servicio Civil para establecer que, para entrar a la carrera docente, los aspirantes deben aprobar el examen de idoneidad.
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Así, según la ley N° 9871, para entrar a la carrera docente se requiere “aprobar el examen de idoneidad que al efecto establezca el MEP, en coordinación con la Dirección General de Servicio Civil, el cual será el encargado de aplicar dicho examen”.
La anterior administración indicó que esa prueba estaría lista a finales del 2022, según el avance de la mesa de trabajo hasta abril.
Según informó el Servicio Civil, en términos generales, estaban trabajando en construir el reglamento para la aplicación del examen.
“Solo quedaron correos de lo trabajado, pues no ha habido convocatoria para discutir el documento propuesto”, dijo la DGSC.
El examen de idoneidad no solo es un requisito para el próximo concurso docente mediante el cual se otorgarían nuevas plazas en el MEP, sino que es una de las vías para mejorar la educación, pues obligará a elevar la calidad de los docentes que se gradúan y aspiran a conseguir un puesto.
Datos a 2021 señalaban que 90% de carreras de Educación llevaban más de una década sin actualizar programas de estudio, los cuales no se habían adaptado a las reformas curriculares. La situación, evidentemente, repercute en la formación de los niños y jóvenes.
Nadie sabe
El examen debe ser elaborado por el MEP, pero el Servicio Civil informó de que no saben nada del avance, por lo que recomendó hacer la consulta directamente al Ministerio de Educación.
“Estamos a la espera de que las nuevas autoridades convoquen y activen la comisión interinstitucional que se tenía habilitada en la anterior administración. Hasta ahora no se ha recibido convocatoria al efecto”, manifestó Olman Jiménez, director de Carrera Docente del Servicio Civil.
Desde setiembre, reiteradamente, La Nación ha solicitado a la oficina de prensa del MEP una entrevista con los encargados para conocer los avances en la confección del examen de idoneidad. Pese a múltiples mensajes y correos recordando la necesidad de información pública, el 18 de octubre, respondieron: “El tema de la prueba de idoneidad está en fase de definición. En cuanto se tenga definido se comunicará la respuesta”.
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Hasta el momento, ni siquiera los representantes gremiales manejan alguna información, como lo ratificó Gilbert Díaz, presidente del Sindicato de Educadores Costarricenses (SEC). Según él, a pesar de múltiples solicitudes, tampoco saben qué ha ocurrido con la confección de dicho examen.
“No se nos ha presentado ninguna propuesta. Esto tiene que ser analizado y aprobado por el Consejo Superior de Educación y, de acuerdo con lo que conocemos, no hay ninguna propuesta elaborada ni presentada. No sabemos nada”, expresó Díaz.
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Recordó que, como no se ha avanzado en nada con la prueba de idoneidad, el Servicio Civil autorizó, con base en un criterio legal, que se permitiera otorgar las plazas a los educadores que participaron en el concurso docente del 2019, sin haberles aplicado ese requisito.
Para ese concurso se inscribieron unas 60.000 personas que competían por más de 1.200 plazas en el MEP, informó a finales del año anterior Alfredo Hasbum, entonces director de Servicio Civil.
Ese proceso de selección estaba congelado y el otorgamiento de las plazas se frenó el año anterior ante la duda de si se les debió aplicar o no la prueba a quienes se presentaron al concurso del 2019, tras la reforma legal del 2020.
No obstante, un criterio legal de la DGSC, emitido el 2 de setiembre del 2022, mediante oficio AJ-OF-469-2022, descartó la aplicación de dicho examen a quienes participaron en ese concurso debido a que, cuando se plantearon los requisitos, no se había dado la reforma.
Diccionario de competencias
Como parte del avance en la mesa de trabajo entre el MEP y el Servicio Civil se publicó, a inicios del año, un documento sobre el Diccionario de Competencias Laborales docentes que elaboraron como parte del examen de idoneidad.
Esas competencias las definen como “los comportamientos observables y medibles, con los cuales se logra identificar y demostrar en las personas, las capacidades, conocimientos, destrezas, habilidades y valores necesarios para ejecutar con éxito las funciones de un determinado puesto de trabajo, generando valor público en el Estado costarricense”.
El Diccionario de Competencias Laborales aplicables al Título II (docentes) del Estatuto de Servicio Civil, se compone de un total de 17 habilidades necesarias en los docentes para mejorar la calidad de la educación pública.
Estas son: compromiso con el servicio público, integridad ética en el desempeño de la función pública, trabajo colaborativo, comunicación y desarrollo profesional.
También se pide docencia de calidad (conocimiento disciplinar y curricular en su ámbito educativo), gestión administrativa de calidad, planificación estratégica, pensamiento y analítico.
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Como parte de las competencias de aplicación del conocimiento, se solicita la mediación pedagógica para el éxito educativo, uso de tecnologías digitales para el aprendizaje y liderazgo pedagógico.
También la resolución de problemas, un pensamiento flexible y conocimiento para la gestión de tecnologías digitales para la educación.
De acuerdo con el nivel de conocimiento del docente en dichas competencias se les ubicará en una escala de “básico”, “intermedio”, “avanzado” y “destacado”.