El Ministerio de Educación Pública (MEP) se trajo abajo los mitos creados por el Consejo Nacional de Producción (CNP) sobre su programa de venta de alimentos para escuelas y colegios, que llega a los ¢75.000 millones en un año.
El estudio lo presentó Leonardo Sánchez, director de Programas de Equidad del MEP, a los diputados de la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público, donde se contradice el discurso del Consejo de que “pequeños productores” son en su mayoría, quienes viven del negocio.
No. Según el análisis, el 37,2% de los proveedores son grandes; 27,2% pequeños o medianos (pymes) y el 35,5% microempresas, al punto que hay un sector que negocia hasta ¢30.000 millones por año.
“Hay 26 empresas que agrupan el 32% (939) de todos los centros educativos que abastece el CNP. Quiere decir que, en promedio, tienen al menos 42 centros educativos cada uno, pero algunos tienen hasta 100. Este grupo pequeño absorbe una tajada bastante grande: el 40% (¢30.000 millones anuales) del presupuesto que se le asigna los centros educativos para que paguen al Consejo”, dijo Sánchez a los diputados.
Con ello, desmitificó otro punto pregonado por el CNP: que el programa de venta de alimentos genera distribución de la riqueza.
De hecho, el MEP desnudó cómo los intermediarios están metidos en el negocio de suministros a escuelas y colegios pues, el 30% de las escuelas abastecidas por el CNP solo tienen un proveedor de alimentos y productos. El 16%, tienen de 2 a 3 proveedores y el 54% de 4 a 5.
Esos datos provocan dudas, al punto que el diputado Carlos Ricardo Benavides, del Partido Liberación Nacional (PLN), le preguntó a Sánchez.
“Quiere decir que la tercera parte de las escuelas que le compran a proveedores CNP tienen un proveedor único. Yo concluyo que sería imposible que ese proveedor único produzca huevos, abarrotes, carne, frutas, verduras, etcétera. Es decir, no podría ser que la señora de los huevos de allá de la zona sur produzca también la vaca, el chancho y las hortalizas y todo al mismo tiempo para vendérselo a la escuela. Entendería yo que es un comercializador que centraliza y tiene a la venta todos los artículos. ¿Estoy suponiendo bien o se trata de gente que produce de todo?”.
Sánchez contestó: “Es correcto. Un solo proveedor tiene que abastecer toda la línea abarrotes, carnes, lácteos, proteínas, vegetales, frutas y hortalizas. Pero ese mismo proveedor también probablemente tenga asignadas varias escuelas. ¿Qué quiere decir eso? Que esas escuelas pueden demandar otros productos que están dentro de la lista, por lo tanto, la cantidad de productos es todavía más grande y más compleja, entonces, esos proveedores no producen todo”.
Benavides cuestionó también sobre los casos de escuelas abastecidas por el CNP que tienen cinco proveedores. Para él resulta “difícil de creer” que esos cinco proveedores son productores directos de la totalidad de los bienes que consume una escuela, incluyendo productos de limpieza.
Otro mito que se trae abajo el MEP es el divulgado por el CNP de que los suplidores de alimentos viajan hasta 100 km en las zonas rurales para llevar productos a las escuelas y colegios. Incluso, según el Consejo, cruzan ríos y transitan caminos de difícil acceso con tal de llevar “dos kilos de pollo, dos kilos de huevo y 0,75 kilos de carne”.
“Es importante mencionar que el 80% de los centros educativos más grandes son abastecidos por el CNP”, dice el estudio del Ministerio. “Se ubican en zonas urbanas en su totalidad dentro de la Gran Área Metropolitana y áreas intermedias; están en una ubicación privilegiada desde el punto de vista de acceso al transporte”, agregó Sánchez a los congresistas.
Otra situación que revela el MEP es que casi la mitad de los proveedores del CNP tienen “doble sombrero”. Resulta que de todos los centros educativos (4.575), el 44% (2.013) dijo que su proveedor suple tanto a través del CNP como de forma privada.
O sea, un solo proveedor forma parte de la lista de suplidores del Consejo y, a su vez, resulta ganador de los procesos de contratación administrativa que realizan las juntas, por aparte, para contratar un proveedor privado.
“Esos proveedores, que pudiéramos llamar independientes, en muchos de los casos son los mismos del Consejo, es decir, que a unas escuelas les venden con un sombrero y a otras escuelas le venden con otro sombrero, pero es la misma empresa y, al respecto, todavía no tenemos determinado si el precio que aplican es igual en uno o en el otro”, manifestó el diputado Benavides.
Las juntas abastecidas por proveedores privados o independientes definen ellas mismas los precios, el volumen de productos y logística de distribución con el proveedor privado, según las cláusulas establecidas en los contratos.
El análisis fue solicitado al MEP por la Contraloría General de la República (CGR) en respuesta a una solicitud de los diputados del Partido Acción Ciudadana (PAC).
Los legisladores demandaron comparar el servicio y calidad de productos que vende el CNP con respecto a los proveedores independientes que contratan, por aparte, Juntas de Educación y Administrativas a las cuales el CNP no tiene capacidad de atender.
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El reporte incluye un censo con 14 encuestas que corresponden a las entregas de paquetes y alimentos recibidos por los centros educativos entre abril 2020 y junio 2021. Respondieron 3.478 centros educativos de los 4.575 a los que se les consultó.
El Consejo abastece el 64% (2.935) de escuelas y colegios y, los proveedores privados, al 36% (1.631). Las juntas de educación que son abastecidas por proveedores privados deben realizar los procesos ordinarios de contratación administrativa para elegir a la empresa que los va a abastecer.
Los resultados del informe del MEP chocan con lo dicho el 26 de agosto por el presidente ejecutivo del CNP, Ángel Jiménez, en una comparecencia ante los diputados de la Comisión de Ciencia y Tecnología que discutía un proyecto, al final desechado por ellos mismos, para eliminar la obligatoriedad de las escuelas de comprarle alimentos al Consejo.
Jiménez defendió el Programa de Abastecimiento Institucional (PAI) del CNP con el argumento de que distribuye riqueza, según dijo, por la participación de micro, pequeños y medianos productores.
Aseguró, sin un estudio formal, de que un 50% de sus proveedores son microempresas, 25% pequeñas, 15% medianas y 10% grandes. A estas últimas las describió como de “base social” pues son cooperativas.
Para el 2021 el CNP cuenta con 376 proveedores que se distribuyen los 2.935 centros educativos.
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El 6 de agosto, Ángel Jiménez también envió un comunicado afirmando que “es frecuente que suplidores del PAI se desplacen como mínimo 20 kilómetros en la Gran Área Metropolitana, y hasta 100 km en zonas rurales, que crucen ríos y caminos de difícil acceso, dentro de su ruta asignada, para entregar a un centro educativo dos kilos de pollo, dos kilos de huevos y 0,75 kilos de carne”, lo cual desmitifica ahora el MEP.
En un comunicado enviado el 30 de julio titulado Alto a las verdades a medias contra el CNP, el Consejo afirmó que hay una “importante participación del CNP en centros educativos, caracterizadas por: baja población, unidocencia, largas distancias y difícil acceso”.
Sin embargo, el estudio del MEP reveló que son los proveedores privados los que abastecen en su mayoría escuelas de menor tamaño. El 43,3% de las escuelas que abastecen cuentan con menos de 30 estudiantes (escuelas unidocentes) y el 29% a centros con menos de 100 alumnos. Menos del 6% de los centros abastecidos por proveedores privados cuentan con más de 500 estudiantes beneficiarios.
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En el caso del CNP, el 26,3% de centros educativos que abastece tiene entre 100 y 250 beneficiarios; un 18,3% entre 50 y 100 beneficiarios y el 16,7% de los centros entre 250 y 500 beneficiarios. El 12,8% de los centros que abastece el CNP cuentan con más de 500 beneficiarios.
Sánchez explicó que el Ministerio Educación tiene cerca de 4.500 centros educativos de los cuales el 33% son unidocentes ubicados todos en zonas rurales
“Los centros educativos con más de 500 estudiantes los resalto por una razón muy sencilla: estos centros agrupan menos del 10% de la totalidad de centros pero consumen el 38% del presupuesto. ¿Qué quiere decir esto? Que desde el punto de vista de mercado, estos son centros educativos con gran incentivo para poder abastecer y se ubican en zonas urbanas en su totalidad dentro de la Gran Área Metropolitana y áreas intermedias; están en una ubicación privilegiada desde el punto de vista de acceso al transporte”, comentó Sánchez.
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La próxima semana, el MEP presentará ante los legisladores la continuación de este informe pero, en esta ocasión, se compararán los precios entre proveedores del Consejo y proveedores independientes.
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