Un aumento "regulado pero sustancial" en las tarifas de las universidades públicas recomendó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como parte de las reformas para fortalecer la educación superior en el país.
También propuso que parte del presupuesto de becas se destine a estudiantes de bajos recursos de las universidades privadas.
Según la organización, estos son algunos de los mecanismos que permitirán hacer la educacion superior pública más equitativa.
El informe "Revisión de políticas nacionales de educación en Costa Rica", que evalúa las prácticas del país en este ámbito como parte del proceso para ingresar a ese organismo, explica que el gasto dentro del sistema universitario público "no se asigna de forma equitativa".
El estudio, presentado la semana pasada, parte de que el 54% de los alumnos que están matriculados en las universidades públicas proviene de contextos acomodados, lo que sugiere que tienen capacidad de pago, y que solo un 7,5% forma parte del quintil 1 (el de más bajos ingresos).
Actualmente, por ejemplo, un alumno de la Universidad de Costa Rica (UCR) que no esté becado paga en promedio ¢15.000 por concepto de créditos. El tope de créditos que debe pagar es de 12, aunque lleve más. O sea, por semestre, ese alumno paga alrededor de ¢180.000 por el bloque completo, aunque eso varía según la carrera y el nivel.
Cabe destacar que el 56% (21.412) de los 38.000 alumnos de la UCR tenían, en el 2016, un tipo de beca socioeconómica, lo cual les reduce o exonera del pago de los créditos.
LEA:OCDE señala 'poca mejora' en estudiantes ticos pese a alta inversión
Ese porcentaje no incluye a los universitarios que reciben becas por "actividades universitarias" o por excelencia académica, a los que también se les exonera del pago de créditos, independientemente del nivel socioeconómico.
"La mayoría de los alumnos que se benefician de las universidades públicas son de contextos acomodados. Los estudiantes que pueden pagar educación secundaria privada tienen el doble de probabilidades de ingresar a las universidades públicas comparados con aquellos que asisten a la pública. Por el contrario, los estudiantes de universidades privadas casi no tiene acceso a becas, a pesar de hacer frente a montos mucho más elevados y muchos de ellos provienen de familias de bajos ingresos", explica el informe de la OCDE.
Según la OCDE, esas barreras financieras explican por qué la matrícula de los alumnos de más bajos ingresos es tan baja en la educación superior pública.
"Se debe ofrecer becas y préstamos a estudiantes que buscan programas de calidad, ya sea en universidades públicas o en privadas, reemplazando los actuales acuerdos que canalizan principalmente el subsidio a estudiantes vía universidades públicas por medio de una matrícula subsidiada y por medio de becas. Deberá haber un aumento regulado pero sustancial de las tarifas de universidades públicas", explica el informe de la OCDE.
En el 2016, las cinco universidades públicas –UCR, Universidad Nacional (UNA), Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), Universidad Nacional a Distacia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN)– destinaron ¢41.533 millones para becas de tipo socioeconómico.
Posiciones
El rector de la UNA, Alberto Salom, dijo que le extraña que la OCDE pida que los alumnos paguen más cuando muchos de los 35 paises que pertenecen a la OCDE ofrecen la educación superior gratuita.
"Yo personalmente creo que podríamos aumentar un poco más el valor de los créditos para los que puedan pagar más, siempre y cuando todo lo que entre por concepto de crédito vaya al sistema de becas. Si los estudiantes están de acuerdo, no me tiembla el pulso para aumentar el valor del crédito, si los estudiantes pueden pagar", dijo Salom.
En la UNA, los alumnos pagan un promedio de ¢12.000 por el crédito, y el bloque completo por semestre les cuesta menos de ¢150.000. De los 18.400 alumnos matriculados en el 2016, 7.675 tenían beca socioeconómica.
TAMBIÉN: 52% de alumnos de ‘U’ públicas estudian con beca
Para Salom, el informe de la OCDE es muy superficial, ya que mezcla las universidades privadas con las públicas, lo cual, según él, "distorsiona cualquier estadística".
"Tienen estadísticas sesgadas. Hacen sugerencias que muestran un enorme desconocimiento de nuestra realidad, incluida nuestra autonomía. Tenemos un porcentaje mucho más alto de estudiantes provenientes de colegios públicos que de privados, y sacan una estadística en la que están haciendo una mezcla de los dos sistemas, público y privado, que no corresponde", indicó Salom.
Por su parte, el rector de la UCR, Henning Jensen, no está de acuerdo en aumentar las tarifas.
"Eso resultaría catastrófico porque provocaría mayor exclusión social. En la inequidad en el acceso a la educación superior, aquí hay que señalar que esa inequidad no es provocada por las universidades públicas, sino por la sociedad. Nosotros tenemos programas de admisión diferida y un programa con la población indígena y hemos fortalcedio los sistemas de becas para asegurar la retención del estudiantado", manifestó Jensen.
La OCDE destacó en su informe el recococimiento internacional de algunas universidades públicas, pero fue enfático en señalar que "el gasto público en la educación universitaria está aumentando de forma insostenible y no se asigna de forma equitativa"
El organismo propone priorizar los fondos dentro del presupuesto general de educación, con una reducción en el gasto universitario, en favor de la inversión en educación preescolar, primaria y secundaria.
"Costa Rica invierte muchos recursos en los estudiantes universitarios y poco en los más pequeños, pero, si usted ve los beneficios sociales de la inversión, los mayores resultados provendrán de invertir en las edades tempranas y no en la etapa universitaria", dijo Andreas Schleicher, director de Educación y Habilidades de la OCDE.
Para el 2017, el presupuesto del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) es de ¢478.570 millones. Según la OCDE, el presupuesto es muy superior a la mayoría de los países de la Organización y es usado por las universidades a su total discreción.