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Los créditos para estudios universitarios de la Comisión Nacional de Préstamos para la Educación (Conape) se vinieron a pique en la última década, con una reducción de beneficiarios del 30%, al pasar de ser 21.651, en 2010, a 15.193, en 2020.
Una de las explicaciones para esta baja es la reducción de presupuesto para colocación de créditos que ha tenido la entidad, la cual registró un descenso del 55% en ese periodo.
Mientras en el 2010 recibió ¢46.675 millones, en 2020 bajó a ¢21.000 millones.
Los datos del presupuesto del 2010 fueron traídos a términos reales del 2020 para conocer la verdadera reducción. Cabe resaltar que la Comisión coloca casi el 100% de su presupuesto en créditos.
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La Ley de Creación de Conape (6041) establece que esta entidad se financia con los pagos de los préstamos que realizan los beneficiarios, que representan un 60% de los ingresos.
Además, con el 5% de las utilidades de los bancos públicos y privados del país, que corresponden al 40% restante. Dichos aportes también los establece la Ley del Sistema Bancario Nacional.
Pero, no solo cayó el número de beneficiarios y el presupuesto para créditos. También hubo una fuerte reducción de la cobertura de la población meta de Conape, que son bachilleres de colegios, de entre 17 y 25 años, según un estudio del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“Entre el 2010 y el 2020 la tasa de cobertura pasó de 6,90% al 4,09%. La disminución es explicada por la reducción en el número de beneficiarios y el aumento en los beneficiarios potenciales”, explica el análisis.
La población meta o número de “beneficiarios potenciales” es la cantidad de personas que cumplen con los requisitos de elegibilidad establecidos por el reglamento de crédito de Conape. Son beneficiarios potenciales de un crédito para cursar un grado universitario. Estos pasaron de ser 313.810, en 2010, a 371.711 en 2020.
Conape presta dinero con un interés del 5,5% anual. En universidades privadas, tanto en Costa Rica, como en el exterior, el financiamiento puede llegar a ¢64,6 millones para pregrados, licenciaturas, maestrías y doctorados.
Para bachillerato y licenciatura en universidades públicas, el monto máximo anual es de ¢2,9 millones durante 6,2 años (4,4 por bachillerato y 1,8 por licenciatura). De esa forma, el préstamo asciende a ¢17,9 millones.
Afectación a los de menos recursos
Los más afectados por la caída en los créditos de Conape son los alumnos de bajos recursos que usan el dinero para ingresar a una universidad privada, principalmente.
En el 2010, la tasa de cobertura de la Comisión en los hogares de menor ingreso (quintiles 1 y 2) fue 45% (9.469 beneficiarios); en 2020, bajó al 16% (4.933).
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En el caso de los hogares ubicados en quintiles de mayor ingreso (3,4 y 5), la cobertura pasó del 8,5% (12.090 beneficiarios) al 6% (7.769).
El alcance de Conape también se redujo en zonas rural y urbana. En el 2010, la tasa de cobertura de las zonas rurales fue de 7% y la de zonas urbanas de 6,87%; en el 2020 bajó a 3,65% y a 4,20%, respectivamente.
“Todas las regiones de planificación del país mostraron una notable disminución en la tasa de cobertura. En el 2010, la región Chorotega era la que tenía la mayor tasa (8,66%). No obstante, al final del periodo analizado, la región Brunca se posicionó como la de mayor cobertura (5,12%), mientras que la Chorotega se convirtió en la de menor cobertura a nivel nacional (3,04%)”, indica el estudio del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas.
Por universidad, durante el 2020, la tasa de cobertura entre personas que asisten a universidades privadas fue de 16,01% (14.247 alumnos); en 2010, era de 23,51% (19.235 beneficiarios).
Mientras, entre personas que asisten a universidades públicas fue de 0,76% el año pasado (810 estudiantes) frente a 2,19% (2.262) hace 10 años.
Por edad
Las personas de 17 a 25 años representan el 72,5% de las colocaciones de Conape del 2009 al 2020. Sin embargo, los principales beneficiarios no son los que recién salen del colegio, pues, la cobertura se incrementa conforme aumenta la edad, principalmente, después de los 23 años.
Según el estudio, la cobertura de alumnos de 18 años, en 2020, fue apenas de 1,55%. Sin embargo, en el 2010, era de 5,14%.
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La mayor cobertura en 2020 la tenían personas de 25 años, un 7,34% de esa población; en 2010 era menos, 6,75%.
Causas
Consultado por la caída en números, Efraín Miranda, secretario ejecutivo de Conape, explicó que en la última década se dio un aumento exponencial en el número de egresados de colegios gracias a subsidios para minimizar la deserción.
“Esto hizo que para 2020, el número de graduados fuera varias veces superior al de años atrás. Debemos tomar en cuenta que no todos deciden seguir estudios técnicos o superiores, de forma que la disminución del porcentaje de cobertura se explica por este crecimiento exponencial en graduados”, explicó.
La disminución en la cobertura total se marcó más a partir del año 2019, dijo, cuando se presentaron situaciones específicas. Primero, una disminución de los ingresos de Conape, por las cuales la colocación de nuevos préstamos fue menor a la de los años anteriores y, luego, la pandemia.
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“Para el año 2019 se presentó una alta demanda del crédito educativo, pero los ingresos de ese año no crecieron de la misma manera y, por lo tanto, fue necesario limitar el financiamiento para algunas carreras educativas y para los niveles de posgrado y estudios en el exterior, provocando finalmente una menor colocación de préstamos, respecto a los períodos anteriores”, expresó.
En 2019, el aporte de los bancos decreció en 29% con respecto 2017. Hace cuatro años, Conape recibió ¢17.000 millones de los entidades financieras; en 2019 esa cifra se redujo a ¢12.200 millones.
En cuanto a las solicitudes de préstamos, en 2019 llegaron a 1.800; en 2018 fueron 1.152.
Durante el 2020, explicó Miranda, Conape mantuvo la restricción en el financiamiento hasta mayo. A partir de ese mes se retornó a la condición normal.
