Como es esperable, el inicio de las pruebas nacionales llenaron de preocupación a padres y de angustia a los escolares que deben enfrentarlas desde este lunes y por los próximos tres días. Es el caso de Maggie Mojica Campos, madre de Sara, estudiante de la Escuela Carlos Monge, en Cartago.
Según la madre, la niña iba nerviosa pero preparada para enfrentar el examen. Aun así, doña Maggie cuestionó al Ministerio de Educación Pública (MEP) y la razón para hacer estos exámenes.
“Si ya el estudiante fue evaluado todo el año, no son necesarias estas pruebas ya que más bien crean gastos al Estado y frustración entre los estudiantes. Estas evaluaciones no comprueban nada más allá de lo aprendido en el curso lectivo”, aseveró la mamá.
Un hecho que criticó fue que no les dieron temarios a los niños con el fin de estudiar.
“Aunque sean conocimientos previos, los estudiantes están a la deriva. En toda prueba se debe enviar temario, lo dice el Reglamento de Evaluación”, insistió la mamá.
A pesar de estas preocupaciones, concluido el examen, Sara afirmó que le fue bien y que “estuvo fácil”.
“Fue más sencillo de lo que pensé y logré responder todo; todas las preguntas las entendí, estaban claras, los temas que venían, todos los habíamos visto, contó la niña.
Al principio, aclaró, tuvo problemas con la plataforma porque no reconocía el número de cédula.
Britany y Julián también hicieron la prueba nacional
En otra parte de Cartago, también Britany Serrano Serrano tenía un día crucial. Ella es estudiante de la Escuela Buenos Aires de Pacayas, donde solo tres alumnos debían realizar la prueba, se trata de un centro educativo rural, al noreste de la ciudad, con poca población estudiantil.
“Voy tranquila, me asusta más la nota que saque en las pruebas, pero he estudiando con un link que nos brindó el MEP y repasando los cuadernos desde hace un mes con la ayuda también de un tío... ni modo, creo que así todos nos la tenemos que jugar”, narró la escolar.
En la escuela Carlos J. Peralta, en Guadalupe de Cartago, realizaría su prueba Julián Cerdas Chinchilla, uno de los 160 estudiantes de esta institución.
Él iba tranquilo pues lleva buena nota de presentación y en su caso sí tuvieron temario; se preparó con prácticas desde principios de año y repasos en clases.
“Desde la pandemia, por la baja calidad académica que se presentó, mis papás optaron por clases externas para una mejor preparación y este año, como realizaba pruebas de admisión para colegio, estuve en un curso que me ayudó mucho para ambas cosas”, comentó.
Su madre, Elena Chinchilla, mencionó que su hijo estaba preparado, pero igualmente cuestionó las evaluaciones.
“Honestamente, no sabemos cuál es el propósito de estás pruebas, pues es la primera vez en años que se vuelven a realizar, tomando en cuenta la calidad académica de los últimos años, genera incertidumbre de qué van arrojar los resultados en general”, planteó.