Por matricular alumnos sin bachillerato y permitir que docentes impartieran clases sin los requisitos, el Conesup acordó iniciar un proceso para sancionar a la Universidad Cristiana del Sur (UCS), centro fundado por el exdiputado Justo Orozco.
En la sesión del miércoles pasado, el Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup), presidido por la ministra de Educación, Sonia Marta Mora, conoció el informe en el que se señalaban anomalías de este centro, el cual alquila las aulas en el Liceo Édgar Cervantes, en Hatillo.
Entre los alumnos inscritos como estudiante regular sin tener bachillerato de secundaria estaba el diputado del Partido Accesibilidad Sin Exclusión, Óscar López, quien llevó 16 materias de Derecho.
El informe de inspección refleja que la institución no verificó la autenticidad de títulos de bachiller aportados por sus alumnos. Incluso, se determinó que seis ingresaron con un títulos falsos de bachillerato, caso que la Asesoría Jurídica del Consejo denunciará ante el Ministerio Público.
También se encontraron irregularidades en la convalidación de materias y docentes que impartían lecciones sin reunir los requisitos; por ejemplo, un profesor que no era abogado daba lecciones en la carrera de Derecho.
Danny Aguilar Espinoza, el director de la Universidad, dijo que no se iba a referir a los acuerdos del Conesup, porque aún no había sido notificado.
Venta de títulos. En la sesión se acordó remitir el informe de inspección al Ministerio Público, en donde se vincula a la UCS con la presunta promoción y venta de títulos universitarios por medio de la entidad Southern Christian University Internacional.
“Aunque los personeros de la UCS negaron tener relación con ella, el estudio informático determinó que el hosting y los dominios para promocionar esa actividad se encontraban registrados a nombre de la universidad”, explicó el documento del Consejo al cual La Nación tuvo acceso.
La Fiscalía confirmó que en este caso “se investiga por el delito de falsedad ideológica a una mujer de apellidos Romero Mora y a tres hombres de apellidos Aguilar Espinoza, Benlisha Madrigal y Picado Cordero”.
Las autoridades indagan si por la venta de títulos, la Universidad recibía pagos de ¢500.000.
El Conesup recibirá el próximo año un informe sobre anomalías en la infraestructura, la cual no cuenta ni con biblioteca ni laboratorio de cómputo.