Los sindicatos de educación se reunieron este martes, de forma virtual, con las autoridades del MEP para presentarles sus inquietudes acerca del retorno a la presencialidad el lunes 8 de febrero, especialmente, sobre la vacunación a la población docente.
El Ministerio de Educación Pública (MEP) les aclaró que hay una situación de logística ya definida por la Comisión de Vacunación, nombrada por ley, en la que los docentes con factores de riesgo o mayores de 58 años, ya se encuentran incluidos en los grupos 2 y 3, de acuerdo con el esquema de vacunación establecido.
Los docentes en general se ubican en el cuarto grupo.
¿Compra de vacunas?
El MEP informó que durante la reunión se tomaron acuerdos para que, mediante la mediación de ellos, los sindicatos puedan reunirse con la Comisión Nacional de Vacunación y con autoridades del Ministerio de Salud y de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La intención de esa reunión sería plantear a las autoridades sanitarias la preocupación del sector docente acerca de la prioridad que se le dio a esta población laboral en el programa de vacunación.
Se acordó una reunión también con las organizaciones del Magisterio como Caja de Ande, Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio (Jupema) y la Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio, para explorar el apoyo económico que estas organizaciones puedan ofrecer para la compra de vacunas para los docentes.
No hay todavía vacunas para la venta. El momento de su ingreso al país no depende de las autoridades de salud ni de los permisos, si no de la capacidad de las compañías farmacéuticas para abastecer los mercados privados.
Esta es la primera vez que todos los países del mundo requieren al mismo tiempo de una misma vacuna para casi toda su población. Por esta razón, la prioridad es llevarle la vacuna a quienes más la necesitan en cada país a través de los sistemas de salud pública.
Además, si estuvieran disponibles para mercado privado no todos los centros cuentan con equipos con características para almacenar vacunas de ARNm, como la de Pfizer, que se conserva a -70 grados Celsius, o Moderna, que se producen de forma más rápida que las de otras características (como las de AstraZeneca).
El Sindicato de Educadores Costarricenses (SEC) dijo la semana anterior que no está de acuerdo con que se reanude la modalidad presencial de clases, el 8 de febrero, hasta que sea vacunado “todo el personal del Magisterio Nacional”.
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La ministra de Educación, Guiselle Cruz, informó y explicó a los sindicatos las condiciones del inicio del curso lectivo híbrido, que combina clases presenciales y a distancia, en lo que se ha denominado modalidad educativa combinada.
Como parte de la exposición, se detalló la estrategia “Regresar”, desarrollada por un grupo interdisciplinario experto, para propiciar la reapertura progresiva, controlada y segura de los centros educativos a partir del 8 de febrero.
Tal estrategia establece condiciones sanitarias para estudiantes, personal docente y toda la comunidad educativa, para lo cual se fijaron protocolos sanitarios validados por el Ministerio de Salud.
En la reunión se atendieron las inquietudes de los representantes del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación Costarricense (SEC), de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), Asociación Nacional de Educadores (ANDE) el Sindicato de Trabajadoras de Comedores Escolares y Afines (Sitracome).
En un comunicado, el MEP explicó: “La jerarca de educación les detalló las razones por las cuales el regreso progresivo, controlado y seguro a la presencialidad educativa es impostergable, principalmente por la necesidad de atender el rezago en los contenidos de los programas educativos que afecta a la totalidad de la población estudiantil del país.
“Cruz enfatizó en que la pandemia, con la suspensión de las clases presenciales, ha provocado la pérdida de la interacción social entre los estudiantes y de estas con sus docentes, lo que podría traducirse en dificultades socioemocionales que no solo afectan su rendimiento escolar, sino sus posibilidades futuras de relacionamiento social y eventualmente, podría causar daño en la salud mental de niños, niñas y jóvenes”.