El teatro Arnoldo Herrera del Conservatorio de Castella, ubicado en una propiedad de 1.546 metros cuadrados en Sabana Norte, se vendió por $3,5 millones; según confirmó Gustavo Rojas, presidente de la Fundación del Conservatorio de Castella, a La Nación.
La compraventa y una hipoteca de este terreno, efectuadas el pasado miércoles 28 de febrero, fueron anotadas el 1.° de marzo en el Registro Nacional.
Aunque no reveló el nombre de la empresa compradora, Rojas explicó que los fondos se colocarán dentro de un fideicomiso de la Fundación, destinado exclusivamente para la construcción de un nuevo teatro en la sede central del centro educativo, en Barreal de Heredia, y a la reparación de las instalaciones.
“Estamos en presencia de un Estado que no tiene recursos ni para reparar las aulas. ¿Pretendemos entonces entregarle el Conservatorio de Castilla a un Estado que no tiene los recursos para darle mantenimiento? La Fundación decidió disponer de uno de esos bienes y con eso destinar a la construcción de un teatro moderno (...). Si eso es un pecado, pues soy pecador, o la Fundación es pecadora”, expresó el presidente.
Construcción de un nuevo teatro
De acuerdo con Rojas, la Fundación del Conservatorio de Castella iniciará la construcción del nuevo teatro una vez que logren reunirse con la ministra de Educación, Anna Katharina Müller. En dicha reunión, esperan convenir que el Estado “siga subvencionando una planilla y que no sea necesario convertir al Conservatorio de Castella en una entidad privada”.
Según lo establecido en el decreto 29324-MEP del 2001, el Castella cuenta con la condición de ente público. Entre los códigos presupuestarios asignados para el pago de 4.437 horas lectivas, el Ministerio de Educación Pública (MEP) financia la nómina de docentes académicos, personal administrativo, de mantenimiento, vigilancia y el programa Panea.
“No lo vamos a tirar al barril sin fondo del Estado. Porque si vamos a construir eso (el teatro) para que el Estado dentro de 10 años diga que no tuvo los recursos para darle mantenimiento, seguimos en un círculo vicioso (...). La Fundación sin el Estado no puede funcionar y el Estado sin la Fundación ha demostrado que no puede darles los recursos al Castella”, agregó Rojas.
Posteriormente, según aseguró, la Fundación lanzará un concurso para que “participen arquitectos e ingenieros de manera abierta y transparente” en el diseño de un teatro acorde con las necesidades de la institución.
Además, Rojas señaló que los estudiantes y profesores del Conservatorio de Castella podrán seguir utilizando el teatro Arnoldo Herrera durante un año y medio o dos años, conforme a lo acordado con la empresa compradora del terreno en Sabana Norte.
Por su parte, el MEP emitió un comunicado de prensa la tarde de este sábado, en el que precisa que la interrupción del teatro “tiene consecuencias graves para el cumplimiento de los objetivos curriculares de los estudiantes”. Por lo tanto, indicó que iniciará una investigación para determinar acciones que eviten “la afectación del servicio público educativo”.
MEP investigará venta del Teatro del Castella
De acuerdo con el MEP, la Fundación Conservatorio de Castella les informó sobre la venta del teatro el pasado jueves 29 de febrero, sin previo trámite formal.
Agregó que la Fundación interpuso una acción de inconstitucionalidad ante la Sala IV para intentar anular el decreto que declara al Conservatorio como una institución oficial dependiente del MEP. También solicitó la posesión de los bienes inmuebles del centro educativo.
No obstante, la ministra Müller señaló que atender esta solicitud es “jurídica y constitucionalmente inviable”. Por ende, el MEP mantiene su postura con respecto al carácter público del Conservatorio Castella.
La Fundación, además, tramitó un amparo de legalidad en el Tribunal Contencioso Administrativo solicitando el reintegro de la administración e instalaciones del teatro.
Polémica entre Fundación y Junta Directiva
La polémica entre la Junta Directiva del Castella y la Fundación surgió en junio del 2023, cuando trascendió la posible venta de esta propiedad ubicada en una zona estratégica de San José, lo cual le da un alto valor.
Ante la situación de la compraventa, los padres de alumnos del Conservatorio de Castella y la Junta Directiva convocaron a una reunión de emergencia la noche del pasado viernes. Después del encuentro, varios integrantes de la comunidad educativa retiraron objetos de alto valor del edificio, como pinturas, cuadros e instrumentos, por temor a perderlos.
Ingrid Vargas, directora de la Junta, declaró a La Nación que presentarán las denuncias penales correspondientes en contra de la Fundación. Explicó que uno de los principales argumentos es que todos los bienes de una organización de ese tipo deben de estar dirigidos para el objetivo por el cual fue creada.
En el caso de la Fundación del Conservatorio de Castella, Vargas comentó que esta surgió para establecer un conservatorio de música y, puesto a que esto ocurrió hace 70 años, actualmente, “no tiene ninguna posibilidad de existir”.
Por esta misma razón, la Junta interpuso una denuncia ante la Contraloría General de la República (CGR) esta semana, aunque Vargas no proporcionó más detalles porque los afectados todavía no han sido notificados.
Gustavo Rojas defendió que el propósito de la Fundación va acorde con los deseos de Arnoldo Herrera, fundador del Conservatorio. En su opinión, Herrera estimaba la figura jurídica en la que se consolidó el centro educativo, es decir, la Fundación, ya que permite mantener una administración independiente en coordinación con el Estado.
Sobre las manifestaciones de los estudiantes que criticaron y rechazaron la venta del teatro, Rojas aseveró que ha recibido mensajes “horrendos” en sus redes sociales, lo cual lo llevó a cerrar sus cuentas. Además, calificó como “una payasada” el acto de los estudiantes, padres y madres del colegio que sacaron objetos del teatro.
“Que sacaran cuadros y pianos porque supuestamente tenían una orden de desalojo, no es así. Eso fue una payasada, una obra dramática de mal gusto. Ni la Fundación ni los propietarios les pidieron que salieran. Ellos, para hacerse los dramáticos, sacaron cosas. Ellos tienen la posibilidad de permanecer ahí (en el teatro) durante un año y medio o dos años, nadie los está desahuciando”, comentó el actor.