Este viernes, el Ministerio de Educación Pública (MEP) informó de que la conexión con fibra óptica había llegado a 212 centros educativos y que otros 4.434 escuelas y colegios tienen algún tipo de enlace con Internet.
Sin embargo, ¿en qué se usa Internet?, ¿cómo ayudan en el aprendizaje las tabletas, las computadores o la Internet móvil? y ¿qué resultados ha dado la inversión en esos equipos?
Las respuestas a esas interrogantes son, por el momento, tarea pendiente para el MEP, que hasta el próximo año tendrá acceso a los resultados del Censo Nacional de Tecnologías Digitales en Educación en Centros Públicos y Privados del País, que realizó este año en coordinación con la Universidad de Costa Rica.
Este análisis proporcionará información acerca del uso, el acceso y la aplicación de tecnologías en la enseñanza en general. Además, permitirá identificar si estos recursos se aprovechan positivamente.
Por ejemplo, en el Colegio de Sulayom, ubicado en la reserva indígena de Amubri, en Telire, Talamanca, el MEP y la Fundación Omar Dengo habían donado varias computadoras portátiles. Sin embargo, los productos no se aprovechaban porque en la zona no había Internet; hasta octubre de este año se les conectó el enlace por medio de fibra óptica.
El censo dará alguna luz sobre los resultados que ha tenido el Programa Nacional de Tecnologías Móviles (PNTM): Tecno@prender, que es una iniciativa orientada al desarrollo de la educación, por medio de la inclusión de tecnologías digitales, entre las que figuran tabletas, computadoras portátiles, proyectores interactivos o impresoras multifuncionales en los procesos de enseñanza.
TecnoApoyo, TecnoEscuela y TecnoSecundaria son los proyectos que forman parte del PNTM y se implementan, actualmente, en centros de las 27 direcciones regionales del MEP, aunque los esfuerzos por dotación tecnológica del Estado se iniciaron desde fines de los 80.
Alicia Vargas, viceministra del MEP, dijo que, aunque no hay una evaluación de los resultados de estas iniciativas, han identificado que existe un menor abandono en las aulas y que el aprendizaje se vuelve más novedoso y fortalecido.
Asimismo, han detectado que han servido, en general, para la búsqueda y tratamiento de la información, investigación acerca de diversos temas y una mejora en el rendimiento académico.
“La herramienta tecnológica permite una serie de ventajas, como poner a disposición de los estudiantes contenidos digitales de calidad que sirven para reforzar o generar aprendizajes. Se pueden establecer estrategias pedagógicas para que los alumnos puedan realizar mejoras a su proceso de aprendizaje”, explicó Vargas.
Teorías. ¿ Sirve la tecnología en el aprendizaje?
Una evaluación hecha por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), junto con el Gobierno de Costa Rica, en 2015, con estudiantes de sétimo grado, a fin de evaluar la efectividad de la tecnología para mejorar su razonamiento, su capacidad de debatir y comunicar lo utilizado en las matemáticas, mostró que el uso de la tecnología tenía efectos negativos en el aprendizaje de los alumnos.
“Es un hallazgo sorprendente, dado que diversos estudios han mostrado que la tecnología, cuando se guía, ofrece a los alumnos oportunidades para explorar y entender las matemáticas en todas sus dimensiones”, explica el estudio, que se llevó a cabo en 85 escuelas con 18.000 estudiantes de sétimo grado y 190 maestros.
Por otro lado, los resultados de las pruebas Terce, de 2015, que se aplican a niños de tercero y sexto grados, identificaron que los estudiantes de sexto que utilizan la computadora un día por semana en la escuela, obtienen rendimientos más altos en lectura, matemática y ciencias.
Sin embargo, explica el estudio, los que dedican una gran cantidad de tiempo a actividades recreativas en el computador no se benefician de esta herramienta, pues, por el contrario, disminuye su rendimiento.
Experiencia. En una visita a Costa Rica, a inicios de octubre, la experta sueca en Educación, Inger Enkvist, aseguró que es falso que la tecnología mejora el aprendizaje, como se ha pensado.
“La tecnología no enseña comprensión de lectura, vocabulario, ni pensamiento lógico en un niño o joven”, dijo Enkvist.
Alicia Vargas explicó que el objetivo del MEP no es solo dotar de computadoras y equipo tecnológico, sino educar a los docentes y a los mismos estudiantes a fin de que los utilicen para su proceso de aprendizaje.
De 2014 a 2016, el MEP solo ha capacitado a 1.110 docentes en cursos relacionados con las tecnologías e Internet.
Mientras se resuelve el dilema de si la tecnología ayuda al aprendizaje, Jean Carlo Flores, alumno de seis años del Jardín de Niños Porfirio Brenes Castro, en Moravia, se siente realizado con las clases de robótica que recibe. Este centro está dotado con pantallas interactivas, tabletas, computadoras e imparten robótica con piezas de Lego.
“A veces, hacemos leones o tortugas. La niña nos felicita porque armamos cosas. A mí me gusta mucho a darles movimiento a los muñequitos”, dijo el infante.