El reconocimiento por los méritos académicos y la dedicación exclusiva que se le paga a cada docente de la Universidad de Costa Rica (UCR) le cuestan a la institución poco más de ¢8.000 millones al año.
Se trata de beneficios incluidos en el denominado Régimen Salarial Académico, que alcanza a 5.087 profesores entre interinos y propietarios.
Esos pluses son adicionales a la convención colectiva que le cuesta a la Universidad ¢42.000 millones al año y cobija a más de 9.000 funcionarios.
Para el Sindicato de Empleados de la Universidad de Costa Rica (Sindéu), lo justo es que si el rector de la UCR, Henning Jensen, denunció el acuerdo laboral para revisar los beneficios contenidos allí, también lo haga con los pluses que están fuera de la convención, pero que representan un gasto importante para la casa de enseñanza.
Este es el caso de la dedicación exclusiva por la que se paga un sobresueldo del 30% sobre el salario base, que reciben los académicos que se comprometan a laborar tiempo completo y solo para la UCR.
En 2015, este plus se pagó a 1.248 docentes y le costó a la Universidad ¢4.226 millones.
Además, el Régimen Salarial incluye el incentivo llamado escalafón, que equivale a un 3% de aumento sobre el salario base.
Este beneficio se otorga a 5.087 docentes que forman parte del Régimen Académico y Servicio Docente, sistema que organiza a los profesores universitarios en categorías con base en sus méritos académicos y experiencia, independientemente de su jornada. En el 2015, significó una erogación de ¢4.226 millones.
Según ese sistema, los profesores interinos e instructores que cumplan un año de trabajar en la institución tienen derecho a un escalafón (3% de aumento sobre el salario base).
A partir del segundo año de laborar, esos mismos trabajadores obtienen el derecho a un segundo escalafón (que suma un 6% sobre salario base).
Aquel es el tope máximo para estas categorías por lo que el 6% sobre el salario se mantendrá durante los años que trabajen como instructores e interinos.
Si el profesor es ascendido a la categoría de adjunto, sumará tres escalafones por año, hasta un máximo de tres, los que sumarán 9% sobre el salario base. Ahí se quedará durante el tiempo que sea profesor en esa categoría.
Entre tanto, los profesores asociados reciben 3% por año, hasta un máximo de 10 escalafones, los que representan un 30% sobre el salario base.
En el caso de los catedráticos, ellos no tienen tope; se les aumenta un 3% sobre el salario base por cada año laborado. O sea, si laboran 20 años en esa categoría acumulan 20 escalafones (60% de aumento sobre el salario base).
Ascender en el Régimen Académico de la UCR depende de logros académicos acumulados como investigaciones, publicaciones, obras artísticas, didácticas o profesionales calificadas, así como el conocimiento de idiomas del docente.
Entre dedicación exclusiva y escalafón, la UCR pagó el año pasado ¢8.452 millones.
Igualdad. El rector Jensen denunció en días pasados la convención colectiva para renegociarla, con la intención, principalmente, de bajar el costo de las anualidades.
Ese beneficio significa un aumento anual del 5,5% sobre el salario base y le cuesta a la UCR ¢30.000 millones por año.
Desde agosto del 2015, el rector ha señalado la urgencia de hacer un recorte en ese plus ya que, de no hacerlo, “podría poner en riesgo la estabilidad financiera de esa casa de estudios”.
Para Rodrigo Aymerich, del Sindéu, si el rector insiste en que debe bajar el porcentaje de anualidad por el riesgo a la estabilidad financiera, también debería revisar las partidas fuera de la convención colectiva.
“Si hubiera una crisis en la UCR, el rector haría recortes en todas las partidas. No recortar en los incentivos fuera de la convención, demuestra que la Universidad tiene un presupuesto estable. El ataque del rector es sobre la anualidad que incluye al personal docente y administrativo, pero estos beneficios que son solo para docentes, no se tocan”, puntualizó Aymerich.
Para Jensen, el escalafón –lo mismo que la dedicación exclusiva– responde a una normativa diferente a la de la anualidad.
“La anualidad se recibe de manera automática por el hecho de cumplir un año más de trabajar en la universidad. Si el Sindéu pretendiera eliminar el escalafón, perjudicaría al personal docente”, advirtió.
Otros pluses. Los profesores de la UCR también tienen derecho a una “licencia sabática”, según el Régimen Salarial de la UCR
Este reconocimiento es el “derecho que puede adquirir un profesor para ausentarse de sus labores a fin de realizar, dentro o fuera del país, una actividad en beneficio de su propia superación intelectual o profesional, por un período de seis meses consecutivos, con pleno goce de remuneración y de sus otros derechos y durante un plazo no mayor de un año”,
En el 2015, 10 profesores se acogieron a la “licencia sabática” y en el 2016, fueron 20.
Además, el Régimen Salarial otorga pagos extra a docentes de áreas en que se requiere un nivel salarial competitivo con el mercado laboral del país.