Enseñaba sobre el teorema de pitágoras, ecuaciones y álgebra aunque su formación era en la alta cocina.
Este fue uno de los “docentes” que impartía clases de Matemáticas en un colegio privado de San José sin estar acreditado para hacerlo, pues su verdadera profesión es chef.
Esta persona fue detectada por la Fiscalía del Colegio de Licenciados y Profesores en Letras, Filosofía, Ciencias y Artes Costa Rica (Colypro) en una de las visitas de inspección a escuelas y colegios privados realizadas en 2018.
Un músico que enseñaba otra de las materias básicas y estudiantes de universidad (que no tenían título) fueron otros de los casos irregulares que encontraron. También hallaron docentes titulados para primaria que enseñaban en secundaria.
Igualmente, la Fiscalía del colegio profesional encontró personas no incorporadas al Colypro que fueron contratadas como educadores, aunque estar adscrito es requisito obligatorio para ejercer la docencia.
Nazira Morales, fiscal del Colypro, explicó que el año pasado 175 personas de 21 centros privados del área metropolitana, fueron notificados por el ejercicio ilegal de la profesión. Los nombres de las instituciones no fueron suministrados por tratarse de casos en investigación.
“Hemos encontrado que en algunos centros privados, escuelas y colegios, hay personas que han sido contratadas para dar lecciones que no tienen ni siquiera el grado de bachilllerato universitario; una persona impartiendo Matemáticas porque tiene facilidad para la materia, pero con formación de chef.
"Nos encontramos que la institución reporta docentes colegiados para obtener el permiso de funcionamiento de la Dirección de Educación Privada del MEP y, cuando uno llega, la nómina real que ellos manejan no es la que está reportada ante el Ministerio”, contó Morales.
En el país hay 542 centros educativos privados entre escuelas y colegios. Morales pidió a los padres verificar si las personas a cargo de las lecciones de sus hijos están colegiadas y que su especialidad corresponde a la materia que imparten. La información está en la página web del Colypro.
“Los padres de familia pagan altas sumas de dinero mensuales para que sus hijos reciban educación de calidad; esto (personal no idóneo) es habitual en los centros, según los recorridos que hemos hecho”, manifestó Morales.
Cuando el Colypro detecta personal no idóneo en centros privados, procede a notificar a las personas de su situación irregular y se interpone la denuncia ante el Ministerio Público por el delito de ejercicio ilegal de la profesión.
El artículo 322 del Código Penal establece que será reprimido con prisión de tres meses a dos años, al que ejerciere una profesión para la que se requiere una habilitación especial sin haber obtenido la autorización correspondiente.
El Colypro, además, hace la llamada de atención al centro para que corrija la anomalía; de lo contrario, el caso se eleva a la Dirección de Educación Privada del MEP.
El año pasado se denunciaron 5 instituciones privadas ante esa dependencia.
La Nación contactó a la Asociación de Centros Educativos Privados (ACEP) para conocer su posición al respecto, pero no contestaron las preguntas al cierre de edición.
‘Abaratar costos’
La Dirección de Educación Privada del MEP es la responsable de la acreditación, supervisión, fiscalización, inspección y control de los centros educativos privados.
Minor Villalobos, encargado de esta dirección, confirmó que es habitual encontrar personal no idóneo en los centros privados, dados los cambios constantes en el profesorado.
Esta oficina también tiene un área de fiscalización de las nóminas del personal que los centros privados presentan a principios de año. La verificación se realiza al mes de iniciado el curso.
“Hemos encontrado profesores sin ningún tipo de título, simplemente están contratados porque tienen amplio conocimiento en la materia que imparten; también casos de personas que tienen títulos, pero que no han sido equiparados en el Conare (Consejo Nacional de Rectores) o personas que todavía están estudiando", dijo.
Según Villalobos, también encuentran extranjeros en condiciones irregulares, casos que se coordinan con la Dirección de Migración. La situación se da en materias como Inglés para las que contratan estadounidenses que no utilizan métodos pedagógicos.
"Es muy habitual que se contrate gente sin requerimientos para abaratar costos, pero se pone en riesgo a una población estudiantil que requiere un profesional de calidad”, añadió.
También ratificó que para desempeñarse como profesor son obligatorias la incorporación al Colypro y atestados, como un bachillerato en la materia específica que imparte.
El funcionario añadió que, además de la fiscalización que ellos hacen, trabajan articulados con el Colypro para detectar estas situaciones.
Cuando hay una denuncia del Colypro o esta dirección detecta alguna anomalía con el personal, les hacen la advertencia o llamada de atención al encargado del colegio o escuela de que deben sustituir o pedir algún otro requisito al docente.
Luego, se hace una reinspección para confirmar que se subsanaron las deficiencias. Generalmente, añadió, atienden el llamado.