El uso excesivo de tecnologías, como los teléfonos celulares, por parte de los estudiantes tiene un impacto negativo en su formación acadeḿica, advirtió la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Si bien las tecnologías en el aula pueden ser beneficiosas para el aprendizaje de los alumnos, también pueden tener un impacto perjudicial si se utilizan de forma inadecuada, como en el caso de los teléfonos inteligentes, señaló la oficina de la ONU en el informe GEM 2023.
“Bajo ciertas condiciones, el uso de la tecnología en la educación puede mejorar la oportunidad de aprendizaje de los niños, pero también puede poner en riesgo su integridad física y mental, su privacidad y su dignidad (...) Trabajar con tecnología en las escuelas, y los riesgos que los acompañan, puede requerir algo más que prohibirlos”, indica el estudio de más de 400 páginas.
La irrupción de los teléfonos en las aulas ha llevado a los sistemas educativos de todo el mundo a tomar medidas, pero los enfoques son diversos, desde restringir el uso de dispositivos hasta prohibirlos por completo, expresó Laura Stipanovic, una de las autoras del informe, en conversación con La Nación.
“Algo muy interesante que tenemos es que cuando les llega una notificación (a los estudiantes) en el celular, pierden durante 20 minutos la concentración. Entonces, si una lección dura 45 minutos, eso significa que con una notificación se pierde gran parte de una clase”, afirmó Stipanovic.
Como señala la Unesco, en los últimos 20 años, el papel ha sido sustituido por pantallas en muchas aulas, y los estudiantes han abandonado los tomos de la enciclopedia por Wikipedia, que solo en 2021 tenía 244 millones de páginas vistas al día.
Luego, la pandemia de covid-19 aceleró la revolución tecnológica en las aulas, obligando a millones de estudiantes de todo el mundo a pasar al aprendizaje en línea. De acuerdo con el informe, alrededor del 50% de las escuelas secundarias de primer ciclo del mundo estaban conectadas a Internet con fines pedagógicos en 2022.
“La tecnología educativa sólida y la gobernanza de los datos son esenciales para hacer que los beneficios tecnológicos sean más equitativos y de calidad, al tiempo que se garantiza que las escuelas sean un lugar seguro para que los niños aprendan, jueguen, se desarrollen y prosperen. Lograr ese objetivo implica establecer marcos claros, regulaciones efectivas, supervisión y mecanismos de resolución de disputas”, reza el documento.
Aunado a esto, en el informe se destaca que con frecuencia los profesores no se sienten preparados y les falta confianza para enseñar con tecnología, lo que deja el uso de la herramienta mayoritariamente en manos de los estudiantes.
“La tecnología para nosotros es un medio y en ningún momento puede suplantar la interacción humana, ha ayudado a reducir las brechas pero también a ampliar esas brechas”, advirtió Stipanovic.
Ignorar lo innecesario
Además, hay que tomar en cuenta que no todas las clases socioeconómicas tienen el mismo acceso a las nuevas tecnologías. De acuerdo con el documento, solo el 40% de las escuelas primarias en todo el mundo tienen acceso a Internet.
“Tenemos que enseñar a los niños a vivir tanto con la tecnología como sin ella (...), a tomar lo que necesitan de la abundancia de información, pero a ignorar lo que no es necesario”, agregó la experta.
Para la Unesco los recursos que se gastan en tecnología deberían destinarse a aulas, profesores y libros de texto para todos los niños de los países de renta baja y media-baja “para que ellos también puedan alcanzar la escolarización secundaria universal y unas competencias mínimas de aprendizaje”.
Reglas de 2017
En Costa Rica, el Ministerio de Educación Pública (MEP) divulgó en 2017 una circular sobre el uso del celular en el aula, encaminada a sacar provecho de la herramienta para la enseñanza, convertirla en una aliada.
Incluía desde levantar un registro de los celulares inteligentes que tenían los estudiantes, hasta la promoción de trabajos colaborativos en que usaran el teléfono para “comunicarse, socializar y aprender”.