San José y Puntarenas. El calentamiento de las aguas que se empezó a sentir desde febrero en el océano Pacífico -asociado con el fenómeno de El Niño- ya comenzó a afectar en Costa Rica a los pescadores de Puntarenas y ha impulsado planes de emergencia en Perú y Ecuador.
En un recorrido hecho el sábado por La Nación, algunos puntarenenses aseguraron haber registrado una caída en la pesca de hasta el 50 por ciento.
Y es que, según confirmó Luis Alvarado, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), actualmente las aguas del Pacífico registran temperaturas aproximadas a los 30 grados centígrados, cuando lo normal es 28,5.
Esta señal es la principal advertencia de que el fenómeno de El Niño -que genera cambios en el clima y en el océano- está presente.
Aunque el IMN aún no lo ha confirmado, el oceanógrafo de la Universidad Nacional Carlos Brenes asegura que todas las señales indican que el fenómeno comenzó a desarrollarse.
Esta situación ha despertado la alerta no solo en Costa Rica, sino también en Perú y Ecuador. Esto por cuanto el consabido calentamiento de las aguas afecta a una región aproximada que va desde México hasta Santiago, Chile.
El ministro de Agricultura de nuestro país, Ricardo Garrón, manifestó: "No debemos alarmarnos porque existen instrumentos para prevenir cualquier eventualidad."
En Perú, la semana pasada, el presidente Alberto Fujimori firmó un decreto para afrontar eventuales consecuencias de El Niño; para ello se prepara un plan de emergencia que cubre nueve de los 24 departamentos del país.
Asimismo, en Ecuador, según la edición del diario El Comercio del 19 de junio, en seis provincias del país se organizan sistemas de prevención ante la posible presencia del fenómeno.
En Costa Rica
En nuestro país, los más afectados por el momento son los pescadores artesanales y los camaroneros, puesto que las aguas de la orilla (que conforman la plataforma continental) tienden a calentarse más rápidamente.
Estos trabajadores utilizan pequeñas lanchas y pangas para capturar los animales marinos en las orillas de la costa; en consecuencia, no pueden navegar mar adentro para buscar aguas con temperaturas menores, hacia las cuales emigran los peces.
Solo los barcos Long Line pueden pasar días en el océano y pescar otras especies como tiburones y atunes, por lo que El Niño no los afectará gravamente; sin embargo, deben extender sus viajes de dos a seis días más para encontrar bancos explotables.
Alexis Gutiérrez, presidente de la Cámara de Pescadores de Puntarenas, confirmó que la pesca ha caído de 1.500 kilos por viaje a 600 kilos. Según él, cuando se acerque la etapa crítica de El Niño (en setiembre) la captura de especies comerciales podría caer un 20 por ciento más. En la actualidad, hay unos 450 camaroneros en Puntarenas y cerca de 6.000 pescadores en todo el litoral del Pacífico.
El sector pesquero fue, el año pasado y en los primeros cuatro meses de este, el más dinámico entre las exportaciones costarricenses.
Gutiérrez señaló que, por el momento, no hay una alarma generalizada entre los empresarios pesqueros, pero se mostró preocupado por la posibilidad de que la distorsión meteorológica pueda prolongarse por 18 meses, por lo que hizo un llamado a las autoridades gubernamentales para que ayuden a los pescadores que se aprestan afrontar una difícil situación económica.
Respuestas
Hasta la fecha, como respuesta a la posible emergencia, el Gobierno de Costa Rica decidió crear una comisión interinstitucional que "se encargue de dar seguimiento a los comportamientos climatológicos y, a la vez, coordine con otras entidades del sector para establecer las acciones que se consideren convenientes", explicó, la semana pasada, el ministro Garrón por medio de un comunicado de prensa.
Wílliam Bogantes, gerente del Consejo Nacional de Producción (CNP), explicó que el fenómeno puede beneficiar o afectar a la agricultura y, por eso, es díficil establecer planes antes de tener una mejor idea de los cambios que puede ocasionar.
La presidenta del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), Ana Gabriela Ross, añadió que esta entidad perforará algunos pozos de agua y reforzará los tanques de almacenamiento para prevenir posibles sequías en Guanacaste pues en Costa Rica El Niño generalmente provoca un verano más largo.
Si se confirma la presencia del fenómeno este año, se teme que se manifieste con la misma intensidad o incluso mayor que la que registró en 1982 y 1983. Al menos así lo declaró para el diario El Comercio, de Ecuador, Ants Leetmaa, director del Centro de Predicciones Climáticas de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA), de Estados Unidos.