Uno de los peores escándalos de narcopolítica en la historia del país el caso de Ricardo Alem León repercutiría en la campaña electoral y aún es recordado por una amplia mayoría de costarricenses.
Un número muy importante de ticos están enterados de que Alem podría ser repatriado desde Estados Unidos donde cumple una condena por tráfico de drogas y creen que podría afectar al candidato presidencial del oposoitor Partido Liberación Nacional (PLN), Rolando Araya.
Así lo reveló un sondeo telefónico efectuado el jueves pasado por la empresa Demoscopía S. A., ante encargo de La Nación. El estudio, con cobertura nacional, incluyó a 404 personas mayores de edad que tienen teléfono.
El margen de error es de 5 puntos porcentuales y el grado de confianza del 95%.
Del total de entrevistados un 23,3 por ciento dijo que simpatiza con el PLN y una cantidad casi idéntica (23 por ciento) con el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Un 43,6 por ciento respondió que no simpatiza en ningún partido.
Poco más de la mitad (50,5 por ciento) tiene edades entre los 25 y 44 años y tan solo un 5,9 por ciento no completó la primaria.
Los resultados se conocen en momentos en que Alem denuncia que autoridades ticas retrasan su salida de Estados Unidos, afirmación negada por el titular de la Presidencia, Danilo Chaverri.
Ricardo Alem fue involucrado en narcotráfico internacional y lavado de dólares en junio del año 1988.
Recuerdo vivo
El caso, que en aquel tiempo adquirió importantes dimensiones políticas, es recordado por 81 de cada 100 ticos. De ellos la mayoría (49,4 por ciento) lo asocia al narcotráfico, un 18,9 por ciento a que Alem fue procesado y detenido en Estados Unidos, y el 16,8 por ciento lo identifica con lavado de dólares.
Un porcentaje significativo de ticos también está enterado de que Alem podría retornar al país, para terminar de cumplir aquí la condena que le impuso la Corte del condado de Dade, Miami.
Así, de las 329 personas que afirmaron recordar su caso, 305 (el 92,7 por ciento) sabe que podría ser repatriado (vea gráficos aparte) .
Además, 211 entrevistados (de los 329) considera que el caso tiene importancia en la opinión pública, mientras que 99 (el 30,1 por ciento) piensan lo contrario.
Incidencia en campaña
El estudio reveló que el escándalo, que sucedió hace más de una década, tendrá algún efecto en la contienda electoral: 53, 5 por ciento (de los 329 que lo recuerdan) lo afirma y un 35,3 por ciento lo niega.
Incluso, de esa misma cantidad de personas, un 48,9 por ciento (161 entrevistados) opina que tendrá algún efecto negativo sobre algún candidato a la Presidencia u otro político nacional. Una cantidad menor (el 40,1 por ciento) piensa que no.
A las 161 personas que afirmaron que el caso tendrá algún efecto negativo, Demoscopía les preguntó a cuál político afectaría.
Hubo 139 menciones (un 86,3 por ciento) dijo que a Rolando Araya, seis (3,7 por ciento) respondió que al aspirante presidencial socialcristiano, Abel Pacheco, y una dijo que al mandatario Miguel Ángel Rodríguez.
¿Y qué tipo de consecuencias traería a Araya?, fue la interrogante inmediata.
El porcentaje más alto (34,5 por ciento) aseguró: "podría afectar la campaña". Un 26,6 por ciento señaló: "tendría que dar explicaciones".
Un 18,7 por ciento manifestó que podría perder las elecciones previstas para el 3 de febrero del 2002, y un 15,8 por ciento coincidió en que el efecto será mínimo.
También se pidió a los entrevistados que recuerdan el caso su criterio sobre el papel que debería jugar la prensa.
La mayoría (más de la mitad) cree que los medios deben darle una amplia cobertura al asunto, un 27,1 por ciento sostiene que la atención debe ser baja y un 20,1 por ciento cree que debe ignorarlo.