Mientras observaba los actos culturales en su honor, Edgar Cervantes parecía hacer un recuento mental sobre sus 48 años, 8 meses y 15 días como funcionario del Poder Judicial.
Al terminar el repaso, dejó escapar sus emociones: abrazó a muchos con efusividad, aplaudió con entusiasmo, dio gracias a Dios y a sus amigos; no olvidó a quienes lo opusieron y su voz se quebró ante las manifestaciones de cariño y lealtad.
Así fue el último día del magistrado, como alto juez y Presidente de la Corte, que dedicó gran parte de la mañana de ayer a departir con empleados de la institución que le ofrecieron una despedida.
Él, desde hoy, se acoge a la pensión. Lo hace cuatro años antes de que venciera su período como magistrado de la Corte Plena pues fracasó en su intento por reelegirse como presidente, el 28 de abril.
Se retira a la edad de 67 años. Desde el 13 de diciembre de 1990, ocupa la Presidencia de la Corte. Ingresó al Poder Judicial en 1951 en el puesto de meritorio de la Alcaldía Segunda Civil de San José. Para 1971, la Asamblea Legislativa lo elige como magistrado de la Sala Primera Civil, luego en la Sala de Casación (Tercera) y en 1987 fue reelegido en la Sala Primera.
"Si yo hubiera hecho algo malo no me hubieran organizado este acto. Enhorabuena que fui víctima propiciatoria y fui sacrificado. Que me sacrifiquen cuantas veces sea necesario si eso va en beneficio de la patria", expresó en su mensaje.
Reconocimiento
Las asociaciones de profesionales y los sindicatos del Poder Judicial nombraron ayer a Cervantes como su presidente honorario y lo despidieron con canciones, mariachis, globos y echaron a volar varias decenas de palomas. En los 12 discursos que hubo se exaltó su figura como jurista, profesor, jefe y compañero.
Laura Cervantes, hija del jurista, expresó que su padre había sido objeto de un "lenguaje soez" por parte de los opositores a su reelección. Varios magistrados que rechazaron la reelección se encontraban en el acto y ella dijo que hubiera preferido no verlos ahí.
El magistrado Luis Paulino Mora, al cerrar la actividad dijo: "Este Poder Judicial que él entrega a las nuevas generaciones es más abierto, participativo, democrático, más vulnerable y criticable. El Poder Judicial que recibió no es hoy el mismo. Se deja ver su impronta."