La distribución de las guías telefónicas del 2006 -prevista para enero- está en duda por un atraso en su elaboración.
Esto se debe a que la empresa estatal Racsa no obtuvo el permiso de la Contraloría General de la República para contratar dicho trabajo en forma directa a una empresa determinada.
El directorio es parte del servicio telefónico que el ICE vende a más de un millón de personas que tienen líneas fijas en el país.
Cada año, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) debe distribuir un millón de guías blancas (números residenciales) y un millón de guías amarillas (páginas comerciales).
En su alegato, Radiográfica Costarricense (Racsa) dijo que, ante la limitación de tiempo, ya era imposible elaborar las guías para enero del 2006, a menos que hubiesen obtenido el permiso que fue negado el 3 de agosto.
La confección de las páginas blancas requiere de unos dos meses, pero las amarillas de al menos seis meses en tanto se venden anuncios y se hace el diseño.
En esta ocasión, el ICE encargó el trabajo a Radiográfica, luego de que en julio suspendió el contrato con Verizon, empresa que antes asumía esa labor.
El ICE anuló el negocio con Verizon porque esa empresa dividió las guías telefónicas por zonas.
Por ejemplo, eso impedía a un habitante de Puntarenas consultar en su guía un número telefónico en Cartago.
Con el encargo del ICE, Racsa entonces solicitó permiso a la Contraloría General para contratar la elaboración de los directorios a la empresa Trejos Hermanos Sucesores, S. A.
En años anteriores, esa empresa trabajó para Verizon en la confección de las guías.
Radiográfica argumentó que esa compañía tiene la experiencia y capacidad para realizar el trabajo.
Razones para rechazar. La Contraloría negó el permiso por tres razones. La primera es que la elaboración de las guías le corresponde al ICE y no a Racsa.
Radiográfica es propiedad del Instituto, pero se dedica a la comercialización de Internet.
La segunda razón es que Racsa no hizo un estudio de mercado para determinar si había otras empresas con capacidad de asumir la elaboración.
La última razón fue que Radiográfica no indicó de dónde sacaría el dinero para pagar el trabajo.
Mario Zaragoza, vocero de Racsa, informó ayer de que esta empresa ya solicitó a la Contraloría una reconsideración por medio de nuevos argumentos.
Mientras, las llamadas al 113 (servicio de información telefónica) seguirán de forma gratuita para los usuarios.
Esa es una medida compensatoria promovida por el ICE y la Aresep. Antes, cada llamada costaba ¢28,8.