Tener una placa de taxi especial para trasladar a personas con discapacidad no cautiva a los conductores costarricenses.
De las 1.375 placas disponibles desde el año 2001, solo 57 se han formalizado: apenas el 4,1% del total de matrículas que salieron a licitación hace cuatro años.
El costo de los vehículos, la adaptación de las unidades para permitir que entre una silla de ruedas y la posible falta de clientes son las principales causas que desmotivan a los taxistas.
El viceministro de Transportes, Roberto Arguedas, reconoció que un taxi para personas con discapacidad puede costar un 20% más que una unidad normal.
No obstante, Marianela Vásquez, jefa del departamento de concesiones del Consejo de Transporte Público (CTP), consideró que el argumento de los taxistas no es válido si se toma en cuenta que un auto para trasladar a personas con discapacidad ingresa al país exento de impuestos.
Por el contrario, un taxi regular tiene una exención del 75%, explicó.
Aun así, lo cierto es que el CTP adjudicó 263 placas especiales, pero solo 57 oferentes formalizaron la solicitud y hoy brindan el servicio público.
Estos 57 están ubicados así: 22 en Alajuela, 13 en San José, 8 en Limón, 7 en Puntarenas, 3 en Heredia, igual número en Guanacaste y apenas 1 en Cartago.
Placas fuera
Para hacer aún más pequeña la oferta, el CTP evalúa la posibilidad de retirar 10 de estas 57 placas adjudicadas.
Roberto Arguedas confirmó la investigación a varios taxistas porque retiraron todos añadidos que hacían, del vehículo, una unidad más cómoda para una persona con discapacidad.
Al parecer, han quitado la rampa que facilita el ingreso al taxi y han puesto asientos normales de carro donde debería viajar una persona en silla de ruedas.
Rubén Vargas, de la Unión de Taxistas, aseguró que el precio de una unidad adaptada no es atractivo pues ronda los $15.000 (casi ¢7 millones), cifra que se alejaría de las posibilidades de pago de un interesado.
Además, estimó que 1.375 placas especiales son muchas para la poca demanda de estos servicios.
"En 20 años de ser taxista, yo no he brindado más de 5 servicios a una persona con discapacidad", dijo Vargas.
Otro taxista con una placa de estas, José Díaz, comentó que su principal problema son los propios clientes.
"La gente cree que este taxi solo es para personas con discapacidad. Por eso tengo un rótulo en el parabrisas que dice: Servicio a todo público. Además, creen que mi tarifa es más cara que un taxi corriente".
Roberto Arguedas estimó que en febrero próximo podrían salir a licitación las 1.112 placas que no se adjudicaron
Aseguró que se modificará el cartel para hacer la oferta más atractiva a los taxistas.