Si Santiago Castillo hubiera tenido un problema de aprendizaje o un retardo mental, es probable que ya contaría con una adecuación curricular del Ministerio de Educación Pública.
Sin embargo, por tratarse de un niño con una posible alta dotación intelectual, su padre, Enrique, se topó con un enorme vacío: ni las maestras ni el centro educativo ni las autoridades regionales pudieron darle una respuesta.
Según cifras de la Organización Mundial para la Salud, entre un 2% y 3% de la población tiene altas capacidades intelectuales. En un país como Costa Rica, con cerca de un millón de estudiantes, el número rondaría los 20.000.
Aunque en el 2010 se aprobó la Ley N.° 8899, a fin de potenciar y estimular a alumnos con este perfil, la falta del reglamento correspondiente ha creado un vacío.
“Siempre han tenido voluntad de ayudar, pero la asesora regional dice no hay reglamento para aplicar la ley. No hay nada claro”, explicó Castillo, cuyo hijo está en primer grado de la Escuela Finca Seis, en Sarapiquí, Heredia.
“Hemos estado con los diagnósticos y ya pasó las pruebas de primero y segundo. Ahora tiene las de tercero. Siento que el tiempo pasa y él va perdiendo interés; se aburre, se dispersa y hasta berrinches hace”, añadió el padre.
Hazel Sosa, asesora regional de Educación Especial del Ministerio de Educación Pública (MEP), confirmó la limitación.
“No hay un lineamiento que me diga qué procede en estos casos. No tenemos pruebas ni herramientas para determinar el coeficiente intelectual (CI) ni profesionales institucionales que los valore. Nos vemos obligados a decirles a papá y mamá que paguen un especialista para que lo analice”, explicó Sosa.
El ministro de Educación, Leonardo Garnier, explicó que las dificultades a la hora de definir la diversidad de talentos es el primer factor que ha retrasado la creación del reglamento, el cual debía estar listo hace dos años.
Por ello, todavía no existen directrices para realizar las adecuaciones curriculares requeridas para esta población. El estímulo adicional se limita, básicamente, a actividades extracurriculares.
¿En qué consiste? Para Alexandra Goñi, experta en Desarrollo de Inteligencia y Superdotación, urge alcanzar el consenso respecto a los conceptos.
“Parece que todo mundo tiene una definición propia de lo que entiende por talento y superdotación”, explicó Goñi.
Según la experta, un niño o joven se considera superdotado cuando se destaca (por encima del percentil 75) en el manejo de la lógica, los números, el espacio, la memoria, el lenguaje y la creatividad, o bien, si domina de manera excepcional uno o varios de ellos.
Para que clasifique como tal requiere, además, calificar alto en términos de creatividad.
También existen otras categorías para referirse a las personas con talentos específicos, como el artístico y el académico.
Las valoraciones se hacen mediante pruebas, incluyendo las psicométricas y la medición del coeficiente intelectual.
Trabajo frustrado. La psicopedagoga e impulsora de la Ley N.° 8899, Krissia Morales, tiene años de estudiar la alta dotación en Costa Rica.
“Monté un programa en la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y promoví la ley después de ver cómo psicólogos y maestros diagnosticaban mal e invisibilizaban la alta dotación por falta de capacitación y formación. Sin embargo, a la hora de hacerse el reglamento, se estancó”, dijo Morales.
Asimismo, afirmó que en la mayoría de los casos las evaluaciones se hacen sin el conocimiento ni los instrumentos requeridos.
Tampoco existe en la oferta universitaria nacional la posibilidad de especializarse en las altas capacidades intelectuales.
Algunos centros educativos privados ofrecen atención más individualizada y de mayor estímulo para estos alumnos. No obstante, a criterio de Morales, también están en pañales.
Entre tanto, las familias de recursos limitados son incapaces de cubrir las mensualidades y los exámenes psicopedagógicos necesarios, que pueden ser de cientos de miles de colones.
Ante el gran vacío, un grupo de padres trabaja en crear una asociación que promueva las oportunidades para estos niños. Quienes estén interesados, pueden escribir a altadotacion@gmail.com para más informes sobre la reunión que se realizará el 28 de agosto.