Marcela Guerrero mezcló ayer su dolor con los cuestionamientos a la respuesta policial ante los hechos.
“Estamos llenos de dudas y por eso exijo una explicación que nadie me ha dado. Sé que a Roberto no lo voy a recuperar, pero merezco que me digan lo que pasó. ¿Por qué la reacción tardía de los policías?”, expresó al salir del edificio de ciencias forenses del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en San Joaquín de Flores, Heredia.
Agregó que estaba desilusionada de su estadía en Costa Rica, adonde llegó con su esposo y tres hijos (de 12, 9 y 3 años) hace año y medio. “Se nos derrumbó el mundo”.
“Me da pena por él y por los costarricenses, de verdad que lo siento. Pero tengo un sentimiento encontrado de odio”, expresó.
Guerrero expuso su deseo de quedarse aquí el resto del año, para lo cual pidió ayuda a las autoridades locales.
El cuerpo de Roberto Nieto será incinerado en Costa Rica. “Necesito muchas fuerzas para seguir”, murmuró.