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José Uriel Delgado Corrales, conocido como Chepito, falleció la noche de este jueves, confirmó a La Nación el Hogar de Ancianos de Piedades de Santa Ana, en San José, donde vivía el hombre.
Chepito tenía 121 años y era el costarricense más longevo del país.
De acuerdo con la directora del Hogar de Ancianos, Sor María Inés, Delgado Corrales murió a las 8:30 p. m.
“Él viene en ese proceso ya hace como un mes. Ha sido acompañado, lo hemos cuidado, pero es un proceso normal del desgaste de un organismo que ya estaba con 121 años”, indicó.
Chepito vivió desde sus 95 años en el Hogar de Ancianos de Piedades de Santa Ana. A él lo encontraron viviendo en las calles, en Tibás, y no es mucho lo que se sabe sobre su pasado.
Nació a las 10 p.m. del 10 de marzo de 1900. Fue bautizado en la parroquia de San Miguel de Escazú, el 12 del mismo mes y año.
Era hijo de Jesús Delgado Herrero y Gabriela Corrales Madrigal.
Nunca se casó y tampoco tuvo hijos (al menos registrados oficialmente). Esto lo confirmó el genealogista Mauricio Meléndez en un trabajo que publicó en su sitio web sobre la historia familiar de Chepito.
Los relatos sobre Chepito lo ubican como escazuceño de nacimiento, dicen además que vivió por algunos años en San Ignacio de Acosta, que llegó a Santa Ana cuando ya era un adulto mayor y que antes se desempeñaba como jornalero.
Su papá era agricultor y como era muy común en esos tiempos se casó muy joven con una familiar cercana.
“Otra de las características relativamente frecuente en familias costarricenses anteriores a 1950 es el matrimonio entre vecinos (endogamia) y parientes (consanguinidad), lo que hace que una persona descienda varias veces de una misma pareja. Así, el padre y la madre de Chepito eran parientes pues ambos eran bisnietos de Eusebio Delgado Aguilar y Mercedes León Cascante, quienes se habían casado en Escazú, en 1822”, explica Meléndez en su trabajo.
Chepito, aunque tenía 120 años, no ostentaba el récord a la persona más longeva del mundo, esto por temas de tramitología que no se lograron concretar ante las autoridades de los Guinnes World Records.
Los funcionarios del Hogar de Ancianos de Piedades de Santa Ana afirmaron que intentaron realizar el proceso para el récord y que cumplieron con el trámite, pero que la falta de documentación sobre la vida de Chepito complicó la resolución.
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