En el servicio de Emergencias del Hospital San Juan de Dios ya no se imaginan trabajar sin el Expediente Digital Único en Salud (EDUS). “Es casi como el aire”, expresó Miguel Villalobos, jefe de esa unidad.
“Una de las muchas ventajas es que uno tiene acceso a las consultas previas. Antes, la consulta se atrasaba un montón porque tenía que mandar a pedir el expediente; para poder comparar una función renal alterada, (por ejemplo) había que ver las previas y no podía... Con el EDUS sí, nos da más rapidez a la hora de evaluar a los pacientes y de tomar decisiones basándonos en la historia clínica”, explicó el especialista.
Muy probablemente sucede lo mismo en los otros 28 hospitales, más de 1.000 Ebáis y 105 áreas de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Sin embargo, el EDUS tiene un desafío mayúsculo: carece de un sistema de respaldo para contingencias, por lo que, en caso de fallas, el personal de salud queda sin acceso a la historia clínica de los pacientes. Esto incluye diagnósticos, medicamentos, cirugías y exámenes de laboratorio que les hayan realizado en la Caja.
Aunque las “caídas del EDUS” no son frecuentes, el riesgo es latente y preocupa a quienes gestionan servicios críticos.
“La principal queja que yo tengo del EDUS es que no tiene ningún sistema de contingencia cuando se va. Entonces, quedamos ciegos. Si se va el EDUS, no sabemos si resultados que los pacientes esperan en el consultorio de quirúrgicas están o no, qué tienen pendiente, no podemos ver estudios de laboratorio... ¡absolutamente nada!“, manifestó el especialista durante un recorrido realizado por La Nación en el San Juan de Dios para conocer el uso del expediente digital.
Una de las recientes y más importantes caídas se dio con el hackeo a la CCSS, el 31 de mayo del 2022. Este ciberataque obligó a la institución a desconectar por varias semanas, incluso meses, los sistemas que soportan los servicios financieros, administrativos y de salud, incluido el Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere) y el EDUS.
Durante esa crisis, hubo que retornar al papel; los médicos volvieron a pedir expedientes al archivo y a llenar formularios a mano.
El riesgo de contingencias que afecten el funcionamiento del EDUS siempre está ahí. Ya sea una tan grave como el hackeo o, simplemente, una caída temporal del sistema.
A pesar de esa amenaza, la Caja apenas está en proceso de desarrollar una versión del expediente digital para ambientes de contingencia; se le conoce como EDAC.
Esto ocurre a pesar de que han pasado seis años desde que se terminó la implementación del EDUS y 26 años desde que se impulsó en la CCSS.
El director de esta plataforma, Manuel Rodríguez Arce, afirmó que el sistema de contingencia ya se tenía. No obstante, con el hackeo de 2022 se dieron cuenta de que requería mayor fortaleza. Del ataque, se cumplirán tres años en mayo.
“Esa herramienta está en desarrollo y pronta a implementar. (...) si el sistema sufre una caída, permite al médico continuar con la atención con datos básicos. Está en desarrollo y el próximo año (2025) vamos a empezar a reimplementar. Teníamos una versión que a partir del hackeo tuvo ajustes”, explicó Rodríguez en diciembre.
Ese sistema de contingencia es uno de los seis proyectos que forman parte del Programa Madurez Digital de las Soluciones EDUS, aprobado por la Junta Directiva de la CCSS en setiembre, con una inversión proyectada que supera los $24 millones.
El EDAC representa un 3% de todo ese portafolio, con casi $720.000. Esta es la estrategia de la Caja para asegurar la continuidad de la gestión y atención en áreas de salud y Ebáis con servicios de urgencias y hospitalización, así como en los 29 hospitales. Esto en los módulos del EDUS conocidos como Sistema Integrado de Identificación, Agendas y Citas (SIAC), y el Sistema Integrado de Expediente en Salud (SIES).
¿Qué más le falta al EDUS?
Aunque la CCSS lleva hablando del expediente digital en salud desde 1998, el EDUS nació como proyecto institucional hace 12 años, con un plazo definido por ley. Lo desarrolló la propia Caja, situación que a la fecha genera cuestionamientos.
Como recordó Manuel Rodríguez Arce,se trató de un proyecto que incluía la digitalización de los servicios de consulta externa, emergencias y hospitalización; se ejecutó entre el 3 de mayo del 2012 y el 23 de setiembre del 2018. A partir de esa fecha, finalizó como proyecto y pasó a formar parte de la operación institucional.
El costo total superó los ¢69.562 millones (más de $135 millones, al tipo de cambio actual), según datos al 15 de diciembre del 2022, incluidos los servicios administrados de tecnología e infraestructura.
A partir de la finalización, explicó Manuel Rodríguez, la entidad continúa con lo que él llama “un proceso evolutivo”.
“El tema de transformación digital, y más en salud, evoluciona muy rápido. La Caja se prepara para las tecnologías emergentes que son clave, como la inteligencia artificial. Hemos empezado con nuevas funcionalidades y sistemas, algunos en ejecución porque es un tema que nunca para”, declaró.
Aquí aparecen los seis proyectos, incluido el EDAC o sistema de contingencia. De todos, el de mayor peso porcentual (71% de los recursos) es Redimed, un plan de sostenibilidad de la red de imágenes médicas para 13 hospitales y centros especializados.
Esa lista la integran el Centro Nacional de Imágenes Médicas, Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare), y los hospitales Carlos Luis Valverde Vega (San Ramón), La Anexión (Nicoya, Guanacaste), Max Peralta (Cartago), y Max Terán Valls (Quepos, Puntarenas).
También el Hospital México, Moseñor Sanabria (Puntarenas), Calderón Guardia, San Francisco de Asís (Grecia), San Juan de Dios, San Rafael de Alajuela y San Vicente de Paúl (Heredia).
Rodríguez también habla de reforzar el EDUS en otros componentes considerados estratégicos. Entre ellos, citó el fortalecimiento de la referencia y contrarreferencia por medio del proyecto de gestión de pacientes. Además, está el Centro de Contacto, que ya fue adjudicado y arrancaría en el primer trimestre de 2025. Ambos forman parte del grupo de seis proyectos.
“Creo que estamos con un portafolio en tendencia, o sea, acorde con lo que el mundo visualiza en salud digital”, aseguró Rodríguez.
El EDUS se encamina, aún sin fecha clara, hacia lo que se conoce como interoperabilidad con otros servicios públicos de salud, como los que da el Instituto Nacional de Seguros (INS) y el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).
Esto fue anunciado y prometido por Mary Munive Angermüller, ministra de Salud y segunda vicepresidenta de la República. Se aspira a que el EDUS sea un verdadero expediente único para el paciente, de tal manera que ahí se registren las consultas que haga en consultorios, farmacias y laboratorios privados.
Visión crítica del EDUS
Fernando Morales González, médico especialista en Medicina Interna y encargado de la Clínica de Enfermedades Raras y Huérfanas, del Hospital San Juan de Dios, considera urgente y necesario que el EDUS se use en todo el país, en lo público y lo privado. “La ley lo indica hace rato pero no ha evolucionado hacia eso”, comentó.
El experto en informática médica y presidente de DHIT Costa Rica, Anton Iliaronov, reconoce la importancia de la implementación del EDUS en todo el país, pero mantiene una visión crítica de su desarrollo y resultados.
“Desde una perspectiva muy personal, yo creo que no es la razón de ser de la Caja de Seguro Social lidiar con este tipo de retos tecnológicos. Es el usuario de sistemas de información más importante en salud del país, pero no es una empresa de desarrollo de software.
“No cuenta con las capacidades que debería contar una empresa que se especializa en desarrollar software de salud, y por eso la implementación ha sido atropellada. Se reconoce el esfuerzo pero no tenía que haber sido de esta manera”, afirmó Iliaronov, en referencia al hecho de que la propia entidad desarrolló el EDUS.
Para el experto, el concepto de expediente único nació errado. En Costa Rica, dijo, hay muchos “expedientes únicos”: en el INS, el IAFA, los hospitales privados, las más de 1.300 farmacias privadas...
“Todos tienen islas únicas de información que, hoy por hoy, nadie consolida. Ahí entra el ente rector, que hasta ahora está lanzando algunas iniciativas de salud digital, pero aún estamos lejos de que al asegurado le den un expediente único”, advirtió, el vocero de DHIT Costa Rica, que es una organización sin fines de lucro que busca la transformación digital del sector salud.
Por su parte, Carlos Valerio, de la Defensoría de los Habitantes, es del criterio de que el EDUS es “bastante sólido y seguro” con la confidencialidad de los datos, un asunto que ha sido vigilado por esa institución.
Lo absolutamente necesario para esta plataforma, dijo, es la interoperabilidad entre las distintas instituciones que prestan servicios de salud.
“Desde hace mucho tiempo se necesitaba un expediente digital en salud. (El EDUS) sí está en todos los ámbitos de la institución. Todavía hay aspiraciones de poder sacarle más punta.
“En mi opinión personal, creería que es necesario que haya interoperabilidad con el sector privado”, declaró Valerio al recordar que son muchas las personas que recurren a estos servicios y necesitan tener su información consolidada en un solo expediente.