En los casos de Katia y Miurel actuaron hombres sin oficio que ganaban dinero en trabajos ocasionales;
En los casos de Mariluz y Miurel los agresores eran hombres mayores que las pretendían.
En los casos de Katia y Miurel, los sospechosos contaban con antecedentes penales y las quejas de algunos vecinos fueron desatendidas por las autoridades.
En los casos de Mariluz y Miurel, los pretendientes acostumbraban a llevarles regalos.
En los casos de Mariluz, Miurel y Katia, los sujetos trataron de quitarse la vida una vez que perpetraron los ataques. Solo el hombre que disparó contra Mariluz logró su propósito. Los otros trataron de ahorcarse e intoxicarse.
En los casos de Miurel y Katia, los homicidas esperaron a estar solos para actuar.
En los casos de Miurel y Mariluz, el PANI desconocía la situación de riesgo de las menores.
En el caso de Katia y Miurel, actuaron vecinos que sacaron provecho de su cercanía para atacar a las víctimas.
En los casos de Miurel y Mariluz, los padres tenían conocimiento de las pretensiones de los hombres.
En los casos de Miurel y Katia , los vecinos trataron de tomar la justicia en sus manos. La Policía tuvo que tomar medidas.
En las tres agresiones , los hombres utilizaron armas distintas: una pistola, un cuchillo de cocina y la asfixia.