El Fondo de Asignaciones Familiares (Fodesaf) no recuperará nunca ¢16.808 millones por deudas de patronos.
Ello porque el departamento de Tesorería de la Dirección de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (DESAF) no actuó a tiempo y permitió que transcurrieran más de tres años desde que los patronos dejaron de cumplir sus compromisos.
Este período es suficiente para declarar la caducidad de una deuda. Así consta en un documento del departamento de cómputo del Ministerio de Trabajo, del cual La Nación tiene copia.
Los ¢16.808 millones corresponden al 67 por ciento de los ¢25.076 millones que la DESAF no ha logrado recuperar desde 1992, aproximadamente.
La Nación informó ayer de que ese dinero sigue sin cobrarse porque el departamento de Tesorería apenas cuenta con siete funcionarios para tramitar los cobros a 61.000 patronos morosos.
El mismo departamento de cómputo revela que la capacidad de Tesorería para cobrar el pendiente es inferior al crecimiento de la deuda total.
Un ejemplo. En 1997 la recaudación sobre patronos morosos cerró en ¢749 millones, pero la deuda acumulada llegó a ¢2.388 millones.
Esta situación afecta los ingresos del Fondo, que beneficia a mujeres embarazadas, estudiantes de escasos recursos o familias que no pueden adquirir una vivienda.
Menos recursos
Fodesaf no solo se financia con el cinco por ciento de las planillas de los patronos públicos y privados. La Ley constitutiva del fondo también establece un aporte del 20 por ciento del impuesto de ventas que recauda Hacienda.
Sin embargo, una resolución de la Contraloría General de la República permite a Hacienda girar menos dinero, de acuerdo con la liquidez.
Es por eso que este año el Ministerio solo girará a DESAF ¢25.737 millones, pese a que el 20 por ciento de lo recaudado por el impuesto de ventas equivale a ¢68.000 millones.
Así las cosas, Fodesaf solo contará con ¢79.656 millones para repartir entre 17 ministerios e instituciones de asistencia social.
La viceministra de Hacienda, Silena Alvarado, aclaró que esta reducción presupuestaria se produce todos los años, para que esa cartera pueda responder a otras obligaciones.
Los efectos de esta rebaja los enfrentan los beneficiarios de Fodesaf. Por ejemplo, el Fondo Nacional de Becas no podrá subsidiar a 1.261 estudiantes porque el presupuesto asignado por Fodesaf se redujo en ¢500 millones y quedó en ¢2.575 millones, dijo su directora ejecutiva, Julia de la O.
De igual forma, el dinero para acueductos rurales, que abastecen a un millón de personas en el país, bajó de ¢3.000 millones en 1997 a ¢1.000 para este año.