El Frente Amplio es el único partido de la Asamblea Legislativa que, en seis votaciones a lo largo de dos años, no ha emitido un solo voto en contra de las acciones del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Ante todas las mociones de censura o de condena a los actos del mandatario bolivariano, debatidas desde febrero del 2015 hasta la fecha, los diputados frenteamplistas han votado en contra o se han ausentado.
En cinco de esas discusiones, la fracción frenteamplista estuvo casi completa y votó en contra en bloque. Solamente en una ocasión estuvo diezmada debido a la ausencia de cinco legisladores, pero aun así, los cuatro legisladores presentes rechazaron la llamada de atención del parlamento costarricense a Maduro.
A esas seis mociones casi se le une una sétima votación este jueves, que buscaba condenar los hechos de violencia acontecidos en la Asamblea Nacional de Venezuela el miércoles, cuando simpatizantes del régimen de Maduro entraron al edificio y agredieron a congresistas de oposición.
Sin embargo, aunque iban a votar en contra, los frenteamplistas optaron por romper el cuórum de la sesión plenaria e impedir que se debatiera la moción censuradora.
Las mociones de censura al gobierno venezolano han sido impulsadas por los partidos Liberación Nacional (PLN), el Movimiento Libertario y Alianza Demócrata Cristiana, con el apoyo de la Unidad Social Cristiana (PUSC). Estas agrupaciones nunca votaron en contra, al igual que Restauración Nacional y Accesibilidad Sin Exclusión (PASE).
Después del FA, el partido que ha votado más veces en contra de las censuras a Maduro es el gobernante Partido Acción Ciudadana (PAC), que en cuatro de los seis debates se pronunció mayoritariamente contra las mociones y, en dos casos, se quebró: parte de la bancada a favor del pronunciamiento y parte en contra.
Un diputado de Renovación Costarricense, Abelino Esquivel, votó una vez en contra; y una vez también lo hizo la independiente Carmen Quesada.
Esos datos se desprenden de una revisión que hizo La Nación de las seis mociones que se han discutido en marzo del 2015, mayo y octubre del 2016, y las más recientes, en febrero y marzo de este año.
"No injerencia"
De acuerdo con el jefe de la fracción del Frente Amplio, Francisco Camacho, la razón de no votar a favor ninguna de esas mociones se debe a una política de no injerencia en los asuntos de otros países.
"Creemos que las situaciones internas de los países las tienen que resolver los países, eso es todo, nada más, pero siempre hay grupos que insisten en presentar estas mociones", alegó el legislador cartaginés.
Camacho añadió que, para su partido, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos es fundamental, y que ellos nunca han presentado ni promovido una moción a favor de Maduro.
Consultado por este medio sobre si también callarían ante masacres en otros países, Camacho respondió que en países como Colombia un periodista como el que escribe este artículo tendría que ir acompañado de guardaespaldas, porque "es el país en que más asesinan periodistas" y que, en México, también masacran reporteros, pero que ellos no han presentado mociones al respecto.
Aunque la también frenteamplista Ligia Fallas coincide con Camacho en la política de la no injerencia en asuntos de otros países, así sea Estados Unidos, España o el que sea, ella sí se declara abiertamente "chavista".
"Yo, Ligia Fallas, me declaro chavista y lo he dicho en mil ocasiones. Me sumo al sueño de (Simón) Bolívar, la patria grande, porque nacimos sin fronteras, estas las puso el conquistador, yo me declaro chavista en todo proceso que hizo el comandante (Hugo Chávez Frías). Respaldo totalmente el gobierno de Nicolás Maduro", explicó Fallas.
La legisladora alajuelense apuntó que un tico "de a pie" quiere paz, tranquilidad y no meterse en los asuntos de los demás, por lo que considera que las mociones son injerencistas y promotoras de la intervención.
PAC: 'no somos cancilleres'
A criterio de Marco Redondo, del PAC, la razón por la que él y otros oficialistas votan casi siempre en contra de ese tipo de mociones es porque no tienen potestad los legisladores para fungir como si fueran cancilleres.
"Yo me he opuesto no solo a las de Venezuela, sino también a cualquier otra que tenga que ver con relaciones internacionales. En el artículo 140 de la Constitución se establece que es responsabilidad del presidente y del ministro velar por relaciones internacionales. Hay compañeros que me acompañan en esa misma línea", dijo Redondo.
El gobierno de Luis Guillermo Solís, por su parte, lanzó fuertes críticas contra el régimen de Maduro en junio, en voz del canciller Manuel González, cuando en la OEA afirmó que el gobierno bolivariano persigue opositores, crea crisis y viola su propia Constitución.
Aunque ya han votado en contra de seis mociones para censurar a Maduro o sus actos, el Frente Amplio prefirió ni siquiera votar esta semana. Cuando se pondría a votación, el miércoles, la moción para condenar la toma de la Asamblea Nacional y la retención de diputados de oposición, los frenteamplistas acapararon el uso de la palabra en otros asuntos, hasta que se terminó la sesión.
Este jueves, en cambio, optaron por romper el quórum. Solamente dos de los siete presentes permanecieron en el plenario.
Camacho alega que es culpa de Liberación, la Unidad y el Libertario que no estuvieran todos sus aliados para debatir la moción. Sin embargo, Ligia Fallas acepta que claramente la intención era romper el quórum y evitar la votación de una sétima moción para condenar acciones políticas de Nicolás Maduro.
Esta vez la acción del FA fue duramente criticada por Karla Prendas, jefa de la fracción del PLN, y por Luis Vásquez, del PUSC, quienes además llevaron a dos diputadas venezolanas (Manuela Bolívar y María Teresa Pérez) a la barra de público, para apoyar la moción.
"El Frente Amplio rompe el quórum e incumple su palabra, para evitar votar la moción de apoyo a la situación del Parlamento de Venezuela. Además, los legisladores más cercanos a Casa Presidencial se aliaron al FA para evitar un pronunciamiento condenando la violencia en ese país", dijo la jefa liberacionista.
También Mario Redondo, de Alianza Demócrata Cristiana, fustigó la acción de los frenteamplistas de impedir que se debatiera la censura contra Nicolás Maduro.
Las mociones
La primera moción discutida se generó en el parlamento de Costa Rica por acciones de persecución política llevadas a cabo por el Gobierno de Venezuela. En esa ocasión, los votos negativos fueron nueve del Frente Amplio y 12 del PAC.
Los votos positivos fueron 30, del PLN, PUSC, ML y los partidos evangélicos.
El año pasado se tramitó un pronunciamiento para censurar las medidas extremas que tomara Nicolás Maduro para neutralizar a la oposición a su gobierno. En esa ocasión, 11 oficialistas votaron en contra junto con cuatro frenteamplistas.
Los votos positivos fueron 24, de los mismos actores que en la anterior.
En octubre pasado, se pronunció el Congreso en un acto solidario con su similar venezolano, frente a las gestiones del presidente suramericano para evitar el referendo revocatorio de su mandato. En esa ocasión, ocho del FA votaron contra ese pronunciamiento, pero el PAC se quebró: uno estuvo en contra de la moción, ocho la aprobaron.
Entre liberacionistas, socialcristianos, libertarios y evangélicos sumaron 31 votos a favor de esa iniciativa.
Las tres mociones restantes se dieron este año, la primera de ellas en febrero, con el objeto de condenar la censura de medios internacionales aplicada por Maduro. En ese momento, la fracción en pleno del Frente Amplio estuvo en contra, junto con una mayoría del PAC, o sea, nueve parlamentarios.
A favor de condenar esa decisión gubernamental estuvieron tres oficialistas, junto con 20 diputados de otras enseñas políticas, entre ellas PLN, PUSC y ML.
Las últimas dos mociones se dieron el mismo día, el 30 de marzo, y contenían condenas hacia el régimen de Maduro y contra el Tribunal Supremo de Justicia venezolano por intentar quitarles la inmunidad a los diputados de la oposición.
La primera moción se centraba solo en la censura, mientras que la segunda pedía al Gobierno de Costa Rica suprimir toda representación diplomática costarricense que pudiera haber en ese país.
Mientras que los ocho legisladores del Frente Amplio votaron las dos mociones en contra, molestos porque otros partidos buscan injerir en asuntos de otros país, el PAC votó diferente: para la censura, votaron cuatro oficialistas en contra y cinco a favor; en la segunda votación, los nueve diputados de gobierno presentes se negaron a apoyarla.