La Fundación Pro-Zoológicos (Fundazoo) perdió, este jueves, de forma definitiva la demanda que mantenía contra el Estado, debido a la muerte del león Kivú, el 17 de febrero del 2017, mientras estaba en custodia del Zoo Ave.
El animal permaneció durante 18 años en el zoológico Simón Bolívar, del que fue trasladado por orden del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) debido a que vivía en condiciones inadecuadas.
Fundazoo ya había perdido la querella en primera instancia, el 11 de noviembre de 2019 ante el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, no obstante, disconforme con la resolución, presentó un recurso de casación ante la Sala I, autoridad que lo declaró sin lugar el día de hoy.
Ahora, la parte demandante deberá pagar las costas del proceso.
Entre los argumentos esgrimidos por Fundazoo, para demandar al Estado, aseguraron que la salud de Kivú se deterioró aceleradamente después de ser trasladado al Zoo Ave el 6 de diciembre de 2016, lo que llevó a su muerte 74 días después por complicaciones renales.
Además, detallaron que el Simón Bolívar vio disminuidos sus ingresos drásticamente tras la salida del león.
La fundación solicitó al Tribunal, entre otros puntos, que se declarara que en el cambio del animal a su último recinto, se utilizó fuerza indebida, que el lugar en el cual se le movilizó no cumplía con las especificaciones técnicas que se exigieron, que el Estado era responsable de los daños y perjuicios y que se hiciera una acción resarcitoria económica a los empleados y por el daño a la imagen de Fundazoo.
Finalmente, la Sala I estimó que ninguna de las pruebas aportadas por la fundación sustentaron que el Estado propició una situación adversa para el Simón Bolivar ni para Fundazoo, “por lo que no existe fundamento alguno para atribuirle al Estado responsabilidad. No observa esta Sala que se diera la inaplicación normativa acusada ni violación a la regla y principios aducidos. Por lo anterior, procede el rechazo del agravio”.
Kivú llegó a Costa Rica procedente de La Habana, capital de Cuba, en 1999,,cuando tenía apenas nueve meses de edad, acompañado de su hermana Kariba. Ambos animales fueron nombrados en un concurso público donde se recibieron 3.000 propuestas. Kariba y Kivú son los nombres de dos lagos ubicados en África. La hembra falleció en 2011 a causa de un tumor en el abdomen.
En el informe de inspección presentado en septiembre de 2016 por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) y el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), que desembocó en la orden de traslado por parte del Minae y el MAG, se detalló la situación de cautiverio del felino.
El documento afirmaba que la jaula donde vivió Kivú no proveía “enriquecimientos, ni opciones de ambientación que proporcionen desafíos, opciones y comodidad al león, o la posibilidad de expresar comportamientos propios de la especie, necesarios para que los animales puedan maximizar su salud psicológica”.
Su hogar durante sus últimos meses de vida fueron 300 metros cuadrados con vegetación, troncos y una cueva. Allí, biólogos y médicos veterinarios vigilaron su alimentación y comportamiento. No obstante, la salud de Kivú se deterioró debido a un cuadro de insuficiencia renal. En sus últimas semanas, el animal ya no consumía alimentos sólidos y fue necesario suministrarle sueros y vitaminas. Además, padecía artrosis.
Finalmente, el felino fue incinerado este viernes y sus cenizas esparcidas en suelo nacional, en un lugar no especificado.