Este lunes, la isla San Lucas se convirtió en Parque Nacional.
La ley que así lo establece la firmó este día el gobierno dentro de la celebración del 50.º aniversario del Sistema de Parques Nacionales.
La que fuera una prisión y luego un Área Silvestre Protegida y Refugio Nacional de Vida Silvestre, tiene una nueva condición, mediante la cual se pretende reactivar la economía local en la Región Pacífico Central.
Con ese fin, el presidente Carlos Alvarado sancionó la ley número 9892, en Casa Presidencial, en Zapote y que nació como una iniciativa impulsada por el diputado liberacionista, Carlos Ricardo Benavides. Fue aprobada por el Congreso el 10 de agosto.
La declaratoria nació de la llamada Ruta de Reactivación de la isla San Lucas anunciada en abril de 2019 cuando se propuso convertir el lugar en un destino turístico cultural, histórico y natural de Puntarenas.
La isla, localizada en el Pacífico frente a las costas puntarenenses, funcionó de 1873 a 1991 como prisión. Uno de sus principales atractivos turísticos hoy son los cientos de escritos y dibujos en las paredes de las que fueron celdas.
José León Sánchez, Premio Nacional de Cultura Magón 2017, estuvo preso en San Lucas por 20 años por el robo de la imagen de la Virgen de los Ángeles. Aquella sentencia fue dictada en 1955 y anulada 44 años después.
En cautiverio, empezó su obra literaria y allí escribió la historia que impulsó su carrera literaria, La isla de los hombres solos (1968).
Para cuando nació la idea de acondicionar las instalaciones, la riqueza del patrimonio arquitectónico de la vieja prisión que inspiró a Sánchez, ya corría riesgo de perderse debido a su deterioro estructural por falta de un mantenimiento apropiado.
Además, había escasez de personal en la isla; no solo para el cuido de estructuras patrimoniales; sino del bosque seco y de la zona marítima.
Por ejemplo, hace solo un año, no había siquiera había servicios públicos como agua y electricidad.
A la fecha, parte de esas carencias han sido superadas y ya se ejecutaron trabajos de construcción de senderos, nuevos servicios sanitarios, centro de acopio y sistema de bombeo de agua; así como la intervención estructural del área patrimonial y la rehabilitación del edificio del antiguo dispensario médico.
El sitio también cuenta con dieciséis puntos con códigos QR lo cual hace a la isla el primer destino turístico con ese tipo de tecnología en el país, para que el turista utilice su teléfono celular para activar esos códigos y acceder a información complementaria.
Los usuarios registran con la cámara del celular el código y a continuación encontrarán información de la historia, la flora y la fauna de cada uno de los senderos o sitios arquitectónicos o naturales de la isla, y con esto poder contar la opción de un recorrido auto-guiado; así como fotos y videos del lugar.
Todos los arreglos y mejoras para la visitación costaron unos ¢324 millones y permitieron la reapertura a visitantes el sábado, cuando zarpó la primera embarcación desde Puntarenas con un grupo de turistas.
La isla, declarada Refugio de Vida Silvestre desde el año 2001, posee playas donde en algún momento incluso existió interés de construir complejos hoteleros; iniciativa ya descartada.
Además, San Lucas cuenta con variedad de fauna: monos aulladores, arañas, ardillas, armadillos, faisanes, venados, murciélagos, mapaches, osos hormigueros, serpientes, cocodrilos, y muchas otras especies de reptiles y aves, además de tiburones martillo, manta rayas y tortugas que habitan en sus aguas.
Fondo de ayuda
Este mismo lunes, Alvarado también firmó una segunda legislación que fue la reforma de la Ley N.5100 -que declara el Parque Recreativo Nacional Playas de Manuel Antonio- y a la Ley N°8133, la cual autoriza al Minae a disponer de recursos específicos para invertir en adquisición de bienes y servicios, así como personal, desarrollo y mantenimiento de infraestructura necesaria para la gestión del Parque.
También faculta al Ministerio a trasladar ¢1.200 millones a la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) para dar atención a familias que se han visto afectadas a raíz de la pandemia en la Región Pacífico Central.
Con la modificación, se transferirán por única vez ¢6.400 millones para apoyar la gestión del propio parque y el resto para entregar comida a hogares de escasos recursos del Pacífico central.
El dinero provendrá del Fideicomiso de Administración Parque Recreativo Nacional Playas de Manuel Antonio, a cargo del Banco Nacional de Costa Rica, el cual continuará activo.
La reforma también le otorgará al Parque Manuel Antonio un nuevo modelo de gestión autosostenible mediante el cual pueda disponer de fondos para infraestructura, ampliación de servicios y mejora de la visitación turística cuando se reactive esa actividad; así como más dinero destinado a la conservación ambiental.
Así, se contempla que ¢4.000 millones se utilizarán para la adquisición de bienes y servicios, así como contratación de personal, desarrollo y mantenimiento de infraestructura necesaria para la gestión del Parque.
Se destinan otros ¢700 millones para arreglos del área de amortiguamiento del Parque, que es el área inmediata a las zonas silvestres protegidas donde, sin la debida planificación, se puede dañar indirectamente la biodiversidad si crece la presión por actividad humana sobre los hábitats de especies de flora y fauna.
Una parte de esos fondos serían para mejorar la seguridad de los visitantes y labores de vigilancia en la propia zona silvestre, ajustes al flujo vehicular de llegada y salida, mejoras viales en la calle de acceso a playa del Rey y otras obras que mitiguen presiones o posibles amenazas al entorno natural.