![](https://www.nacion.com/resizer/v2/22SO72TNLJARBLBDFW3CZJOKRE.jpg?smart=true&auth=c23521800953f945beaba7f277b696a79c906549bb4e6e5f21f723320c8bb6bb&width=320&height=213)
Los servicios de inteligencia de Taiwán destaparon el secreto, pero el Gobierno de Costa Rica no dudó un instante en negar al país las inconvenientes verdades reveladas en Taipéi.
El 10 de junio del 2007, Taiwán aseguró que desde el primer día del mes Costa Rica y China acordaron establecer relaciones y convinieron un paquete de $430 millones en ayuda. China, dijo Taiwán, “compró la relación”.
El 11 de junio el ministro de Hacienda, Guillermo Zúñiga, descartó que existiera el acuerdo que él mismo presenció, cuyos detalles se conocieron ahora, año y tres meses después.
“No sé de dónde mencionan esas cifras, pero no quiero debatir con ellos”, respondió el Ministro a las palabras del entonces presidente taiwanés, Chen Shui-bian, publicadas la víspera en el diario Taipei Times .
Ahora, publicado el “memorando de entendimiento” que firmaron los cancilleres Bruno Stagno y Yang Jiechi tras una reunión de unas 14 horas en la capital china, se sabe que Chen acertó y que Zúñiga mintió.
“Hay muchas razones para esto (el viraje diplomático de Costa Rica), pero el factor más importante fue la oferta de China de $430 millones para comprar los lazos”, dijo Chen al criticar la ruptura decidida por el presidente Óscar Arias. El monto corresponde a los $300 millones de los bonos y donaciones por $130 millones.
Zúñiga había contestado que el tema solo había sido “conversado y explorado”, pero los gobiernos ya tenían en sus expedientes el documento con detalles precisos de la transacción: $300 millones en dos tractos, a 12 años plazo, con una tasa de interés del 2%.
El “memorando de entendimiento” establece que China donará $130 millones antes del 2010, de los cuales el 23% debía entrar a las arcas costarricenses para usarlos entre el 2008 y el 2009. Tales detalles tampoco se conocían de manera pública, hasta este lunes.
El 6 de mayo se conoció de los $72 millones para un nuevo Estadio Nacional, adicionales a los $30 millones recibidos para atender daños por desastres naturales.
Los $130 millones acordados en junio no fueron mencionados en el encuentro formal que tuvieron en China los presidentes Óscar Arias y Hu Jintao el 24 de octubre.
Solo se informó de $48 millones para el estadio, damnificados, casas para familias pobres y terminar la carretera a San Carlos.
¿Una posibilidad? Además de Zúñiga, el mandatario Arias dio declaraciones falsas sobre los bonos.
Todavía el 26 de octubre, cinco meses después de fijado el acuerdo de crédito, Arias se refirió al crédito como “una posibilidad”.
“Posiblemente lo hagamos a través de venta de bonos (...) Depende de que nosotros estemos preparados para ver cuánto necesitamos y en qué lo vamos a gastar. Hay que definir los montos”, expresó el mandatario en una entrevista realizada mientras viajaba de Pekín a Shanghái, durante la gira oficial.
Arias también mintió el 6 de junio del 2007, cuando por la mañana calificó como “especulaciones” informaciones sobre la nueva relación diplomática que él mismo anunció de manera oficial seis horas después. El reconocimiento lo hizo después de las 4 p. m., la hora fijada en el memorando suscrito por Stagno y Yang en Pekín.
“Hemos sido tan transparentes como las circunstancias nos permitían”, declaró Arias en esa oportunidad. Al día siguiente pidió disculpas a una periodista por haberle dado una respuesta falsa.
Debido a una resolución de la Sala Constitucional, Hacienda quedó obligada a desaplicar el “secreto bursátil” con el cual cubrió los bonos vendidos a China.
Tras el fallo, la presidenta en ejercicio, Laura Chinchilla, declaró que “a partir de ahora nada se dejará por fuera de la prensa”.
Por ello fue posible conocer que la entidad compradora de los bonos es la Agencia Estatal de Reservas en el Extranjero (SAFE, por sus siglas en inglés), y que en el país los custodia el banco BCT, ligado al embajador tico en Pekín, Antonio Burgués.
El banco BCT es, desde 1997, el corresponsal exclusivo del Banco de Nueva York, la entidad que custodia los bonos que compra China en el mundo.
Burgués aseguró que nada tuvo que ver con la participación del BCT. El Embajador, más bien, recordó a la Cancillería que desde setiembre del 2007 advirtió de la ilegalidad de establecer acuerdos a espaldas de la opinión pública.