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La carretera de 27 kilómetros entre Chilamate, en Sarapiquí, y Vuelta de Kooper, en San Carlos, estará lista durante el segundo semestre del presente año.
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) envió este jueves un comunicado de prensa en el que informa sobre la finalización del asfaltado de esa ruta.
También se terminaron las labores en la red de alcantarillas y siete puentes; solo está pendiente la construcción del puente sobre el río Tres Amigos (48 metros de longitud).
La nueva vía recortaría la distancia entre esos dos puntos en 60 kilómetros, pues la ruta actual obliga a los conductores a pasar por Aguas Zarcas, Venecia –ambos en San Carlos– Río Cuarto y finalmente San Miguel y La Virgen, en Sarapiquí.
"Este año, desde el Ministerio, se estima concluir esta obra, no sólo el corredor principal del proyecto original, sino también una serie de obras adicionales debidamente identificadas mediante una auditoría de seguridad vial, que optimizan tanto seguridad vial como el confort para los usuarios de esta nueva carretera", explicó Guiselle Alfaro, viceministra de Infraestructura.
La viceministra se refiere a un tramo adicional de dos kilómetros, bahías para buses y las intersecciones a desnivel, obras que no estaban incluidas en el proyecto original.
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Según el MOPT, el avance del camino, valorado en más de $70 millones, es de un 97%.
Francisco Cardoce, ingeniero de la constructora Sánchez Carvajal, dijo en octubre del año pasado que terminarían los trabajos en julio. Sin embargo, la entrega podría atrasarse varios meses más.
El contrato original era por $52,4 millones, financiados por la Corporación Andina de Fomento (CAF) más dos adendas por $22 millones para las mejoras mencionadas.
Además, el Estado aportó ¢3.368 millones para la supervisión de las obras, las municipalidades de Grecia, Sarapiquí y San Carlos ¢38,7 millones y la Zona Económica Especial otros ¢38,7 millones.
Las labores se empezaron en junio de 2013. En ese momento, el proyecto estaba diseñado a dos carriles sin intersecciones elevadas, pasos a desnivel, ni los dos kilómetros extra mencionados.
Aparte de los contratiempos por las modificaciones de los diseños, el cronograma de trabajo registraba, a octubre del año pasado, 666 días de demoras por la espera de nuevos diseños, trámite de permisos y días compensables por lluvias.
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Por los retrasos, la empresa tenía previsto cobrar al Estado, a esa fecha, ¢2.000 millones adicionales, aproximadamente.
