“Considere la diferencia cultural con respecto a su país de origen, procure vestir un estilo similar al local para evitar llamar la atención”.
“Evite caminar a solas en horario nocturno”. “Prefiera los horarios diurnos”.
“Tenga cuidado con los mensajes que una actitud muy amistosa o de confianza puedan generar. Muchas situaciones de riesgo o de abuso de confianza se generan a través de la percepción errónea de este tipo de interacción”.
“De ingerir bebidas con contenido alcohólico, o alguna sustancia que pueda alterar el uso de sus facultades, debe asegurarse de mantener el control personal y del entorno donde se encuentra”.
Estas son algunas de las “medidas básicas de autoprotección en seguridad” que recomienda la Guía de Buenas Prácticas de Seguridad en las Operaciones Turísticas, creada conjuntamente por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) para informar al sector turístico de los consejos que deben dar a sus huéspedes extranjeras que lleguen sin compañía al territorio nacional.
Desde marzo de 2021, el Gobierno prometió una nueva iniciativa para prevenir la violencia contra las turistas que viajan solas al país mediante la “construcción de ambientes seguros”, la cual sería el producto de un convenio entre el ICT, el Inamu y la Comisión Nacional de Seguridad Turística (Consetur). Tres meses después anunció la creación del programa “Red Sofía”, con el que aseguró que cumpliría su cometido.
Esta guía de buenas prácticas es fruto de esa promesa, así como las charlas informativas y capacitaciones para “sensibilizar” a quienes trabajan en el turismo nacional, según respondieron el ICT y el Inamu ante consultas de La Nación.
Ambas entidades, confirmaron que las charlas son de sus principales estrategias para evitar violaciones sexuales como la que denunció una visitante danesa en Puerto Viejo de Talamanca, Limón, la semana anterior.
Las asesorías han tenido como base esa guía en la que se apuesta por una estrategia de “autoprotección”, donde las viajeras deben tomar en cuenta hasta 23 precauciones para sentirse seguras en el país. Incluso se les aconseja no defenderse ante eventuales ataques o abusos, porque “si es víctima de un evento criminal, ofrecer resistencia incrementa los niveles de violencia y la posibilidad de accidentes y daños mayores”.
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¿Cuáles serían las acciones concretas que ejecutarían ambas entidades ante lo sucedido en el Caribe?, preguntó este diario. El ICT contestó que “continuará el trabajo iniciado con la Red Sofía, que prueba ser una herramienta muy necesaria y apropiada en busca de ambientes seguros para las mujeres”, mientras que el Inamu señaló que “revisará posibles acciones que sean necesarias para ampliar la incidencia” del programa, además de otras coordinaciones, alianzas y revisiones.
Los esfuerzos de la “Red Sofía”, sin embargo, no convencen al colectivo feminista Unidas Talamanca, el cual emitió un pronunciamiento días después de la violación grupal a la europea en el sur limonense, con el fin de exigir acciones para “erradicar la cultura de violación con plazos claros” pues consideran que “la ausencia del Estado ha sido histórica en la región”.
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“Estas medidas urgentes y otras deben ser atendidas, es cuestión de vida o muerte, no solo de las mujeres sino de una comunidad entera, de sus actividades productivas altamente dependientes del turismo nacional e internacional. Es inaceptable que en el Caribe sur no tengamos la debida presencia de la Fuerza Pública en un territorio con una creciente criminalidad organizada vinculada al narcotráfico”, reclamó la organización.
Aunque el colectivo rescató que las capacitaciones y charlas pueden ayudar, alegó que esas no pueden ser las únicas acciones gubernamentales para evitar violaciones de extranjeras y crear ambientes turísticos seguros para las viajeras. Por eso, enumeró una serie de tareas que urgió a las autoridades nacionales:
- Hacer públicos y accesibles los nombres y números de teléfono de personas fiscales disponibles y en guardia para gestionar la toma de la denuncia de manera expedita.
- Mejorar la iluminación pública, con carácter urgente e inmediato, como medida para la prevención de riesgo en toda el área de Cocles donde están sucediendo muchos de los asaltos.
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- Activar un kit de atención para la víctima de violencia sexual en la clínica de la CCSS en Honecreek para que las posibles víctimas reciban la atención inmediata y digna, y que por ley, deben recibir.
- Garantizar recursos materiales, humanos y técnicos para aumentar la presencia policial adecuada y capacitada, especialmente durante las temporadas altas de turismo internacional y nacional.
- Crear un mapeo y cartografía de los lugares con más alta criminalidad sexual y con base en esa y otras herramientas e investigaciones sostenidas, patrullen esas áreas con la debida diligencia.
- Destinar presupuesto para una nueva patrulla exclusivamente para estos casos.
Víctimas jóvenes
De acuerdo con estadísticas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), más de un 70% de las víctimas de violaciones sexuales en el país son niñas y jóvenes. La mayoría son menores de edad pero otra buena parte son mujeres de 18 a 29 años, y en casi todos los casos “las personas ofensoras son conocidas en mayor o menor medida por las víctimas de ahí el rango de edad de las víctimas que predomina son menores y jóvenes”.
En la última década se han atendido 5.181 violaciones y prácticamente la mitad han ocurrido en San José y Limón. El año anterior aumentó la cantidad de denuncias en todas las provincias con respecto a 2020 (a excepción de Puntarenas) y desde 2011 se han registrado, en promedio, 470 casos anuales.
La Nación consultó cuántas de estas violaciones fueron perpetradas en grupo como la que denunció la turista danesa en Puerto Viejo, pero el OIJ dijo no tener esos datos porque “se trata de detalles que solo los maneja la Fiscalía e investigación policial cuando se realiza la entrevista a las víctimas”.
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Cuando se le preguntó al Inamu si considera que Costa Rica es un país seguro para extranjeras que quieran viajar solas, evitó responder la consulta específica. “En varios cantones del país existes redes locales interinstitucionales que desarrollan acciones diversas para prevenir y atender la diferentes formas de violencia contra las mujeres”, se limitó a contestar.
“Incluso, solo el año pasado se capacitó a un total de 74 funcionarios de diversas instituciones para la detección y canalización de situaciones de violencia sexual. Además, se inició un proceso de grupos focales en seis regiones del país para, este año, continuar con la capacitación especializada a las instituciones que atienden mujeres víctimas sobrevivientes de violencia sexual”, agregó, al resaltar de nuevo la “Red Sofía”.
Por su parte, el ICT manifestó que la seguridad es un tema de central importancia para un país cuya economía depende en gran medida del turismo y reconoció que “un destino sostenible tiene que ser un destino seguro y esta es una tarea que compete a distintos actores de Gobierno y de la sociedad civil”. Sin embargo, reiteró que su programa de capacitaciones y charlas informativas es suficiente para atender este problema.
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“Lamentamos profundamente y rechazamos de forma categórica toda agresión contra las mujeres, que merecen vivir libres y seguras. (...) La manera en la que Costa Rica se proyecta al mundo mediante la marca país Esencial Costa Rica es integral: turismo, inversiones y exportaciones, de la mano de la cultura e idiosincrasia costarricense”, añadió.