La propuesta que llevará Costa Rica ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que este organismo multilateral le preste un monto estimado de $2.250 millones, en tres años, excluirá cinco puntos específicos.
1- No se aumentará el IVA.
2- No se gravarán salarios menores a los ¢800.000, ni del sector público ni del privado.
3- No habrá despidos masivos.
4- No se dará la venta de activos del Estado más allá de los ya anunciados.
5- No se tocará el régimen de zonas francas.
Así lo adelantó el presidente Carlos Alvarado la noche de este lunes 14 de setiembre durante el Consejo de Gobierno ampliado celebrado en la Municipalidad de Cartago, como parte de las celebraciones por los 199 años de vida independiente.
“El día de hoy, lo que he querido adelantar es lo que no lleva el acuerdo del Fondo, y eso para la tranquilidad y la paz social en Cosa Rica. El acuerdo no lleva un aumento en el IVA, no toca los salarios menores a los ¢800.000, ni públicos ni privados, no contempla la venta de activos estratégicos del Estado más que los que ya el Gobierno ha mencionado, y no pretende un cambio en el régimen de zonas francas”, reiteró el mandatario a los medios de comunicación luego de participar en los actos protocolarios en Cartago.
Según dijo, el jueves de esta semana, su equipo económico dará a conocer al país la propuesta de negociación.
"Y eso es muy importante, antes de entrar a negociar, los primeros que conocerán la propuesta serán los diputados y, acto seguido, será el país. Es decir, no hay ningún secretismo. El país será el primero en conocer estos detalles.
Durante la sesión del Consejo de Gobierno, Alvarado dijo que la propuesta de negociación que llevará el país al FMI será “balanceada”.
"Repartirá las cargas, los sectores más pudientes aportarán más. Solidaridad, unión son la clave. La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y las instituciones deben perdurar, deben hacerse más eficientes, pero deben perdurar”, puntualizó Alvarado.
Agregó: “Es garantizar nuestra estabilidad económica presente y futura. Si no actuamos, el riesgo está en la devaluación, en las altas tasas de interés, en el desempleo, lo cual afectaría a todos, especialmente a los más pobres. Debemos actuar ya, no hacerlo puede salirnos muy caro”, añadió.
El presidente indicó cuáles son los cuatro objetivos del crédito.
“Mantener la estabilidad económica y la confianza en el país, mantener vigentes las instituciones vitales de nuestro estado social derecho, hacer más eficiente el Estado, para que sirva de mejor manera al pueblo, y proteger a toda costa a las personas vulnerables: a las personas pobres, así como a la clase media. Esos principios son los que nos guían”, recalcó Alvarado.
A cambio de que el FMI le otorgue un préstamo en condiciones blandas, Costa Rica debe llevar adelante una serie de medidas de estabilidad económica, que equilibren la difícil situación del país.
Esos cinco puntos destacados por Alvarado serían los que queden por fuera de las acciones que se implementarán en el país para lograr el visto bueno del organismo multilateral.
El objetivo del préstamo es buscar apoyo presupuestario y un refuerzo a la balanza de pagos, en momentos en que las medidas para enfrentar la pandemia de la covid-19 redundan en una caída significativa de la producción.
A esto se suma un desempleo del 24%, el aumento de la pobreza y unas finanzas públicas ya deterioradas antes de la crisis.
‘Apoyo al agro y un nuevo hospital’
Debido a las reglas de distanciamiento social, en la sesión de Consejo de Gobierno de este 14 de setiembre solo estuvieron presentes los vicepresidentes de la República, Epsy Campbell y Marvin Rodríguez.
El resto del gabinete se conectó virtualmente.
Al salón de sesiones de la municipalidad de Cartago también asistieron los diputados cartagineses Xiomara Rodríguez, del Partido Restaurción Nacional (PRN); Luis Fernando Chacón, del Partido Liberación Nacional (PLN), Mario Castillo y Laura Guido, ambos del Partido Acción Ciudadana (PAC).
Los legisladores brumosos le externaron al gobierno la necesidad de que vuelva la mirada a los productores agrícolas locales, así como a la promesa de un nuevo hospital para Cartago.
A la petición se sumó el alcalde, Mario Redondo.
“Tenemos la necesidad de generar empleo, y eso significa generar condiciones de competitividad, mejorar la infraestructura vial, la nueva autopista a San José, mejorar la infraestructura hospitalaria, el hospital Max Peralta, que hemos anhelado tanto, el apoyo a nuestros agricultores, para avanzar hacia la agroindustria y la reconversión y productiva y el desarrollo de una educación apoyada en la tecnología”, dijo el líder municipal.
El presidente ejecutivo de la CCSS, Román Macaya, quien también formó parte de la actividad, brindó un informe sobre la inversión y avances en infraestructura de salud en la provincia.
En su discurso, el presidente Alvarado afirmó que el Ejecutivo mantiene los compromisos con el desarrollo de la provincia.
“Anhelo estar aquí, en Cartago, durante exactamente un año, festejando los 200 años de vida independiente. Aún bajo la sombra de la pandemia, nuestro desarrollo sigue en camino, con el compromiso de construir infraestructura de tiempo y calidad. Intercambios de Taras y la Lima, La Galera, Florencio del Castillo”, expresó.
Como parte de su visita a la Vieja Metrópoli, el mandatario participó en la firma del contrato de construcción de los pasos a desnivel en Taras y La Lima, en Cartago.
También inspeccionó las obras que se levantan en el Liceo de Paraíso, con una inversión de ₡3.347 millones, la cuales beneficiarán más de 2.500 estudiantes de la institución.
Pasadas las 8 p. m., bajo la lluvia, Alvarado recibió la antorcha de la independencia, en compañía de la primera dama, Claudia Dobles, el alcalde cartaginés y su esposa, Yamileth Araya.
Los cartagineses Marco Vargas, jefe del Centro de Atención Especializado para pacientes con Covid-19 (Ceaco), y Nancy Durán, enfermera del Hospital Maximiliano Peralta de Cartago, también formaron parte del acto de recepción de la tea.
El encargado de entregar la antorcha fue Álvaro Calvo Molina, alumno de noveno año del Liceo de San Francisco Daniel Oduber Quirós, en la localidad de Agua Caliente, en el cantón central de Cartago.
Al joven lo acompañó su padre, Álvaro Calvo, profesor de Educación Física de ese mismo centro educativo.