El presidente de la República, Carlos Alvarado, presentó este viernes los resultados de los estudios de factibilidad para la construcción del Tren Eléctrico Limonense de Carga (Telca), un ferrocarril de 260 kilómetros que conectaría la zona norte y el área metropolitana con los puertos del Caribe para mover mercancías de exportación e importación en el país.
Se trata de un proyecto de infraestructura valorado en $820 millones, que la actual administración heredará al próximo gobierno para su posible construcción. El tren de carga podría ser operado por el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) mediante una alianza internacional o bajo el modelo de concesión.
La obra de infraestructura consta de cuatro fases. La primera de ellas conectaría la Gran Área Metropolitana (GAM) con los puertos de Moín bajo la ruta existente, con la rehabilitación de 120 kilómetros de la vía férrea al Atlántico. Este tramo podría comenzar a operar en el 2025.
Como parte de los trabajos necesarios, se construiría un patio de carga en San José, junto a las rutas 4 y 32. Mientras que en Moín, Limón, se construirán patios intermodales para que los trenes carguen y descarguen los contenedores, los cuales serán movidos en camiones desde y hasta la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) o el muelle de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).
En una segunda etapa, el tren eléctrico de carga llegaría hasta Chilamate de San Carlos, con un tramo de 40 kilómetros, y se conectaría con la ruta actual en el ramal ampliado de Río Frío, al lado de la carretera 32 que une San José con Limón.
La tercera etapa consiste de una extensión de otros 40 kilómetros desde Río Frío hasta Muelle de San Carlos, mientras que la cuarta fase es un agregado al otro extremo de la ruta ferroviaria, que va desde los puertos de Moín hasta Valle de la Estrella, en Limón. Para esa última fase se tendrá que construir 60 kilómetros más de vía.
Según destacó el Gobierno, la ruta se encuentra trazada de tal manera que el proyecto pueda extenderse, en futuras etapas, a otras zonas del país o, incluso, llegar hasta Panamá o Nicaragua.
De acuerdo con los estudios elaborados por el consorcio Audingintraesa-Audingmex y financiados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el tren de carga movería 1,3 millones de toneladas anuales.
Los análisis señalan que el Telca atendería entre un 30% y 50% de la demanda potencial actual de carga de mercancías desde y hacia el Caribe. Además, los resultados prometen la descongestión de la ruta 32 y una reducción en la emisión de gases contaminantes generado por el transporte terrestre de exportaciones e importaciones.
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El presidente Alvarado aseguró que el proyecto promovería el desarrollo socioeconómico de la zona norte y el Caribe, al potenciar actividades como agricultura, industria, turismo, artesanía y comercio.
“Estos resultados que conocemos hoy nos dicen claramente que el Telca va por el camino correcto, el Telca es un proyecto que traerá muchos beneficios para Costa Rica, el Telca tendría una buena demanda. Estoy convencido de que el Tren Eléctrico de Carga sería un avance crucial para modernizar la operación actual de transporte ferroviario. Sigamos apostando por el desarrollo para las regiones”, manifestó Alvarado.
El mandatario añadió que “de toda la cartera de proyectos (planteados), este es el que más dinamiza la provincia de Limón. El proyecto es rentable y quedará en manos de la próxima administración para implementarlo en solo cuatro años”.
Entretanto, la presidenta ejecutiva de Incofer, Elizabeth Briceño, aseguró que el proyecto comenzará a generar réditos para el país desde su primera etapa, mediante la cual se rehabilitaría y electrificaría la ruta actual hacia el Atlántico.
“Queremos que esa pitoreta llegue a más lugares y echar a andar nuevas oportunidades para el país, para las regiones Huetar Caribe y Huetar Norte, nuevas oportunidades para que las empresas se conecten con el mundo, con la tranquilidad de que se puede crecer económicamente mientras protegemos el ambiente”, manifestó Briceño.
Este es el segundo megaproyecto de infraestructura ferroviaria que presenta la actual administración, después del tren eléctrico metropolitano para el transporte de pasajeros que conectaría Alajuela, Heredia, San José y Cartago en un trayecto de 84 kilómetros.
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Dicho sistema de transporte público, también electrificado y libre de emisiones de dióxido de carbono, movilizaría a unas 200.000 personas cada día entre semana. La obra costaría $1.550 millones.
El Estado aportaría una inversión inicial de $550 millones, mientras que la empresa concesionaria asumiría el resto de la inversión para su construcción.
Una comisión legislativa dictaminó, en febrero anterior, el préstamo por $550 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para que realizar dicho aporte.
Ese préstamo ya contempla los recursos que el Fondo Verde del Clima de Naciones Unidas facilitó al Gobierno de Costa Rica para la construcción del sistema de transporte público sostenible. Se trata de $250 millones con una tasa de interés de 0% a 40 años plazo y 10 años de plazo para empezar a pagar el crédito.
El Fondo Verde del Clima también autorizó una donación al país por $21,3 millones para la mejora de ciclovías y espacios públicos alrededor del sistema ferroviario. El desembolso está sujeto a la aprobación del préstamo.