La fertilización in vitro (FIV) sería un derecho solo para mujeres casadas o bien que vivan en unión libre, siempre que esta relación sea comprobada judicialmente.
El nuevo texto de discusión aprobado por los diputados de la Comisión de Asuntos Sociales del Congreso, lo señala con claridad en su primer artículo.
En el párrafo inicial, los diputados definen la FIV como “la técnica médica de reproducción asistida que involucra la extracción de óvulos de los ovarios de la mujer, la fertilización de estos óvulos fuera del cuerpo femenino, con semen del esposo o compañero en unión de hecho judicialmente reconocida”.
El nuevo texto del expediente 18.824 reemplaza el que estaba en discusión anteriormente y había sido presentado por el exlegislador Luis Fishman.
Los legisladores consultados afirmaron que el proyecto anterior era omiso en cuanto a la regulación, pues solo constaba de cuatro artículos y dejaba en manos del Ministerio de Salud la reglamentación de la futura ley.
En este nuevo plan, se establece que solo si una pareja demuestra que tiene una relación formal puede aspirar a la técnica.
También debe quedar claro que son heterosexuales; es decir, se excluye a las parejas homosexuales de aspirar a procrear un hijo utilizando la FIV .
Por otra parte, deben demostrar que ambos están en buenas condiciones de salud física y mental.
Los propulsores. De esta manera, los diputados Ronny Monge, Marta Arauz y Karla Prendas, del Partido Liberación Nacional (PLN); Carmen Quesada, del Movimiento Libertario, y Mario Redondo, de la Alianza Demócrata Cristiana (ADC), impusieron el texto que será la base de discusión.
El plan ahora cuenta con el visto bueno de los legisladores evangélicos, representados en esta comisión por Redondo, de ADC.
El congresista dijo a La Nación que con el nuevo texto hay un margen más positivo para “construir” la ley que exigió desde el 2012 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al país.
En diciembre de ese año, la CIDH condenó a Costa Rica a aprobar una ley que garantice la implementación de la FIV, luego de que en el año 2000 la Sala Constitucional señalara que el procedimiento requería del respaldo de una ley para poderse aplicar.
El fallo exige la reactivación de esa técnica médica para lograr embarazos; sin embargo, un año y medio después de la sentencia, las discusiones legislativas sobre el “inicio de la vida” y el manejo de embriones entre sectores cristianos y progresistas tienen trabado el avance de un plan que permita cumplir la condena.
Para Patricia Mora, diputada del Frente Amplio, la iniciativa adoptada viene a echar pasos atrás sobre lo andado. Dijo que prohibir el uso de una técnica de fertilización a las mujeres solteras “no es de recibo en el siglo XXI”.
La diputada del Libertario, Carmen Quesada, defendió su voto, al señalar que lo único que buscan es tener una base de discusión.
Quesada agregó que un desacuerdo con la jefa de Acción Ciudadana (PAC), Emilia Molina, inclinó la balanza a favor del proyecto que ahora está en discusión.
Se intentó conocer la posición de Molina, pero no atendió las llamadas que se le hicieron.
Entre tanto, Ronny Monge, del PLN, dice estar dispuesto a abrir la FIV a todas las mujeres.