La apertura del puesto fronterizo de Tablillas, en el cantón de Los Chiles, Alajuela, se atrasará tres meses, mientras que Nicaragua ya tiene completamente habilitado el suyo en la misma zona limítrofe.
El Gobierno había previsto que el nuevo puesto fronterizo iba a estar habilitado en enero. Sin embargo, el viceministro de Comercio Exterior, John Fonseca, confirmó que el plan se retrasará tres meses más.
En el mejor de los escenarios, el Gobierno de Costa Rica podrá habilitar instalaciones temporales en abril próximo, informó Fonseca, quien coordina el trabajo interinstitucional para que el país se ponga al día con la Oficina de Aduanas y Migración en Tablillas.
Por ahora, Costa Rica solo cuenta con un puesto policial en ese sitio, lo que impide cualquier tránsito formal desde y hacia Nicaragua.
La apertura del nuevo puesto fronterizo desahogaría el volumen de trabajo en el paso de Peñas Blancas, ubicado en el cantón de La Cruz, en Guanacaste.
Este es el único puesto formal para el tránsito terrestre de mercancías y personas desde Costa Rica hacia el resto de Centroamérica, México y Estados Unidos.
Otto Corrales, de la Agencia para el Desarrollo de la Zona Económica Especial de la Zona Norte, afirmó que los empresarios de ambos lados de la frontera están a la espera de que las autoridades ticas pongan a funcionar el paso.
De acuerdo con Corrales, la apertura del puesto reduciría en 160 km en promedio la distancia para que los productos que llegan y salen al puerto de Limón puedan seguir al resto de Centroamérica. Además, bajaría entre 40% y 60% la carga de transacciones en la frontera de Peñas Blancas.
Presión nica. Mientras tanto, la presión desde Nicaragua aumenta. El 31 de agosto, las autoridades de ese país inauguraron el puente Santa Fe, sobre el río San Juan.
La obra, de 362 metros de largo, cruza el río San Juan en territorio nicaragüense y conecta el resto del país con la línea de la frontera costarricense, que está nueve kilómetros al sur.
Este puente, donado por el Gobierno japonés, con un costo de $30 millones , marcó el final de las obras necesarias de parte del gobierno de Daniel Ortega, para habilitar el segundo acceso a Costa Rica.
Con la habilitación de la infraestructura y la designación de personal nicaragüense para formalizar el paso de personas y mercancías en ese punto, de este lado de la frontera lo único que hay es presión.
Si el país tuviera listas sus instalaciones de este segundo puesto fronterizo, ambos países ya se podrían comunicar por allí. Pero, de momento, en las arcas del Estado no hay los recursos suficientes para iniciar la construcción de las instalaciones ni el traslado de personal.
Fonseca explicó que, por ahora, tienen cerca de $2 millones para abrir el paso provisional en abril.
Además, un proyecto de ley para aprobar un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por $100 millones está siendo revisado por el Ejecutivo. Con este dinero, se realizarían las obras permanentes.