El principal monumento histórico de Costa Rica ya no existe. La casona de Santa Rosa, donde en 1856 campesinos armados gestaron la expulsión de los filibusteros que invadían Centroamérica, ardió en llamas ayer en la madrugada.
El 80 por ciento de la estructura, construida hace 338 años con madera, teja y bahareque, se quemó y aunque no hay nada claro sobre las causas, las autoridades presumen que hubo mano criminal.
El fuego empezó a la 1:25 a. m. al parecer en una pequeña bodega en la que guardaban utensilios de limpieza, ganchos, cera y escobas.
La primera persona que se percató fue el guarda nocturno del parque, Ricardo Ponce.
Poco antes de ver el fuego, escuchó una explosión. Por más que corrió para alertar al grupo de atención de incendios en Pocosol, a 7 kilómetros del parque, y a los bomberos de Liberia, cuando los dos equipos llegaron poco se podía hacer.
La falta de fuentes de agua cercana e instrumentos para contrarrestar el incendio favorecieron que el fuego se expandiera a sus anchas.
La casona está en el Parque Nacional Santa Rosa, de 37.117 hectáreas terrestres, ubicado al noroeste de Guanacaste. En ella se libró la única gesta militar que conmemora el país cada 20 de marzo: la Campaña Nacional de 1856. En ella surgió el único héroe nacional, Juan Santamaría.
Precisamente, el año pasado, el Área de Conservación Guanacaste (ACG), fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
¿Fue provocado?
Desde temprano, los agentes del Organismo de Investigación Judicial empezaron a indagar si hubo mano criminal, lo cual presumen jerarcas del Gobierno.
El director del ACG, Gerardo Barahona, explicó que en el sitio no había instalaciones eléctricas o materiales inflamables que provocaran chispas.
Pero, la segunda vicepresidenta de la República y ministra de Ambiente, Elizabeth Odio, dijo que en ocasiones anteriores han tenido problemas con cazadores furtivos y piromaníacos que han incendiado parte del bosque.
No descarta que algunos de ellos hayan actuado ahora "por venganza", ya que son reprimidos cuando en su afán de cazar venados y otras especies son sancionados por los guardaparques.
Uno de los vigilantes del sitio, que prefirió reservar su identidad, dijo que dos turistas inglesas que estaban alojadas en el campamento cercano a la casona, escucharon un vehículo que salió a toda velocidad del parque poco después de la explosión.
En el escombreo, se demostró que esa detonación la causó un antiguo explosivo, que data de los hechos bélicos de 1955 administración Figueres y que estaba guardado en la casona.
Pero, se presume que el fuego que se generó en el sitio lo activó. Las esquirlas se pueden ver en diversas partes de la hacienda.
Promesas...
Y ahora, ¿qué? Elizabeth Odio fue enfática en que la reconstrucción debe empezar cuanto antes.
Reconoció que el ACV, a la que pertenece el Parque Nacional Santa Rosa, cuenta con muy poco equipo para atender un incendio.
Además, la casona, como muchos otros monumentos históricos en el país, no cuenta con un seguro contra riesgos.
La Ministra explicó que la falta de recursos le impide al Ministerio del Ambiente asegurar las estructuras declaradas patrimonio nacional.
Pero, las promesas comenzaron a emerger ayer mismo. Los ministros de Educación, Guillermo Vargas; de Cultura, Enrique Granados, y Ambiente, Elizabeth Odio, empezaron a recuperar planos y fotografías de la estructura para iniciar la reconstrucción.
Hoy, técnicos del Ministerio de Cultura, investigarán qué partes de la casona deben reconstruirse y cuáles se pueden recuperar.
Odio confirmó que el Presidente de la República autorizará un presupuesto extraordinario para la reedificación. Y, el diputado y precandidato socialcristiano, Abel Pacheco, anunció que presentará un proyecto de ley para dotar de recursos el proyecto.