Con el fin de detectar a las personas más susceptibles de padecer el cáncer gástrico, científicos costarricenses desarrollan una prueba a partir del examen de unas cuantas gotas de sangre.
La importancia del proyecto radica en que ese tipo de cáncer es el más mortífero en el país. Mata entre 600 y 700 personas al año, según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
En el Instituto de Investigaciones en Salud (Inisa), de la Universidad de Costa Rica (UCR), trabajan con un marcador biológico de la sangre, el pepsinógeno, encargado de estimular las sustancias a cargo de la digestión.
“Los niveles de pepsinógeno (PGI y PGII) en la sangre nos dicen si hay cáncer gástrico o alto riesgo de padecerlo”, explicó Rafaela Sierra, investigadora principal y coordinadora del Programa de Cáncer Gástrico, del Inisa.
En este buscan el método para que el país tenga una prueba confiable, sencilla y barata, gracias a unas gotas de sangre.
Actualmente, están validando el método en población de alto riesgo: 1.347 personas, de 50 a 74 años, de las cuales 338 están sanas y 20 tienen cáncer gástrico.
Los primeros resultados revelan que, de 100 personas con niveles bajos de pepsinógenos (I y II), del 13 al 18 por ciento son susceptibles de tener cáncer gástrico y que de 100 personas con niveles altos, del 98 al 100 por ciento no tiene riesgo de la enfermedad.
Pretamizaje
El gerente médico de la Caja, Horacio Solano, dijo que la institución consideraría aplicar el tamizaje si los resultados confirman la validez de la prueba.
Podría servir como una preselección, expresó Solano, antes de enviar a los pacientes a rayos X o a una gastroscopia, métodos aplicados en el país, pero que son caros por la tecnología usada.
Según los primeros resultados de Sierra y colaboradores, la prueba de pepsinógenos baja en un 64 por ciento los casos que pasan a gastroscopia o a rayos X.
La prueba tendría un gran impacto en el sistema de salud pues se contaría con un método de tamizaje para trabajar en prevención y detección.
Más estudios
Pero el Inisa no trabaja únicamente con esa prueba, ni tampoco está solo en esa tarea.
En el proyecto con los pepsinógenos participan, además, el Centro de Detección de Cáncer Gástrico, del hospital Max Peralta –de Cartago–; el hospital Calderón Guardia, las universidades de París y Burdeos, Francia, y la Universidad de Nueva York.
Se hace con la cooperación financiera de la Universidad de Costa Rica (UCR), la Agencia de Cooperación Internacional de Japón y el Centro de Cooperación Científica en Francia.
Por el estudio con pepsinógenos, Sierra y su equipo recibieron un premio de la Confederación Latinoamericana de Bioquímica Clínica, el pasado 30 de abril.
Estos investigadores hacen otros estudios en sangre. Entre ellos buscan el método para detectar la infección con la bacteria Helicobacter pylori (factor de riesgo para cáncer gástrico).
Al mismo tiempo, investigan la presencia de ciertos genes que predisponen al cáncer cuando las personas que los portan se infectan con H. pylori.