Un informe técnico de la Aresep, que hasta ayer se mantuvo oculto, revela deficiencias en la cobertura, la operación y el cobro por el servicio celular GSM.
El diagnóstico concluye, entre otras cosas, que existen 94 sectores congestionados en el país, que las llamadas concluídas no cumplen el mínimo del 65 por ciento y que la cobertura es más baja de la establecida en el cartel de licitación para la contratación del servicio.
Pruebas de la Aresep también confirmaron errores en la facturación telefónica de líneas GSM, por ejemplo, el cobro de tarifa plena cuando correspondían tarifas reducidas o la facturación de llamadas a números inexistentes.
Las deficiencias de cobertura y operación de la tecnología GSM son mayores que las del sistema TDMA, según el reporte.
Las quejas de los usuarios ante el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) así lo confirman: de 583 quejas de telefonía recibidas entre febrero y abril de este año, el 90 por ciento corresponden a usuarios disconformes con el servicio GSM y solo un 2,2 por ciento a usuarios de TDMA.
Ayer se intentó conocer el criterio del subgerente de Telecomunicaciones del ICE, Álvaro Retana, pero no devolvió cinco mensajes que se dejaron en su oficina y en su línea celular.
El ICE empezó a ofrecer líneas GSM en diciembre del año pasado, luego de una contratación de 400.000 líneas con Alcatel.
Actualmente, unos 317.000 usuarios tienen celulares GSM en todo el país.
Édgar Valverde, presidente de Alcatel Costa Rica, dijo ayer que no tenía conocimiento del informe.
Explicó que muchas de las fallas del sistema obedecen a que las previsiones del ICE para el diseño de la red, hace cuatro años, difieren del comportamiento de la demanda y el tráfico hoy.
“Hay zonas que están generando un tráfico mucho mayor al que se había previsto”, subrayó Valverde, quien sostiene que el atraso en la adquisición de terrenos para la ubicación de radiobases impide que el sistema se ajuste con la rapidez que se requiere.
En un comunicado enviado en la noche, Valverde agregó: “Estos puntos y sus soluciones han sido tema de continuas conversaciones con el ICE”.
El informe técnico fue elaborado desde el 18 de julio anterior por la Dirección de Telecomunicaciones de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
El documento sirvió de base para que la Aresep rechazara, el 14 de agosto pasado, un aumento en las tarifas de telefonía celular y más bien decidiera rebajar a ¢2.900 la tarifa básica por ese servicio para compensar a los usuarios afectados.
Baja cobertura
De acuerdo con la Aresep, la cobertura de la tecnología GSM no cumple, en la mayoría de los casos, con los parámetros establecidos en el cartel de licitación para la contratación del servicio.
El cartel establece un nivel de intensidad de señal mínimo de -70 dBm para áreas exteriores de alto tráfico y de -85 dBm para el resto de las zonas.
Las pruebas de cobertura realizadas por la Autoridad revelaron que el 78 por ciento de las mediciones presentaron un nivel mayor a -75 dBm que incluso alcanza los -104 dBm.
Los resultados, dice el informe implican que la “señal es de un nivel bajo, lo que tiene como consecuencia problemas de cobertura y realización de llamadas y una baja significativa en la calidad del servicio”.
En el mes de abril, un 12 por ciento de las llamadas entre celulares GSM (un total de 282.811 llamadas) se cayeron o interrumpieron, mientras que en marzo fue de un 11 por ciento.
El reglamento para el servicio telefónico celular establece que la terminación de llamadas debe darse en un mínimo de 65 por ciento. Un estudio de ese rubro para el mes de mayo reveló que solo se completaron en el 62,57 por ciento.
Colaboró Édgar Méndez